Investigación y edición Francisco Mejía-Azcarate
La cosmopolita ciudad de Londres, capital del último gran imperio, ha visto y vivido diversas expresiones de opulencia durante los últimos 420 años, sin embargo, la riqueza extrema, que es una característica inherente a las dinastías de los países árabes, abundantes en petróleo, ha deslumbrado a los pragmáticos londinenses quienes creían haberlo visto todo, cómo sucedió cuando el ‘play-boy’ saudí Turki bin Abdullah importó temporalmente desde Riad, cuatro de sus vehículos favoritos para la temporada de ‘supercars’ en la capital británica.
Para nadie es un secreto que los príncipes de la familia real saudí tienen un gusto absoluto y superlativo por el despilfarro. Sus arcas, que desde hace décadas nadan en petrodólares, les permiten llevar vidas extravagantes y ajenas a las austeras enseñanzas del Corán, que tanto defienden sus mayores. Para evitar el férreo control religioso y dar rienda suelta a sus más alocadas aventuras, los “príncipes del petróleo” empacan sus juguetes dos veces al año y se van para Londres. Hasta hace unos años llegaban a la capital británica con sus ‘supercars’ a finales de junio, sin embargo, desde 2012, han empezado a irse desde antes para escapar de la húmeda primavera en Arabia Saudita.
En esta fotografía tomada a las afueras del Jumeirah Carlton Tower Hotel, podemos observar el Mercedes Benz G63 AMG, el Rolls Royce Phantom Coupe y el Lamborghini Aventador |
Vista del Jumeirah Carlton Tower Hotel, en el exclusivo distrito Knightsbridge de Londres |
En esta fotografía se pueden apreciar las multas impuestas al Rolls Royce Phantom Coupe y al Mercedes Benz G63 AMG |
Aunque la mayoría de los “príncipes del petróleo” que hacen alarde de sus carros en Londres, durante la temporada de ‘supercars’, son difíciles de distinguir o identificar por las personas del común, el Príncipe Turki Bin Abdullah, logra sobresalir con sus magníficas máquinas doradas; adicionalmente, existen cientos de fotografías suyas en las cuentas de Instagram y las otras redes sociales, no solo con su pequeña pero costosa flota en Londres, sino también en Abudabí y Dubái, donde es común verlo acompañado de un guepardo.
El guepardo del Príncipe Turki bin Abdullah, al interior de la cabina de la monumental camioneta todoterreno Mercedes Benz G63 AMG |
Para los jóvenes millonarios, modificar sus ‘supercars’ y llevarlos a Europa se ha convertido en un pasatiempo, con el cual buscan la validación de sus admiradores en las redes sociales. Gracias a la apertura de la franquicia de West Coast Customs en el año 2008 en Dubái, el mercado de autos modificados ha visto un aumento espectacular en los ricos países del Golfo Pérsico, luego que ese taller saltara a la fama en parte por la serie televisiva de MTV, “Pimp my Ride”. La totalidad de los excéntricos vehículos del Príncipe Turki Bin Abdullah, pasaron allí varias semanas siendo modificados.
Entre el tráfico londinense podemos apreciar el Rolls Royce Phantom Coupe y el Lamborghini Aventador SuperVeloce |
Transportar estos vehículos desde Arabia Saudita hasta la fría y lluviosa capital británica, es responsabilidad de Qatar Airways, ya que el patrocinador del Club Barcelona tiene un par de Boeing 787 Dreamliners, sin asientos, específicamente diseñados para este propósito. Para Qatar Airways, el traslado de los autos debe ser un muy buen negocio que seguramente deja grandes ingresos, dada la demanda creciente de los familiares de la realeza saudí.
Se estima que llevar los carros a Londres cuesta unas £ 20.000 y un monto igual regresarlos nuevamente a Arabia Saudita, sin embargo, lo más curioso es que en este último año cuando los precios del petróleo se han desplomado, el gobierno saudí le ha pedido a su aristocracia mucha discreción, con el fin de evitar muestras de opulencia obscena que puedan ofender al Imán y a los súbditos, razón por la cual los jóvenes prefieren salir del país a hacer precisamente eso en Europa, a cambio de un puñado de “likes” en Instagram y Facebook.
El Mercedes Benz G63 AMG y el Lamborghini Aventador SuperVeloce, parqueados al frente al exclusivo Hotel Mandarín Oriental |
Parqueados frente al Hotel Mandarín Oriental en Hyde Park, el Rolls Royce Phantom Coupe y el Mercedes Benz G63 AMG |
En varias ocasiones, estos extravagantes vehículos extranjeros son conducidos peligrosamente alrededor de las apacibles calles residenciales de Londres, lo cual enfurece a los residentes locales que son despertados abruptamente en la noche por el ensordecedor ruido de los motores altamente revolucionados. El año pasado, a raíz de las numerosas quejas, los distritos de Kensington y Chelsea crearon ‘espacios públicos protegidos’ en Knightsbridge, prohibiéndole a los conductores revolucionar los motores en los arranques, así como cualquier tipo de carreras, acrobacias, obstruir el paso y hasta hacer sonar la bocina (pito). Los conductores que rompan la ley serán acreedores a una multa que puede llegar hasta las £1.000 o un llamado de atención de £100. Desde el pasado 21 de abril, la policía reportó haber impuesto siete multas y siete llamados de atención por violación a la norma de los espacios públicos protegidos. El líder del concejo Nick Paget-Brown dijo: "todavía es muy temprano para saber si la nueva ley de los ‘espacios públicos protegidos’ es exitosa o no, pero la policía y el concejo no bajarán la guardia, hasta que el mensaje los concientice que nuestros residentes no pueden ser molestados por el ruido de sus ‘supercars’.