La Historia de los Autos de Policía hasta 1959

Por: Francisco Mejía-Azcárate 
Si nos referimos al primer vehículo de cuatro ruedas destinado a la policía en cualquier lugar del mundo, este fue un carruaje impulsado por un motor eléctrico que se usó en Akron, Ohio, en 1899. A partir de ahí, el gusto y la necesidad de las fuerzas policiales del mundo entero por los automotores (de todo tipo) ha sido una constante. En esas primeras décadas del siglo XX, los vehículos de policía fueron vistos también como una forma de ahorrar dinero, y la razón era muy sencilla, con un coche de policía un solo agente podría cubrir un área que antes hubiera requerido a varios agentes, más adelante se implementaron los radios de comunicaciones y la efectividad se hizo mayor.

Primer automotor de cuatro ruedas usado por un departamento de policía (Akron, Ohio)

La historia nos cuenta que en 1921, un oficial de policía de Detroit, Michigan, llamado Kenneth Cox, y un estudiante de ingeniería llamado Robert Batts, intentaron instalar una radio en el asiento trasero de un Ford Modelo T, de la policía de Detroit, pero no les fue fácil, sin embargo, luego de seis años de intentos fallidos, lo lograron. Enseguida, la ciudad de Nueva York copió la idea y armó una flota de ‘Radio Patrullas’. Aunque con anterioridad habían estado usando radios para comunicar información sobre cosas como vehículos robados y personas desaparecidas, poner esos radios en las patrullas cambió las reglas del juego, dándoles una ventaja operacional contra el hampa.

En las décadas de 1920 y 1930, los departamentos de policía de las ciudades más acaudaladas compraban automóviles en concesionarios (muchas veces de segunda mano), y procedían a detallarlos y ponerles algunos artilugios como una sirena, una lámpara reflectora de operación manual y las insignias que los identificaban como autos policiales.

El camino abierto por el Modelo T de Ford, fue la señal para que los departamentos de policía de los Estados Unidos, se motorizaran. La popularidad del Modelo T entre las agencias policiales se dio porque era barato y era casi que la única opción viable en esos días. Las primeras versiones del Modelo T, estaban impulsadas por un motor de cuatro cilindros en línea, de 2.9L y capaz de generar tan solo 20.2 HP. Esto le permitía alcanzar una velocidad máxima de 75 kph como máximo y tenía un consumo de 18.7 litros de combustible cada cien kilómetros, equivalentes a unos 21 kpg. A pesar de esto, ser la única opción verdadera en el mercado hizo que el Modelo T entrara en servicio con casi todas las agencias policiales de Estados Unidos en las dos primeras décadas del Siglo XX.

1916 Ford Modelo T, perteneciente al Dpto. de Policía de Springfield, Massachusetts

Paralelamente, se empezaron a utilizar los llamados “paddy wagons” cuya traducción literal significa ‘vagones de arroz’. Los vehículos eran camiones con caja cerrada, que se utilizaban para transportar policías y delincuentes.

Patrulla policial de Benton Harbor, Michigan

En 1913, Inglaterra adquiere su primer vehículo policial, se trata de una “paddy wagon” marca Cadillac que también hacía las veces de ambulancia.

1913 Cadillac Police Wagon – Foto de 1923 en Carlin St, Londres

Cuando la producción del Modelo T cesó, y el Ford Modelo A, entró en servicio, los cuerpos policiales de Estados Unidos, respondieron adquiriendo estos también, además de otras marcas como Chevrolet, y Pontiac, muy apetecidos por muchos departamentos de policía a lo largo y ancho de los Estados Unidos. Se estima que al cerrarse la década de 1920, existían en Estados Unidos, 13.900 vehículos policiales.

1929 – Policía de Chicago

El verdadero auge de los autos policiales en la diferentes comisarías de Estados Unidos, comenzó cuando delincuentes de la talla de Bonny and Clyde, John Dillinger, Pretty Boy Floyd y Al Capone, empezaron a utilizar automotores rápidos y potentes para hacer sus fechorías, lo que coincidió con la introducción del Ford Modelo 18, el primer automóvil con el nuevo motor V-8 (cabeza plana), lo suficientemente económico para ser adquirido por la mayoría de los departamentos de policía de Estados Unidos. Se dice que el delincuente fugitivo Clyde Barrow, le escribió una carta de felicitación a Henry Ford, por haber creado estos autos con motores V-8.

Fotografías que ilustran a los famosos bandidos Bonny & Clyde orgullosos de sus Ford V-8

Desde la introducción del motor V-8, Ford logró una altísima fidelidad de las fuerzas policiales a lo largo y ancho de los Estados Unidos. Otras marcas como Buick, eran escogidas para los comisionados y personalidades policiales, pero Ford mantuvo una preferencia con los policías estadounidenses que duró hasta 1968, cuando Chrysler rompió ese dominio con sus autos equipados con unos motores V-8 fuertes y muy confiables.

1938 Ford Sedan V-8 de la policía de caminos de Texas


1938 Buick Special de la policía de Nuevo México

A finales de la década de 1940 y principios de la década de 1950, y como consecuencia de los avances en comunicaciones derivados de la 2da Guerra mundial, los radios y ‘walkie-talkies’ tenían mayor alcance y empezaban a formarse los primeros departamentos de comunicaciones con vehículos especializados.

Radio-patrulla Plymouth (1939) – Precinto policial de Brooklyn

Finalizando la década de 1940, por primera vez era común encontrar departamentos de policía con toda suerte de automotores, destinados a diferentes roles. Se hicieron muy importantes los autos taller, para desvararlos o las grúas, para recogerlos cuando quedaban fuera de servicio.

Flota de diferentes automotores policiales de la policía de Nueva York, en 1950

Servicio móvil de reparación de radios de la policía de Nueva York – 1951

1955 Ford Mainline destruido durante una persecución en Chicago

Corría el año 1950, cuando la Ford Motor Company presentó en su portafolio un "paquete policial", siendo la primera empresa automotriz en tener esa idea. Simplemente tomaron nota de las opciones más comunes elegidas por los departamentos de policía, las agruparon y ‘bingo’.

Publicidad de la Ford motor Company en 1950

1954 Ford Mainline – Muy apetecido por los deptos de policía en Estados Unidos y Latinoamérica

Sus competidores de patio, General Motors y Chrysler, presentaron sus propuestas de “paquete policial” en modelos Chevrolet y Dodge, en 1955 y 1956 respectivamente. Los autos de policía estadounidenses siempre se han distinguido por tener motores de gran tamaño, mucha potencia y un rendimiento realmente bueno.

1955 Chevrolet Bel Air - cerca de 22.000 unidades de este modelo estuvieron en servicio entre 1955 y 1957

Ya a mediados de la década de 1950, empezaron a destacarse con mucha fuerza los Chevrolet Bel Air. Su apariencia fresca y más estilizada que la de los Ford, con enormes faros delanteros, parecía listo salir detrás de los malhechores. Los Chevrolet Bel Air, de 1955 a 1957, destinados a la policía estaban dotados de motores V-8 de 265 pulg³ decididamente tuneados para que estuvieran por encima de sus pares civiles, para el año modelo 1958, el motor V-8 de 283 pulg³, hizo su aparición en los autos policiales.

Con este motor, los caballos de fuerza aumentaron un poco cada año en 1958, 1959 y 1960. La versión de inyección de combustible mecánica Rochester Ramjet de 1957 producía incluso un HP por cada pulgada cúbica (283 HP // 211 kW), una hazaña impresionante en ese momento. Otro motor V-8 de producción fabricado en los Estados Unidos, que producía un caballo de fuerza por pulgada cúbica, fue el del Chrysler 300B de 1956. Los autos policiales de la década de 1960 hasta nuestros días merecen otra historia aparte.

1957 Plymouth Savoy

1955 Ford Mainline