La Historia del Dodge Challenger de Primera Generación

Por: Francisco Mejía-Azcárate
El nombre Challenger se le dio por primera vez al Dodge Coronet del año modelo 1959. El automóvil era una edición especial llamada ‘Dodge Silver Challenger’, y duró dos años. Después de que terminó la edición del ‘Silver Challenger’, hubo que esperar hasta el año modelo 1970, cuando el Dodge Challenger de primera generación hizo su aparición. Estaba basado en la plataforma E de Chrysler, y para su fabricación se tomaron bastantes componentes del Plymouth Barracuda.

1970 Dodge Challenger R/T

Ya para finales de la década de 1960, la era de los autos musculosos se aproximaba (sin saberlo) a su fin, no porque así lo quisieran las automotrices y los consumidores, sino presión de las aseguradoras y porque el Congreso de los Estados Unidos, empezó a legislar sobre el efecto de los automotores en el medio ambiente y las reglas del juego rápidamente cambiaron la ecuación ‘excelente desempeño = motor muy potente’. Con esto en mente las automotrices entendieron rápidamente que los años que les quedaban en esta loca y desenfrenada carrera por los caballos de fuerza se detendría casi que abruptamente, y esa generación de compradores ávidos de automóviles con suficiente potencia y desempeño, debió contentarse con automotores que se veían deportivos y muy agresivos, pero que en realidad eran meros ‘gatitos de porcelana’. Sin embargo, aunque ya se escuchaban voces y se veían ‘nubarrones en el cielo’, Dodge decidió trabajar en el desarrollo del primer Challenger, un agresivo, musculoso y colorido automóvil con carrocería coupé y también en versión convertible, sin imaginarse siquiera que estaba creando una leyenda. El éxito fue inmediato.

El Dodge Challenger fue introducido en el otoño de 1969, con la intención de lanzarlo al mercado como un carro del año modelo 1970. La idea inicial era instalarle al Challenger un motor de turbina, pero los diseñadores prefirieron no hacerlo por las dudas que tenían sobre su desempeño a largo plazo, sin embargo, los ejecutivos de Dodge estaban muy a gusto cuando vieron los bocetos por primera vez, y rápidamente convirtieron esa inspiración en un producto final, producto este que sigue vigente en el año 2021. Inicialmente, los compradores podían elegir entre un coupé de techo rígido o un convertible también coupé. En cuanto a la planta motriz había varias opciones para los motores que iban desde: un motor de 6 cilindros en línea de 3.7L (225 pulg³) con 145 HP, hasta los motores V-8 de 5.2L (318 pulg³) de 235 HP, HEMI de 7.0L (426 pulg³), e inclusive uno de 7.2L (440 pulg³) capaz de generar 390 HP.



Adicionalmente a las diferentes opciones de motor, había varias opciones y configuraciones de engranajes, transmisiones, suspensiones y neumáticos para hacer la experiencia de conducirlos aún más emocionante. Eso no quiere decir que el Challenger no fuera un buen auto para todos los días, pero la estrategia de Dodge, era la de presentarlo no solo como un automóvil de uso diario, sino también como un musculoso con un muy buen desempeño en los ‘piques’, o carreras cortas en línea recta, y el Challenger se hizo notar en ese campo también, desde el primer día.

El modelo Challenger SE fue lanzado también en 1970 y tenía características de lujo como control de crucero, reproductor de casetes, interior súper cómodo, etc. También estaba el Dodge Challenger T/A o Trans Am, que era básicamente un auto de carreras adecuado para el uso diario. El Challenger T/A fue pionero en varios ítems y uno de los primeros muscle cars que tenía neumáticos de diferentes tamaños en la parte delantera y trasera.

1970 Dodge Challenger T/A

El Challenger Coupé se introdujo en 1971 y vino con varias mejoras en comparación con la primera serie. Por ejemplo, la parrilla delantera presentaba un diseño diferente. Los motores no tuvieron cambios sustanciales y se mantuvo la misma variedad. Igual que en el modelo del año anterior, los compradores aún podrían elegir un motor más potente si quisieran, y ese era el de 7.2L (440 pulg³).

Publicidad del Challenger para 1971


1971 Dodge Challenger Convertible // V-8 - 6.3L (383 pulg³)

El Dodge Challanger del año modelo 1972, no fue precisamente fantástico para todos sus fanáticos, porque el modelo que se presentó ese año apenas presentó cambios notorios. El leve ‘maquillaje’ que recibió consistió en modificar la silueta del carro y las luces traseras se alargaron. Además, este fue el primer Dodge Challenger que vino con la rejilla tipo "panal de huevos". Por otro lado, los compradores no tenían la opción de elegir detalles de lujo como eleva-vidrios eléctricos, asientos de cuero, u otros ‘gallos’ que realzaran su apariencia. Los motores también se degradaron, de ahora en adelante funcionarían con gasolina sin plomo (UNLEADED); los de seis cilindros en línea, y los V-8 todavía estaban en juego, pero eran significativamente menos potentes. Por ejemplo, el motor más potente que se podía conseguir estaba en el Challenger Rallye, era un V-8 de 6.3L (383 pulg³).

1972 Dodge Challenger Rallye // V-8 - 6.3L (383 Pulg³)

Parecía como que si la marca Dodge no le interesara mantener la línea Challenger porque continuaron degradándola tanto en 1973 como en 1974. Sin embargo, hubo algunas adiciones nuevas al Challenger del año modelo 1974 con respecto a la seguridad de los conductores y pasajeros debido al aumento de las tarifas de los seguros de automóviles. Una de esas medidas de seguridad fue el bloqueo del encendido si el cinturón de seguridad no estaba debidamente abrochado, este bloqueo no solo era válido para el conductor sino también para el acompañante del asiento delantero.

1973 Dodge Challenger // Carburador de 4 bocas // Motor V-8 – 5.6L (340 Pulg³) (275 HP)


1974 Dodge Challenger Rallye // // Motor V-8 – 5.6L (340 Pulg³) (275 HP)


Una pildorita para la memoria: Recordemos que desde 1968, las aseguradoras estadounidenses venían haciendo lobby en el Congreso para que se expidiera una ley y se pusiera fin a la ‘guerra de los autos musculosos’ (muscle car war) porque el número de accidentes fatales y con lesiones severas venía en aumento. También en 1970 salió a luz pública que las tres más grandes automotrices estadounidenses (GM, Ford y Chrysler) habían sobornado a miembros del gobierno para que no divulgaran el daño que las partículas de plomo estaban haciendo a la salud pública y al medio ambiente. Esto llevó al gobierno en pleno a legislar exigiendo a las automotrices mejores controles a las emisiones, y obligándolos a que, a partir de 1974, todos los vehículos nuevos deberían estar aptos para funcionar con gasolina sin plomo. El adaptar los motores a todas estas nuevas regulaciones generó una pérdida de potencia que en algunos casos alanzaba el 30%.

Accidentes fatales con autos musculosos eran ‘pan de cada día’ en los Estados Unidos

Adicionalmente, y para acabarla de amolar (dicho mejicano), el 16 de octubre de 1973, entró en vigencia el embargo petrolero de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), quienes utilizaron el crudo como un arma de batalla.

Largas filas para aprovisionarse de combustible se hicieron cada vez más usuales

Su objetivo: castigar a los países que apoyaban a Israel en la guerra de Yom Kippur. Esto hizo que los precios de la gasolina se dispararan, y por primera vez desde la 2da Guerra Mundial, Estados Unidos se vio en la obligación de racionar la venta de combustibles. Ahora esos autos devoradores de gasolina, que hasta hacía muy poco tiempo eran apetecidos, empezaban a ser rechazados y rápidamente reemplazados por autitos japoneses, escarabajos y en menor proporción pequeños autos italianos e ingleses de menor consumo.

Las ventas de los automóviles estadounidenses se desplomaron

Con este panorama devastador para Detroit, llegó 1974 y la industria se desplomó. Miles de autos y camionetas se quedaron en las vitrinas, Chrysler empezó a flaquear, y Estados Unidos entró en recesión. Los modelos presentaban motores aún menos potentes en 1974, y en el caso de Challenger, el motor de 6 cilindros en línea dejó de ofrecerse, dejando a los compradores con una sola opción, el motor V-8, que, aunque el mejor que se ofrecía tenía un desplazamiento de 5.9L (360 pulg³) supuestamente generaba 345 HP, no dejaba de ser un devorador de gasolina así fuera un motor muy disminuido en potencia, además su desempeño era apenas aceptable por no calificarlo de mediocre. Con este panorama la fuerza de ventas de Dodge, decidió que era preferible descontinuar oficialmente el Challenger, después de haber puesto en el mercado cerca de 188.600 unidades, en esos cinco años.

Con el Charger modelo 1974, Dodge dio por terminada la ‘Primera Generación’

A pesar de que la primera generación de este automóvil icónico tuvo un recorrido relativamente corto, impactó tanto a la industria automotriz como a la cultura pop, que se convirtió en un fenómeno entre las personas que aman los autos musculosos HEMI de MOPAR, y luego de aparecer en numerosas películas y programas de televisión, su encanto creció. De hecho, una película llamada “Vanishing Point” filmada en 1971, popularizó tanto al Dodge Challenger de 1970, que logró que generaciones de entusiastas, inclusive jóvenes nacidos en el Siglo XXI, se enamoraran de este vehículo. En la actualidad, un Challenger de los primeros tres años, en estado óptimo, con Clasificación 1, puede cotizarse por encima de los US$ 80.000. Nada mal para un auto que cuando nuevo no superaba los US$ 3.500.


Fotografía correspondiente a la película “Vanishing Point”