La Obra de Manu Campa

Por: Francisco Mejía-Azcárate
Esta no es una historia usual de las que vemos cada semana en el blog del OCCCCC, este es más bien el relato de la vida y obra de un artista español, graduado en 2008 de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), cuyo ilimitado talento ha sido en buena parte dirigido a nuestro hobby… el hobby de los autos, o los coches, como los llaman en la madre patria, una pasión que él comparte con nosotros y nos la adorna bellamente con sus creaciones.

Manu Campa, en su estudio de Madrid (Foto: https://newsroom.porsche.com/es)

Llegué a su obra por medio de Amir Arab, un amigo en común que vive en Miami, y lo poco que he logrado ver de su extensa obra me ha conmovido de una manera absolutamente positiva. El realismo alcanzado en sus innumerables pinturas me ha dejado perplejo, el nivel de atención al detalle y la absoluta perfección que este madrileño, nacido en 1983, plasma en sus obras son solo comparables con las mejores fotografías de manos de los mejores fotógrafos del planeta que uno puede encontrar. Su estudio está repleto de obras por encargo, sobretodo tiene muchos pedidos de autos Porsche 911 de todas las épocas.


El arte siempre estuvo presente en su vida, su abuela y tíos son pintores, y su fue abuelo diseñador de muebles, así que con el apoyo incondicional de sus padres y el consejo una tía que es profesora de arte en la Universidad de Salamanca, se decidió a perfeccionar ese don con el que nació, con la mente fija en hacer de esta difícil y a veces ingrata carrera una profesión lucrativa, y a fe que lo ha logrado. Desde 2010 basa su trabajo en algunas de sus pasiones. Primero fueron los animales, a modo de retrato. Luego vinieron las bicicletas, su medio de transporte favorito para moverse por la ciudad. Luego vino el paisaje urbano, donde su barrio, Malasaña y su luz fueron el eje central de su obra.

Porsche 911 Carrera RSR 2.1 Turbo

Desde hace unos años Manu ha migrado al mundo automotor en el que ha puesto toda su atención. Cuando decide plasmar un coche en su lienzo analiza cada detalle, inclusive los reflejos de la luz, y como las sombras van a intervenir en la pintura. De una manera casi fotográfica es capaz de imprimir en sus cuadros cada uno de los detalles, por mínimos que estos sean. No es difícil entender que otra de sus grandes pasiones son los coches clásicos, estos se han convertido desde entonces en el motivo principal de su obra, siendo los reflejos y/o brillos de cada cuadro su seña de identidad particular.

Brumos Porsche 911 RSR

En una entrevista que le hicieron para la revista virtual “DLM Magazine”, le hacen dos preguntas claves:

“¿Con qué coche soñabas de pequeño?” – “Pues tenía un Porsche 993 de Burago de escala en amarillo y siempre he tenido fijación en ese coche, yo creo que ha hecho mella en mí y por eso estoy un poco obsesionado con Porsche. Y luego siempre me han gustado los escarabajos y tengo uno de los más antiguos de Madrid con mucho orgullo. Siempre hay alguien que lo ve y se acerca y te cuenta alguna anécdota de su abuelo. Es un coche muy divertido”.

“¿Por qué Porsche?” - “Es una marca muy redonda. Creó esa estética hace muchos años y lo de empezar con un modelo 356 y mantener esos dos faros redondos durante todas las generaciones de coches, me parece un acierto brutal. Tiene esencia, pasión, carisma. Cuando pruebas los coches de esta marca entiendes mucho de las cosas que pasan en el mundo del motor, he probado antiguos y modernos”. En esta misma entrevista confiesa cuál el coche que más ha pintado: “Es un 911 primera serie, colas de pato entre 1965 y 1973 habré pintado unas 45-50 de esa primera serie. Mucho vicio con ese coche”.

2015 Porsche 919 Hybrid

Su estilo es algo pop, realista (sin lo “hiper”) y figurativo. Ha expuesto su obra en ciudades como Miami, ciudad ésta que le abrió las puertas al enorme y lucrativo mercado estadounidense, de hecho no descarta vivir en la capital del sol en un futuro. También ha tenido exposiciones importantes en Madrid, Tokio, Nueva York, Oxford, Lisboa y la elegante Biarritz, en el suroeste de Francia. Su talento ha sido reconocido por grandes multinacionales y ha colaborado con marcas como Porsche, Mini, Kia, Petrolicious, Huawei, Coca-Cola y Dunlop.

Investigando un poco sobre su vida, me enteré que para andar por la ciudad Manu prefiere una bicicleta, sin embargo, en ocasiones conduce un viejo Volkswagen Escarabajo, del cual se siente muy orgulloso y también un antiguo Ford Roadster de 1931, de color habano. Siendo aún muy joven ha sabido aprovechar las redes sociales al máximo y su obra está permanentemente expuesta en Facebook e Instagram, lo que le ha abierto el espectro para que le lleguen muchos clientes estadounidenses, y de otros países, sin embargo aproximadamente el 40% de su obra se queda en España.

Este es el Ford Roadster de manu Campa (Fotografía tomada de http://justacarguy.blogspot.com)

Manu Campa, en su 1931 Ford Roadster (Fotografía: https://www.motorpasion.com/porsche/manu-campa)

La sencillez y la alegría que Manu irradia parecen contagiar a todo el mundo. Todos los artículos que he leído de él para hacer esta historia le ponderan su capacidad artística y su encantadora personalidad. Amir Arab, nuestro amigo en común dice: “Es un tipo fantástico, cuando le conozcas personalmente te va a encantar”.

Aunque está claro que el grueso de su obra está llena de autos Porsche, también es común encontrar otras marcas como Ferrari, Volkswagen, motocicletas, bicicletas y algunos musculosos estadounidenses y británicos.
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Esta es solo una pequeña muestra de las capacidades artísticas de Manu Campa (Fotos: Hagerty Media)