La historia de los automóviles Auburn

Por: Francisco Mejía-Azcárate 
Aunque los autos de la marca Auburn mejor recordados en la actualidad fueron construidos a finales de la década de 1920 y durante la década de 1930, la marca nació en 1903. La historia nos cuenta que Charles Eckhart fue un carretero quien trabajó un tiempo para los hermanos Studebaker, fabricantes de carretas de tracción animal y vagones para minería en South Bend, y se mudó a Auburn en 1874 para establecer su propia compañía “Eckhart Carriage Company”. Se retiró en 1893, dejando el negocio a sus hijos Frank y Morris. Fue entonces cuando los hermanos Eckhart, quienes por un tiempo siguieron siendo constructores de carretas y vagones mineros en la ciudad de Auburn, al noreste de Indiana, comenzaron a vender un autito con un motor de un solo cilindro con transmisión de cadena por US$ 800. Desde entonces hasta 1912, a este le siguieron rápidamente los modelos de dos, cuatro y seis cilindros. Al igual que otros fabricantes de automóviles pequeños y marginalmente capitalizados de la época, Auburn ofrecía "automóviles ensamblados" construidos con una variedad de componentes probados pero traídos de otros fabricantes, limitando sus expectativas de crecimiento.

Auburn Model H, modelo 1908
Como resultado, Auburn estaba casi estancada en 1919, año en que los hermanos Eckhart vendieron la compañía a un grupo de Chicago encabezado por el rey de la goma de mascar William K. Wrigley, Jr. El nuevo capital y el marketing más agresivo se pusieron detrás de un nuevo modelo, el "Beauty Six", "con carrocería aerodinámica, frenos de disco, soportes en los bastidores en lugar de estribos y alitas de ventilación debajo del parabrisas; un concepto de diseño bastante avanzado para la época. Sin embargo, una profunda recesión posterior a la 1ra Guerra Mundial redujo enormemente las ventas de automóviles y con una producción anual inferior a las 4.000 unidades, Auburn estaba nuevamente contra las cuerdas en 1924.

Auburn Model 30-L Roadster, modelo 1912
Auburn Beauty-SIX Roadster – Modelo 1919
Auburn 6-63 Sport Touring – Modelo 1924
Luego vino un segundo salvador, Errett Lobban Cord, un impetuoso industrial de 30 años de edad, descrito como el "niño maravilla" y "profano, con aires de capitalista". Era un vendedor nato y fue a través de las ventas que se hizo famoso. Había comenzado como vendedor de la ‘Moon Motor Car Company’ cinco años antes, sin embargo, Cord ascendió rápidamente hasta convertirse en Gerente General, y posteriormente director de esa compañía, acumulando unos US$ 100.000.

Su reputación le precedió en Auburn, donde se le pidió que interviniera como Gerente General. Luego de deshacerse rápidamente de unas 700 unidades sobrantes de los diferentes modelos Auburn de 1924, que le generaron suficiente efectivo para pagar las deudas de Auburn, fue nombrado Vicepresidente. En 1926 era el Presidente de la empresa y su principal accionista. Auburn prosperó bajo Errett Lobban Cord, obteniendo una imagen de competencia modesta, aumentando las exportaciones, ampliando su cuerpo de concesionarios y agregando modelos con motores de ocho cilindros en línea en el año 1925. Con automóviles rápidos, atractivos y confiables a un precio increíblemente bajo, Auburn superó la marca de las 20.000 unidades producidas y comercializadas en el año 1929.

Planta de Auburn en 1928
El 14 de junio de 1929, Errett Lobban Cord formó “The Cord Corporation”, una compañía holding capitalizada con US$ 125.000.000. ‘The Cord Corporation’ controlaba las siguientes subsidiarias: Auburn Automobile, Lycoming Engine, Duesenberg Motors, Central Manufacturing, Limousine Body Co., Saf-T-Cab, Expando y Spencer Heater. Dos meses después (agosto de 1929), la obra maestra autotitulada “El Cord L-29”, comenzó a rodar la nueva línea de ensamblaje de Cord Auburn, Indiana, pero este automóvil merece una historia a aparte.

Aunque los Auburn Eight (de ocho cilindros) ofrecían un rendimiento más vívido que los Auburn Six (de seis cilindros), todos los automóviles de Auburn eran igualmente apreciados por su buen aspecto y su alta cotización de reventa. Decidido a concentrarse en los Auburn Eight y, finalmente, en los Twelve (de doce cilindros), Errett Lobban Cord, fue dejando de lado los de seis cilindros después de 1930.

Auburn Six 6-85 Cabriolet, modelo 1930 – Foto tomada en el Museo Auburn/Cord/Duesenberg, en Auburn, Indiana
La serie final fue el Auburn 6-85 de 1930, y ofrecía solo un descapotable, un sedán y un sedán deportivo. La planta motriz era suministrada por Lycoming, una compañía de Pensilvania que el Señor Cord también había comprado en 1929. El robusto motor de 185 pulg³ (3.0L), producía 70 HP a 3400 rpm. A pesar de los modestos precios que oscilaban entre US$ 1.000 y US$ 1.100, el 6-85 no era para nada un automóvil aburrido: Era suave y limpio, con una distancia entre ejes de 3.048 mm. Aun así, en 1930, las ventas de Auburn cayeron casi un 50% para el año calendario y el volumen general de ventas del año-modelo se redujo a 14.360 unidades. En ese momento la administración concluyó que los Auburn Six simplemente no eran lo suficientemente rentables como para retenerlos, aunque volverían.

Con la Depresión golpeando a la puerta de todas las grandes automotrices estadounidenses, Auburn, en un comienzo, salió más o menos bien librada. Hubo dos Auburn de ocho cilindros para 1930. El modelo 8-95, con el precio más bajo estaba en el rango de entre US$ 1.200 y US$ 1.400, y era una ganga incuestionable, estaba montado sobre un chasis con una distancia entre ejes de 3.175 mm y se ofrecía en cuatro modelos (el mismo trío del seis cilindros más un faetón de cinco asientos). Su motor en línea de 247 pulg³ (4.0L) era básicamente la misma unidad del modelo 6-85 con dos cilindros más, pero capaz de generar 100 HP.

Por una cifra que oscilaba entre US$ 1.495 y US$ 1.695 se podría comprar cualquiera de los cuatro modelos del 8-95 pero con un motor de 298.6 pulg³ (4.9L) que generaba 125 HP. Montando un chasis de 3.302 mm, pesaban unos 1.769 kg, pero eran capaces de alcanzar una velocidad de casi 145 km/h, lo cual era una locura en aquel entonces. En 1929, uno de estos motores había impulsado un Auburn Speedster de 1.361 kg a 161 km/h (100 mph), el primero Auburn, en superar esa velocidad.


Auburn fue uno de los pocos fabricantes de automóviles que vio mayores ventas después del desplome de Wall Street en 1929. La producción del año modelo 1931 se amplió a un récord de 36.148 unidades, con la fuerza que generaron más concesionarios y una línea de autos de 8 cilindros de lujo, con precio reducido.

Auburn Custom Eight (8-98A) “Boattal” Speedster, modelo 1931 – Vendido por US$ 170.000 en Marzo 2018
Como reflejo de la estrategia de ventas del hábil Señor Cord, los autos de ocho cilindros más grandes se sacaron de producción al igual que los de seis cilindros y a los autos más pequeños de las series Eight y Custom Eight se les pusieron motores de ocho cilindros más potentes de 268.6 pulg³ (4.4L) y 98 HP, con carrocerías más grandes que a la vez tenían mayor distancia entre ejes (3.336 mm).

El Custom Eight, diseñado por Alan Leamy, venía con rueda libre estándar, pero ambas líneas ofrecían carrocerías Speedster, Coupé, Descapotable, Brougham, Sedán Faetón y carrocerías cerradas de Sedán, así como sedanes de siete asientos en un chasis especial de 136 pulgadas (3.454,4 mm).

Auburn V12 160A Custom Dual Ratio Phaeton Sedan, modelo 1932
Todo esto movió a la revista Business Week a saludar a Auburn como "el mejor automóvil por el dinero que el público jamás había visto". Si el Auburn Eight de 1931 fue una compra notable, el Auburn Twelve de 1932 lo fue aún más: Era el V-12 menos costoso del mercado a precios que oscilaban entre US$ 975 para el Coupé Estándar y US$ 1.275 para el Custom Speedster de primera línea. El motor, un Lycoming de 391 pulg³ (6.4L) - diseñado por el ingeniero jefe de Auburn, el Señor George Kublin, entregaba unos saludables y briosos 160 HP a 3500 rpm. Estaba montado en un nuevo armazón de doble brazo que abarcaba una distancia entre ejes real de 3.378,2 mm. Los Auburn Custom Twelve presentaban el conocido eje trasero ‘Columbia’ de doble relación con conjuntos de engranajes 4.55 y 3.04: 1 que podían seleccionarse a menos de 40 mph, lo que proporcionaba efectivamente seis velocidades hacia adelante. Los Auburn Eight continuaron como antes, con las mismas carrocerías habituales, incluidos los sedanes largos de ocho cilindros.

Auburn Twelve Salon Speedster, modelo 1934 – Vendido en US$ 260.000 en Julio de 2014

Los hermosos Speedsters de cola de bote con motor V-12, tan raros en la actualidad, fueron las mejores expresiones del estilo Auburn de ese año. Sin embargo, a pesar de estos incomparables automóviles, las ventas se desplomaron en 1932, aunque Auburn logró una muy pequeña utilidad de tan solo US$ 7.500 en la comercialización de las 7.939 unidades, de ese año-modelo.

Mientras todo esto sucedía el mistificado E.L. Cord, reconocía que ni siquiera el fabuloso Auburn Tuelve (V-12) a cualquier precio era interesante para muchos compradores en las profundidades de la Gran Depresión, como tampoco parecía haber mercado para el Auburn Eight, que ya había agotado la demanda que había disfrutado en 1931. Peor aún, E.L. Cord ahora estaba muy ilíquido por la construcción de su extenso imperio comercial. Ya habíamos visto cómo se había dedicado a comprar empresas como Duesenberg en 1926, cómo también había lanzado el automóvil Cord L29 de tracción delantera en 1929, lo cual le demandó un enorme esfuerzo financiero, cómo además había adquirido la compañía de motores Lycoming, y la carrocera Central Mfg. Co., parte vital del conglomerado perteneciente a la familia Ansted, además de varias empresas del Medio Oeste, e incluso la compañía de taxis Checker Cab; adicionalmente a todo esto, tenía intereses propios en compañías de construcción naval y aviación.

E.L. Cord, fue dos veces portada de la afamad Revista Time, en Enero 18 de 1932 y el 23 de abril de 1934
Pero la tinta roja comenzó a brotar a borbotones en los libros contables en 1933, a pesar de que el volumen de producción y comercialización se mantuvo estable; la situación para 1934 fue más o menos igual, pero aún lejos de lo que se necesitaba para mantenerse a flote. E.L. Cord, viendo la noche larga y negra, se embarcó para Inglaterra, tal vez para evitar un escándalo sobre su gestión en estas empresas y rápidamente desapareció de la vista, y eventualmente, la fortuna de su conglomerado fue entregada al presidente de Duesenberg, Harold T. Ames. Mientras tanto, en el año modelo 1933, la moderna línea de producción de los aerodinamizados y vistosos automóviles Cord, había sido detenida y solo fabricaban la marca Auburn, que comprendía modelos de las líneas Eights y Twelves, regresando para 1934 con un estilo mucho más "aerodinamizado" de Alan Leamy.

Auburn V12 1250 Salon Dual Ratio Boattail Speedster, modelo 1934
De los 36 modelos de Auburn ofrecidos en 1933, solo se ofrecieron 18 para 1934. Con este mismo aspecto se presentaron también los revividos Six, autos con motores de seis cilindros en línea, designados Serie 652, con un motor Lycoming de 210 pulg³ (3.4L) que generaba 85 HP a 3500 rpm. Se ofrecieron modelos ‘Standard’ y ‘Custom’ sobre un chasis de 3.022,6 mm por tan solo US$ 695, en un esfuerzo por ganarle unos dólares a la Gran Depresión. Pero los Six no se vendieron para nada bien. El estilo fue mal recibido, porque la gente asociaba el frente del vehículo con una pala, llamándolo "frente de pala", y es a este modelo que a menudo se culpa por la caída en las ventas, pero 1934 no fue un buen año de ventas para ninguna marca.

1934 Auburn Model 652Y Cabriolet
Inspectores revisando un Auburn 652X Six- Sedán de 4 puertas, modelo 1934
Automóviles Auburn 652X Six- Sedán de 4 puertas, modelo 1934, siendo embarcados en vagones de tren
La llegada de Ames a Auburn también marcó el comienzo del diseñador Gordon Buehrig y el ingeniero August Duesenberg, que ya vivían sus propios ‘viacrucis’ en sus respectivos campos. Al diseñador Gordon Buehrig le dieron modesto US$ 50.000 y le dijeron que hiciera lo que pudiera para mejorar el estilo de Auburn en 1935. Mientras tanto, se le pidió a Augie Duesenberg que diseñara un nuevo motor de ocho cilindros, conjuntamente con Lycoming y el especialista en sobre-alimentación Schwitzer-Cununins. El resultado para el año modelo 1935, fue una línea de autos muy bonitos coronados por un magnífico y soberbio Auburn Speedster 851.

Auburn 851 Boattail Speedster (Sobrealimentado), modelo 1935

Sería la gloria final de Auburn. Gordon Buehrig no tenía el dinero suficiente para realizar un rediseño completo, por lo que trabajó con piezas sobrantes de los Auburn Twelve, del año 1934, dándole a las viejas carrocerías un nuevo radiador, un elegante capó, hermosos bumpers curvados y escapes externos. Por el otro lado, Duesenberg ahorró en gastos de herramientas injertando dos cilindros adicionales a los motores sobrantes de los Auburn Six que no se vendieron en 1934. El resultado fue motor de ocho cilindros en línea de 280 pulg³ que estándar producía 115 HP, y con el sobre-alimentador Schwitzer-Cummins, unos briosos 150 HP.

Los Auburn Speedster 851 – se califican entre los automóviles más asombrosamente bellos de todos los tiempos. Los que venían con sobre-alimentador podían alcanzar los 161 km/h (100 mph) al salir de la sala de ventas. Sin embargo, se vendían por tan solo US$ 2.245. Una vez más, Auburn estaba ofreciendo un producto de gran valor por un precio verdaderamente increíble. La exclusividad de Auburn Speedster 851 está garantizada por su producción limitada. Fue una creación maravillosa e insinuó lo que podría haber sucedido si la empresa se hubiera sobrevivido. Fue único y distintivo.

Auburn 851 Boattail Speedster (Sobrealimentado) , modelo 1935

Auburn Speedster 851 SC, modelo 1935 – Uno de los preferidos de la colección de Don Jorge Nicolini, en Lima, Perú
Pero 1935 resultó ser un año confuso y, en última instancia, decepcionante, y aunque los Auburn del año modelo 1936 eran predeciblemente casi todos iguales al año anterior. Solo 600 Speedster se construyeron entre 1935 y 1936. La producción total en 1936 de Auburn fue de solo 1.848 unidades. El Auburn Six, Serie 653, de seis cilindros, se convirtió en la Serie 654, que todavía se ofrecía en Standard, así como en los modelos Custom y Salon "Dual Ratio". La misma disposición, más los modelos sobre-alimentados fueron aplicados a la Serie 852 del año-modelo 1936. Sin embargo, a pesar de tener esta flota de bellos y magníficos diseños las ventas se negaron a mejorar y esos hermosos y elegantes descapotables, berlinas, faetones, sedanes y hasta el Speedster 852 sobre-alimentado, sucumbieron ante la magnitud de la Gran Depresión.

Auburn (Six) 654 Cabriolet, modelo 1936

Como un hijo pródigo, E.L. Cord regresó de Inglaterra en 1936 para salvar su imperio que se derrumba, solo para encontrar que la Oficina de Impuestos nacionales (IRS) y la Comisión de Bolsa y Valores estaban listos para iniciar investigaciones importantes sobre sus actuaciones. Uno de los resultados fue la cancelación de la ya planificada producción de Auburn para el año-modelo 1937. La marca estaba muerta. E. L. Cord lograría quedarse con la mayor parte de su fortuna, y en años posteriores se involucró en el negocio de la especulación sobre el valor de la tierra en el Oeste de los Estados Unidos. Aunque el Señor Cord, no es recordado con cariño por los fanáticos de la marca Auburn, es dudoso que esta hubiera subido tan alto sin él. Una pena que su vida en el pináculo fue tan corta.

Sala de exhibición y ventas de Auburn Motor Company, en Auburn, Indiana

Con conflictos internos y presiones del mercado externo, la compañía realizó algunas mejoras cosméticas al nuevo Auburn en 1935, diseñado por Gordon Buehrig. La opción de rendimiento de un sobre-alimentador también fue agregada y durante ese año, los autos Auburn continuaron siendo líderes en desempeño y rompiendo récords de velocidad. Desesperados por subsistir, también intentaron ingresar al mercado de automóviles comerciales con una línea de ambulancias y modelos fúnebres. Desafortunadamente, todo fue en vano, en 1937, la Auburn Motor Company se declaró en bancarrota y pasó a los anales de la historia.

En la actualidad existe un museo de Auburn Automobile Company, ubicado en la sede original de la década de 1930. El museo de dos pisos muestra de manera experta más de 120 autos clásicos en la sala de exposiciones y espacios de oficinas de la compañía presidida por E. L Cord. Vale la pena ver el edificio en sí: una joya del periodo ‘Art Deco’ restaurada a su antigua grandiosidad. Es una experiencia muy cercana a transportarse en el tiempo y estar en una sala de exposición de automóviles de la época. Allí se podrán apreciar magnificos exponentes de las marcas Auburn, Duesenberg, Cord, Packard, Rolls Royce, Stutz y Cadillac, colocados todos de manera cuidadosa para permitir a los visitantes inspeccionar la artesanía y el detalle de cada uno de estos bellos automóviles. Y la colección no se limita solo a estos excelentes clásicos.

En una habitación separada se encuentran autos deportivos de las décadas de 1950 y 1960: automóviles en estado impecable de las marcas Cobra, Jaguar, Mercede, Sunbeam Alpine y Corvette. Las oficinas comerciales de los ejecutivos y diseñadores de Auburn de entonces, se han recreado en sus habitaciones originales en el segundo piso. Los dibujos de diseño y los modelos de arcilla están en exhibición. La mayor parte de la colección se encuentra en el segundo piso, por lo tanto, es necesario tener suficiente tiempo para ver todo o planee regresar otro día. También hay una bonita tienda de regalos está en las instalaciones. La modesta admisión incluye un Pasaporte del Museo bueno para descuentos en otros museos en el área del condado de DeKalb.

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