La Historia del Paquete "W-30" del Oldsmobile 442

Por: Francisco Mejía-Azcarate
¿Qué es un W-30? ¿Un lubricante de silicona que viene en una lata azul? ¿Un formato especial para pagar impuestos o quizás el documento necesario para tramitar la visa a los Estados Unidos? No, no es nada de eso. Se trata de un ‘musculoso’ automóvil que vio la luz en los días en que debajo del capó se ponían verdaderas fieras llenas de potencia. Era la década de 1960 y el mundo libre estaba fascinado con los arrancones (piques) fuertes y la velocidad. 

Ha habido secretos automotrices profundos y oscuros, pero pocos fueron más profundos y oscuros que el secreto del ‘W-30’ de Oldsmobile. Fue un secreto tan bien guardado, que la mayoría de los distribuidores de la compañía ni siquiera sabían que existía y os ingenieros que lo inventaron no sabían cómo manifestárselo a los directivos de la marca y estos a su vez cuando lo conocieron tenían temor de presentarlo a la cabeza de GM. 


Simple y llanamente, el Oldsmobile W-30 estaba destinado a ganar carreras el domingo y a vender autos el lunes. Por primera vez, las vetustas automotrices norteamericanas tenían ejecutivos jóvenes y audaces en puestos claves y también por primera vez los jóvenes opinaban sobre el carro que sus padres debían comprar, así que no pasó mucho tiempo para que el concepto y la estética del carro familiar estadounidense cambiara por completo y las familias ‘gringas’ empezaran a llevar a sus garajes autos mucho más sexis y dinámicos, que llenos de estilo y potencia dieron vía a una época dorada conocida como “la era de los autos musculosos”.

Era esta que generalmente abarca el periodo de tiempo transcurrido entre 1964 y 1972. Fue en ese momento cuando los jóvenes comenzaron a exigir máquinas de alto rendimiento que podían desgarrar el pavimento en un solo arrancón luego de una luz roja o correr contra sus amigos el ¼ de milla en una pista local. La potencia, la velocidad y el estilo se convirtieron en la razón de ser de los fabricantes de automóviles de Detroit. Cada fabricante de automóviles en los Estados Unidos, presentó su gama de autos musculosos, además de paquetes opcionales para mejorar el rendimiento; solo se trataba de autos con grandes y potentes motores de gran cilindrada cúbica y altísimo torque, tratando de emular los despegues de los cohetes de la NASA.

Oldsmobile Cutlass 442 W-30 Holyday Coupé, modelo 1966
Silenciosamente, y sin mucho espaviento, Oldsmobile se convirtió en parte de “la era de los autos musculosos” en el año 1966, gracias al lanzamiento de una versión poco conocida que venía con un paquete opcional denominado ‘W-30’ que salió en secreto y directamente de las enormes torres de General Motors, en Detroit. Básicamente, era un Oldsmobile F-85 equipado con un poderoso motor V-8 de 400 pulg³ (6.5L) que era capaz de generar una potencia de 360 HP.

La historia cuenta que aquel proyecto que había comenzado en secreto en 1964, se hizo realidad así: Mientras Ford y Chevrolet se batían a duelo con la intención cada uno de acaparar la mayor proporción de clientes jóvenes, los hasta entonces ultraconservadores dirigentes de GM, casi que a regañadientes dieron luz verde a sus divisiones Pontiac y Oldsmobile para que hicieran lo suyo. El primero en responder fue Pontiac cuyo GTO, que había sido un proyecto a escondidas porque, increíblemente, los directivos de la GM, eran tan conservadores que no estaban muy de acuerdo con que Pontiac fabricara el GTO, pues no veían con buenos ojos toda esa ‘agresividad competitiva’ en un carro familiar; sin embargo esa perspectiva cambió cuando vieron los números de unidades vendidas ascender como nunca antes. 


Seis meses más tarde, Oldsmobile respondió con el modelo F-85, y su ahora legendaria designación numérica 4-4-2, que significaba: "4" un carburador de cuatro bocas, "4" transmisión manual de cuatro velocidades, y "2", doble exosto. La designación 442 que había sido presentada como un paquete opcional para los modelos F-85 y Cutlass vendidos en Estados Unidos, se convirtió en un modelo por derecho propio de 1968 a 1971.

El carro no parecía gran cosa comparado con la apariencia de Pontiac GTO, pero desde un comienzo enseñó su potencial. Con un brioso motor V-8 “Jet-Fire Rocket” de persecución, de 330 pulg³ (5.4L) y 310 HP, extraído de los autos Oldsmobile 442, modelo 1964, que la marca le vendía a la policía de carreteras, este Oldsmobile funcionó relativamente bien, aunque le costaba mantenerse firme contra los de la competencia como los GTO de 389 pulg³ (6.4L) que circulaban por las calles. Comenzando en 1965, la transmisión estándar de los 4-4-2 era manual de 3 velocidades junto con una transmisión automática opcional ‘Jetaway’ de 2 velocidades o una manual de 4 velocidades, Las cosas no cambiaron mucho hasta que en el año 1966, los ingenieros en Oldsmobile decidieron montarle un carburador de 4 bocas a un motor V-8 de 400 pulg³ (6.5L). Esa si fue una verdadera mejora, sin embargo, aún no había trofeos, porque los GTO seguían gobernando el camino; así que Oldsmobile respondió cambiando la configuración y en lugar de un carburador de cuatro bocas, instaló 3 carburadores dobles, elevando la potencia del 442 a 360 HP, y ahí sí todos empezaron a notar la diferencia, sin embargo, los ingenieros de Oldsmobile no pararon ahí, más adelante ese mismo año, silenciosamente liberaron el paquete “W-30”. Estos nuevos motores ahora tenían un mejor árbol de levas y resortes de válvulas de alta tensión para mantener los elevadores arriba a altas revoluciones. A continuación, los componentes fueron cuidadosamente combinados, medidos y montados a mano en la fábrica.

Oldsmobile 4-4-2 ‘W-30’, modelo 1966
El objetivo era simple: convertirse en rey de los arrancones (piques). Estaban tan decididos quienes dirigían las diferentes divisiones de ingeniería en Oldsmobile, que la mayoría que estas versiones salieron a la venta completamente despojadas de cualquier asomo de tecnología “superflua”, es decir, sin radio, sin antena, sin vidrios eléctricos y contrario a lo que se ha dicho en algunos reportajes, todos eran techo duro y todos tenían calefactores, pero ninguno, aire acondicionado. Como lo expresé al comienzo de la historia, el paquete de opciones ‘W-30’ era tan secreto que la gran mayoría del público en general no tenía ni idea de su existencia, inclusive la mayoría de los distribuidores desconocían de que se trataba. De hecho, sólo 54 de estos moledores de pavimento de altísimo rendimiento fueron producidos el primer año, la mayor parte de los cuales llegaron directamente a los pilotos profesionales de carreras de arranques o piques de ¼ de milla. 

El éxito llegó rápidamente. Ese año, el Oldsmobile 442 W-30 trajo a casa el trofeo al ganar la carrera de carreras de la Asociación Nacional de Hot Rod (C/Stock). Para 1967, ya todo el mundo hablaba del nuevo musculoso de Oldsmobile y la compañía finalmente comenzó a hablar de la existencia del ‘W-30’. 

El resultado fue un salto en la producción de 54 a 502 unidades, además de cientos de kits de conversión de venta libre conocidos como el ‘Track-Pac’. Algunos concesionarios que conocían el tema convirtieron 373 automóviles Oldsmobile 442, instalándoles los paquetes de opciones ‘W30’ ‘Track-Pac, adquiridos por separado, y aunque el desempeño mejoraba sustancialmente, aún estaban distantes en desempeño de los originales, sin embargo, cualquiera de esas 373 unidades que haya sobrevivido a los avatares de las carreras y el tiempo, puede costar bien por encima de US$ 100.000 en una subasta y entre más pase el tiempo, más dinero van a costar en el futuro.

Oldsmobile 442 W-30 Holiday Coupé, modelo 1967 (1 de 373) 
En 1967 se dio la opción de reemplazar la transmisión automática “Jetaway” de dos velocidades por una nueva transmisión opcional “Turbo Hydra-Matic” de tres velocidades y naturalmente, también estaba disponible una transmisión con palanca al piso de cuatro velocidades para cualquier persona insatisfecha con la transmisión de tres velocidades.

Carburador “Rochester Quadrajet”
Adicionalmente, ese mismo año se dieron cambios en la carburación, como consecuencia de un mandato de las directivas de GM, que indicaba que solo los Corvettes podían tener una configuración de motor con múltiples carburadores, (conocida como Tri-power) los tres carburadores de dos bocas instalados inicialmente en los autos Oldsmobile, fueron reemplazados por un enorme carburador “Rochester Quadrajet” de cuatro bocas. 

Con solo mirar lo que los diseñadores propusieron para la línea ‘Cutlass’ en 1968, se ve un cambio radical en la apariencia del modelo, incluyendo el Oldsmobile 4-4-2. Tenía una postura nueva, más pequeña, con un look ‘fastback’ que labraba en una distancia entre ejes de 2.844,8 mm (112”), 76.2 mm (3”) más corto que antes, para un largo total de 5.120,64 mm (201.6”). Este año el paquete 4-4-2 estaba disponible para estos 3 modelos: el Holiday Coupé, el Sports Coupé y el Convertible. De hecho, 4-4-2 era ahora una serie en lugar de un simple paquete de opciones. En 1968, el, el Oldsmobile Cutlass Supreme 442 fue nombrado “Performance Car” del año por la revista especializada “Cars Magazine”. Y fue precisamente ese año, cuando se construyeron más vehículos Oldsmobile Cutlass Supreme 442 que en cualquier otro año de la era de los autos musculosos.

El ‘W-30’ continuó relativamente idéntico hasta 1970 cuando la compañía decidió crecer el ya poderoso motor a 455 pulg³, (7.45L) el cual era capaz de generar 370 HP. El paquete con la opción ‘W-30’ se había hecho relativamente popular y ese año 3.100 unidades salieron de la línea de ensamblaje a despedazar caucho y a moler pavimento en las ciudades estadounidenses. 

Oldsmobile 442 ‘W-30’, modelo 1970
Para 1971, el paquete con la opción ‘W-30’ era una mera sombra del año anterior al sufrir cambios en la compresión y una merma en la sincronización de las levas que le robaron al paquete ‘W-30’ su razón de ser, pero como de los recuerdos también se vive, podemos asegurar que al menos en 1970, no existió un solo automóvil de fabricación masiva que fuera capaz de vencerlo. 

Interior del Oldsmobile 442 ‘W-30’ modelo 1970

Pronto vendrían tiempos terribles para la industria automotriz estadounidense y la época de los ruidosos arrancones que dejaban una estela de humo y dos rayas negras de caucho molido en el pavimento serían solo un lejano recuerdo en la mente de quienes vivimos esa época. Varias circunstancias puntuales dieron al traste con la burbuja de “los autos musculosos”; Oldsmobile, así como todas sus hermanas de cuna en GM y las otras automotrices ‘gringas’ enfrentadas en la guerra de las pulgadas cúbicas y la potencia se vieron obligadas a hacer cambios drásticos debido en gran parte a las restricciones federales impuestas por las nuevas leyes contra la contaminación, las estrictas regulaciones de parte de las aseguradoras y además la crisis del petróleo de 1973, la cual generó no solo un incremento en los precios de los combustibles en general, sino también una enorme escasez de gasolina en los Estados Unidos, precipitando un efecto combinado de motores con menor compresión, menor potencia y por supuesto, mayor eficiencia.

Oldsmobile 442 ‘W-30’, modelo 1970, quemando caucho
Maple Grove Raceway - Mohnton, PA – Chevrolet Corvette L88 427, modelo 1969 vs Oldsmobile 443 ‘W-30’, modelo 1970
Como resultado final de todos estos acontecimientos, Oldsmoble abandonaría el negocio de los autos de gran desempeño, y “la era de los autos musculosos” llegaba a su fin tan silenciosamente como había comenzado.