Historia del Bugatti Tipo 13 “Brescia”, encontrado en Francia

Investigación y edición Francisco Mejía-Azcarate
Pareciera que fuere habitual encontrar automóviles fantásticos guardados en granjas viejas, probablemente porque las nuevas generaciones son menos melancólicas y más pragmáticas, así, que cuando se enteran lo que sus mayores tienen guardado en garajes viejos, los convencen como sea para que los conviertan en dinero o simplemente esperan hasta que puedan heredarlos, como ocurrió en este caso, cuando los familiares de un antiguo alcalde de una bella villa francesa murió en enero pasado y dejó una hermosa “joya sobre ruedas”. Es bien claro, sin embargo, que una cosa debe ser lo que se siente al heredar un viejo Ford Modelo T, del que se fabricaron 15 millones y de los cuales sobreviven miles y otra cosa es lo que se puede llegar a sentir al heredar un Bugatti Tipo 13 Brescia, de 16 válvulas, doble magneto y chasis corto, de los cuales, cuando nuevos, solo se vendieron 25 en Francia, siendo este Brescia el único sobreviviente en ese país y uno de los 12 que quedan, según registros conocidos, en todo el mundo.

Lugar y estado en que se encontró este Bugatti Tipo 13 Brescia, modelo 1925

La diferencia de sentimientos entre los dos descubrimientos tiene que ver con el origen del vehículo y es que Buggatti es una marca germano-francesa muy especial, que se caracterizó por producir hermosos y refinados automóviles, de gran lujo, que también eran invencibles en las carreras. La Bugatti fue fundada en 1909 por el italiano Ettore Bugatti (1881-1947) en Molsheim, Francia, localidad que por aquel entonces pertenecía al Imperio Alemán.


Este es precisamente el caso de este Bugatti Tipo 13 Brescia, cuyo chasis # 2628 está vestido con una carrocería hecha a mano por el carrocero italiano Louis Maron, encontrado en una vieja ramada francesa tras más de 40 años de estar guardado en el mismo lugar. La carrocera “Louis Maron Pot et Cie”., de Levallois-Perret, al noreste de Paris, fue la cuna del automóvil en Francia. 


¿Por qué es tan importante este carro? Los primeros Bugatti de 16 válvulas fueron fabricados entre 1920 y 1923. Aunque no está claro cuántos fueron, todos se encuentran dentro de un grupo cuyos números de chasis van desde 900 hasta 1611 y dentro de ese mismo grupo algunos fueron fabricados específicamente para competición. Revisando los registros de la compañía y abusando de la bondad de la Universidad de Bremen, fue posible identificar 30 unidades Tipo 13, al igual que 20 unidades Tipo 22 y Tipo 23, fabricados exclusivamente para competición, siendo estos los primeros y verdaderos “Brescia”. Venían equipados con el magnífico y confiable motor de rodamientos y se cree que solo cinco de estos sobreviven en la actualidad y tienen los siguientes números de chasis: 1318-1323-1398-1528 y 1573 (esta lista podría estar incompleta). De 1923 a 1925 la producción del nuevo modelo 'Brescia' llegó a las 1294 unidades; esas unidades estaban marcadas con la siguiente secuencia de números en el chasis: de 1612 a 2906. Todos estos Brescia venían con la caja de dirección integrada en el cárter. Cuando se habían fabricado un poco más de 1000 unidades, un puñado de modelos "Tipo 13” con doble magneto y 16 válvulas fueron ordenados por el propio Ettore Bugatti y este es uno de esos. 

No todos serían modelos de carreras ya que algunos recibieron carrocerías biplaza deportivas, con guardabarros alados, dando libertad a la imaginación de los carroceros, como es el caso de este. Usando, al máximo, mis habilidades investigativas logré desenterrar un microfilm que proporcionó la siguiente información de ventas directamente de los libros de contabilidad de Bugatti: en total se produjeron 75 automóviles Bugatti Tipo 13 con doble magneto: 22 en 1923, 13 en 1924 y 40 en 1925.

Estado actual (al momento de la subasta) del Bugatti Tipo 13 Brescia, modelo 1925
La procedencia de este magnífico automóvil es relativamente simple, pues por varias décadas perteneció a Bernard Terillon, (1927/2015), quien además por muchos años (1965/1989) fue alcalde de la villa “La Chapelle-au-Mans” a unos 330 kilómetros al norte de Paris. Bernard Terillon, era un conocido, entusiasta y coleccionista de automóviles Bugatti y llegó a tener cuatro de ellos, pero en la década de 1970, decidió vender tres y por alguna ‘mágica’ razón se reservó este.

Esta es una de las primeras fotos que se publicaron de este magnífico carro 
El Brescia fue adquirido por el Señor Terillon en 1953 y lo conducía con regularidad por las carreteras rurales de la villa, hasta 1975, cuando por algún motivo desconocido lo guardó en una vieja ramada de su granja por 40 años. Terillon falleció y sus deudos y herederos decidieron subastarlo.

Fotografía de Bernard Terillon, en 1969, al volante de su venerado Bugatti Tipo 13 Brescia, modelo 1925
Este rarísimo Tipo 13, subastado el 22 de junio de 2015, por ‘Artcurial Motorcars - Automobiles sur les Champs’ de París, fue estimado por la casa de subastas en un precio que oscilaba entre los €150.000 y los €250.000, pero como sucede algunas veces cuando varias personas muy ricas desean el mismo carro, el precio fue subiendo hasta superar por mucho el valor más alto estimado por los expertos de la casa de subastas; en este caso el martillo cayó en €834.400 (US$ 951.216), con lo cual se estableció un nuevo record para este modelo. Este asunto de las “joyas sobre ruedas” se ha ido convirtiendo en algo similar a la fiebre del oro; lo que vemos es que en los últimos años, la valorización ha llegado a límites impensables hace solo 10 años y no existe ningún “comodity” en el mundo que se valorice más que los carros especiales, ni siquiera el oro. 

Pensándolo bien, el estimado pudo haber sido algo conservador, si tenemos en cuenta que se trata de un carro de una marca extraordinaria, de producción muy limitada, fabricado hace 90 años, que se encontraba en estado ‘original’. Esta característica se clasifica en el “Código Técnico Internacional – FIVA”, como “Vehículo Histórico Tipo A” de serie (estándar). Posiblemente la clasificación más difícil de conseguir por los coleccionistas más puristas. De todas formas, ya sea que su nuevo propietario lo conserve en el estado original o lo restaure a 100 puntos, este es un vehículo magnífico que merecía estar mejor cuidado. 

Históricamente hablando, el Tipo 13, es un modelo original Bugatti; fue el primer carro de calle producido en serie por el “Maestro Ettore” y se fabricó por primera vez en 1910, y luego de finalizada la Gran Guerra, se volvió a fabricar entre 1919 y 1926 y aunque se fabricaron varios cientos de ellos, solo se sabe de la existencia de 12, incluido el que en junio de 2009, fue sacado del lago Maggiore entre Suiza e Italia, luego de permanecer allí durante 72 años para ser posteriormente rematado por Bonhams en US$228.000.oo.
Este carro, aunque pequeño, es un auto deportivo con un poderoso y avanzado motor de 16 válvulas y el nombre Brescia, proviene de la carrera de 1921, cuando los cuatro vehículos Bugatti Tipo 22, que el “Maestro Ettore” inscribió en el Gran Premio de Italia en Brescia, ocuparon los cuatro primeros lugares. A partir de ese momento los Tipo 13 y todas sus evoluciones empezaron a ser llamados universalmente “Bugatti Brescia”.

Ettore Bugatti en 1925, a la edad de 44 años
¿Porque el Bugatti Tipo 13 Brescia, es un carro tan importante? Ettore Bugatti, cuyo nombre completo era Ettore Arco Isidoro Bugatti, nació en el seno de una familia adinerada y muy proclive al arte, era el hijo de Carlo Bugatti, un importante diseñador de muebles y joyas Art Nouveau y nieto de Giovanni Luigi Bugatti, renombrado arquitecto y escultor. Su hermano menor, quien se llamabaRembrandt Bugatti, era un reconocido escultor cuyos trabajos se venden actualmente en grandes sumas en las subastas de arte más exclusivas. La familia no estaba muy contenta con la fascinación del joven Ettore por los “carruajes sin caballos”, pero su padre lo apoyaba ‘bajo cuerda’, mientras le imploraba que fuera siquiera a una escuela técnica, consejos que Ettore desoyó. 

Bugatti creo su primer prototipo en 1898 y un segundo prototipo en 1901, con el que ganó un premio ese año, en la prestigiosa “Feria Comercial de Milán”. Ese prototipo llamó la atención del pionero alemán de la industria automotriz, el Barón De Dietrich, quién registró y produjo el diseño del “De Dietrich Tipo 2”. Ettore luego condujo la producción de una de las dos fábricas de De Dietrich, asumiendo la responsabilidad de crear y desarrollar más modelos. Cerca de 100 carros De Dietrich-Bugatti Tipo 3, Tipo 4 y Tipo 5, fueron producidos desde 1902 hasta que Ettore dejó a De Dietrich en 1904. Luego vinieron muchas otras sociedades con fabricantes de automóviles como Mathis-Hermes y Deutz y hasta diseñó un prototipo para Peugeot, antes de abrir su propia compañía en 1909, la cual llamó “Automobiles E. Bugatti”, en el pueblo alemán de Molsheim, Alsacia, región que ahora pertenece a Francia. Desde el momento en que Ettore Bugatti produjo el primer carro que llevó su apellido, cosas mágicas empezaron a sucederle. Por ejemplo, ese pequeñísimo Bugatti Tipo 13, de la foto de abajo, el cual pesaba solamente 300 kilogramos fue inscrito en el “Grand Prix De L'ACF” en Le Mans de 1911 y con un motor de 1.368 C.C., tuvo un desempeño increíble y después de más de 7 horas de carrera, el diminuto auto Bugatti, de conducir suave,terminó en segundo lugar, sólo detrás del FIAT S61 de Víctor Hemery.

Bugatti Tipo 13 con un modesto motor de 1.368 C.C.
El efecto promocional del éxito de Bugatti en las carreras quedó impreso ese día y más adelante se convertiría en un sello distintivo de la denominación de Bugatti. Recordemos que para esa época, FIAT era el fabricante de automóviles más grande de Italia y el S61, tenía un motor de 9.652 C.C. (589 CI) siendo capaz de ir a más de 180 kms/h. Un FIAT S61 conducid por David Bruce-Brown llegó tercero en la primera carrera de Indianápolis 500 y fue muy exitoso en muchas otras carreras importantes alrededor de los Estados Unidos, con conductores estadounidenses legendarios, como Ralph De Palma, Teddy Tetzlaff y Caleb Bragg.


Como la fábrica de Molsheim estaba en una región que se disputaban Alemania y Francia (Alsacia), Ettore Bugatti, con mucha antelación al conflicto bélico, que él presentía iba a ocurrir, decidió llevarse dos Tipo 13 a la ciudad de Milán y dejo enterradas en los terrenos aledaños a su fábrica, las piezas de otros tres. Después de la guerra, Bugatti desenterró las partes y preparó cinco Tipo 13, para competir en carreras.

Ernest Friedrich espera la largada de la carrera "VIII Coupe des Voiturettes", en 1920
La primera carrera importante de Bugatti, pasada la Gran Guerra, fue el "VIII Coupe des Voiturettes" celebrada el 29 de agosto 1920 en el “Circuito de la Sarthe” (ahora conocido como Le Mans). Cerca de la mitad de la pista de carreras utilizada ese día permanece aún como parte del circuito de Le Mans, aunque en aquellos días no estaba cubierta con pavimento. La carrera de las "24 Horas de Le Mans" comenzaría tres años después.

Largada de la carrera "VIII Coupe des Voiturettes" en 1920, ganada por Ernest Friedrich, en un Bugatti, Tipo 13
Con frenos únicamente en las ruedas traseras y previendo accidentes en la largada, los participantes eran liberados en pares cada 30 segundos. La carrera debía completar 24 vueltas de un circuito de 17.2 kilómetros para una distancia total de 412.8 kilómetros y como la carrera era para categorías de menor cilindrada, el Bugatti demostró ser muy competitivo. Faltando apenas cuatro vueltas para terminar la carrera el Bugatti T13 de Pierre de Vizcaya y el de Ernest Friederich iban en el primero y segundo lugar a un paso endemoniado, pero cuando se hizo la parada en los pits, la mano de una persona no autorizada tocó la tapa del radiador del Bugatti de Vizcaya que lideraba la carrera, razón por la cual los funcionarios de la carrera intervinieron y descalificaron el carro en el acto, aduciendo que el carro había recibido ayuda adicional y así descalificado se quedó. Al final, a pesar de la descalificación de Pierre de Vizcaya, Ernest Friderich terminó la carrera en el primer lugar con un tiempo de 4 H, 27 M y 46,4 S, a una velocidad promedio de 91.96 kms/h, 20 minutos por delante del segundo clasificado, Bignan. Un tercer Bugatti, conducido por Michele Baccoli, terminó en quinto lugar.

Foto en la que se aprecia a Ettore Bugatti, en la tribuna oficial, al lado del ganador de la carrera "VIII Coupe des Voiturettes" Ernest Friedrich y el mecánico acompañante
El triunfo del Bugatti Tipo 13 en el Circuito de la Sarthe en 1920 fue el más importante hasta ese momento, sin embargo palidece cuando se le compara con el resultado del prestigioso “Gran Premio delle Vetturette” llevado a cabo en Brescia, Italia, el 08 de septiembre 1921. Después de 346 kilómetros o sea 20 vueltas a un circuito de 17.3 kilómetros los Bugatti T22, que no eran otra cosa que el mismo T13 con una distancia entre ejes más larga, conducidos cada uno por Ernest Friderich, Pierre de Vizcaya, Michele Baccoli y Piero Marco llenaron los cuatro primeros lugares del podio. El resultado fue tal, que en adelante, todos los Bugatti Tipo T13 fueron conocidos como los Brescia.


I Gran Premio delle Vetturette 
Septiembre 8, 1921 – Brescia: 346.02 km (17.3 km x 20 vueltas)

1.      13 Ernest Friderich Bugatti     T22 2h59m18.6, 115.48 kph
2.        3 Pierre de Vizcaya Bugatti   T22 3h00m35.4
3.      10 Michele Baccoli Bugatti     T22 3h06m47.0
4.        7 Piero Marco Bugatti           T22 3h08m42.0

Siendo el Tipo 13, el carro que hizo famoso el nombre Bugatti, su continua evolución y desarrollo llevó a este modelo legendario a ser diseñado para competencias de alta velocidad en pista, aunque podía ser ordenado con guardabarros y luces para correrlo en las categorías de autos deportivos. Subsecuentemente, varias versiones de este modelo progresaron hasta convertirse en maravillosos y efectivos carros de carreras, los cuales ganaron la carrera de Targa Florio cuatro años consecutivos, haciendo del Bugatti T35, el carro de carreras más exitoso en la historia de la compañía.

Bugatti T35, durante la carrera Targa Florio de 1929