¡ El Ford Thunderbird !


Encuentre la fantástica historia de los T-Birds, al pie de la última fotografía...
Ford Thunderbird 1957 costado derecho
Techo duro removible con claraboya
Aletas traseras prominentes
T-Bird 1957 costado izquierdo
Baúl, stops redondos y dos exostos (izq y der) que desahogan por el bumper 
Parrilla cuadriculada: herencia de la línea europea
Detalle de la claraboya y manija de la puerta del pasajero
Motor 312. El capot abre en sentido opuesto a lo convencional
Tapas de aluminio con el logo del Thunderbird

Cartera con detalle en aluminio repujado; control eléctrico de la ventana 
Parabrisas panorámico curvo y espejo lateral izquierdo
Calcomanía original en la tapa del baúl
Baúl del T-Bird con llanta de repuesto
Carpa y herraje del T-Bird (Se oculta detrás del sofá) 2ª. Opción para cubrir el vehículo 
Sofá del T-Bird; adorno de aluminio repujado en el tablero y en la puerta 
Tapacubos; rin 14” de radios y llanta franja blanca
Delicada filigrana adorna el stop del T-Bird 1957; abajo uno de los exostos 
Adorno con el logo del T-bird bajo de la cerradura del baúl
Ventila para refrescar la cabina: logos del Thunderbird
Detalle del rin 14” de radios: llanta franja blanca
Vista aérea del motor 312; restauración 100 puntos
Control de la calefacción en el tablero
Cabrilla del Ford T- Bird. Al fondo relojes de control
Palanca de control de la caja de cambios automática
Silueta del guardabarro trasero izquierdo
Silueta del guardabarro delantero izquierdo. Incluye logo Thunderbird 
Habitáculo del piloto y el copiloto: aire acondicionado original. El Ford Thunderbird 1957, propiedad de Aldo Centenaro,
es único en el suroccidente de Colombia.

La Historia de los T-Birds

Cuando la General Motors lanzó el Corvette en 1.953, fue el primer fabricante en reaccionar ante la oleada de deportivos británicos importados a Estados Unidos. De hecho la Ford había iniciado un proyecto para un “sport car” en 1.951, pero fue el lanzamiento del Corvette lo que la estimuló a reorganizar el plan de lanzamiento del biplaza. Ford decidió utilizar la potencia del V8 desde 1.955, pero dándole al vehículo un nivel de confort mucho más elevado. La decisión dio nacimiento al Ford Thunderbird, un auto lento en las curvas pero muy rápido en la autopista, razón por la cual vendió cantidades muchísimo mayores que el deportivo de la General Motors Corporation. A pesar que el Corvette adquirió una opción de V8 el mismo año en que el Thunderbird fue presentado, Ford efectuó una mejor interpretación de lo que el comprador norteamericano deseaba, en especial los veteranos de la segunda guerra mundial, quienes soñaban con un auto de sólo dos puestos. El Thunderbird fue diseñado por Frank Hershey. Se basaba en un nuevo bastidor con el mismo frente que el Corvette pero el Thunderbird tenía una figura esbelta que resultaba tan atractiva como cualquier coche europeo. Su parrilla a cuadros tuvo influencia italiana. Sin embargo ningún Jaguar, Ferrari o Triumph superaba la belleza de sus líneas. La suspensión era la estándar de Ford, con suspensión delantera independiente. Las características deportivas las proporcionaba la transmisión automática de 2 velocidades. Ford eligió un V8 y lo equipó con una caja de cambios manual de 3 velocidades con “overdrive”, ofreciendo como alternativa 3 marchas, en la caja automática.

En lo que respecta a los motores la opción más grande era la de 4.785 cc de la gama Mercury, con 193 caballos. También estaban disponibles las versiones de 3.9 y 4.1 litros. En 1.956 el bloque más pequeño aumentó hasta los 4.457 cc con 200 caballos y el motor Mercury fue incrementado hasta los 5.117 cc y 245 caballos. La carrera por la potencia comenzó a mediados de los cincuenta y la Ford iba a la cabeza al adelantar a la General Motors. Fue notorio que a pesar del tamaño de la bodega la misma no tenía suficiente espacio para el equipaje razón por la cual en 1.956 la llanta de repuesto fue montada bajo una cubierta metálica, como ocurría en los Lincoln Continental. El techo rígido opcional llegó como una alternativa a las conocidas ventanillas en 1.956 y fue solicitado por un 80% de los 17.000 compradores. En 1957 aparecieron las aletas traseras más pronunciadas. Destacaba que por primera vez en la historia un vehículo americano tenía incorporado tacómetro en el tablero y timón ecualizable. Su poltrona venia con motores eléctricos controlables desde la cabina que movían el mueble horizontal y verticalmente.

A pesar que las ventas de 1.957 alcanzaron las 21.380 unidades, mientras que el Corvette sólo llegó a 6.340, ello no fue suficiente para justificar una cadena de producción, por lo cual la Ford reaccionó convirtiendo el “T-Bird” en un cuatro plazas en 1.958: el “Big Bird”. Este aumentó su frente en 28 cm y su longitud total en 51 cm. El peso extra de 370 kg se compensó con el uso de un nuevo bloque V8 de Ford con 5.440cc o en la opción mayor con 5.768cc y 300 caballos. El nuevo diseño reflejaba la era de las aletas y los cromados, con una gran parrilla blindada adelante, cuatro faros y la rueda de recambio fuera de la carrocería. A pesar que el “Big Bird” perdió elegancia, las ventas alcanzaron las 38.000 unidades, lo que justifico el estudio de mercadeo que en la época hizo la Ford. Por las carreteras del departamento del Valle del Cauca, en Colombia, sólo ruedan unos cinco Thunderbirds de la generación biplaza. Distinguidos dos de ellos con el color amarillo (“goldenrod yellow”) y dos del tono guayaba, los cuales se encuentran en perfecto estado de conservación y guardan la originalidad de fabrica.

Los biplaza tienen en común que cuando se utiliza el techo duro de fábrica, el habitáculo se torna muy caluroso. En la primera versión, la de 1955, el motor pide una caja con mayor número de velocidades. Cuando el T-bird es utilizado en pistas cerradas al estilo de la del Autódromo de Tocancipá el Thunderbird “derrapa” peligrosamente al tomar las curvas y se acuesta demasiado, fenómeno que hace que las ruedas traseras rocen el borde de la carrocería. La referencia de las llantas no es la más adecuada pues el coche conservó las que portaban los vehículos de la misma marca, en su versión familiar. No obstante lo anterior quien conduce un Ford Thunderbird es invadido por la magia del mito y poco importan sus limitaciones técnicas pues la sensación que produce el descapotable y las altas velocidades que consiguen los tres modelos 55, 56 y 57, superiores a los 170 kilómetros por hora, eliminan cualquier inconveniente. El 1955 vino con el motor 292 y las versiones 1.956 y 1.957 vinieron con motores 312, de tal forma que en competencia superan a la primera generación.

FICHA TECNICA

AÑOS DE FABRICACIÓN: 1.955, 1956 y 1.957
MODELO: BIPLAZA DESCAPOTABLE
MOTOR DELANTERO: V8
SISTEMA DE DISTRIBUCION
ESTRANGULADORES DE VÁLVULAS EN CABEZA
SISTEMA DE ALIMENTACIÓN: CARBURADOR HOLLEY DE 4 VENTURYS
POTENCIA: 200 CABALLOS A 4.400 RPM
TRANSMISION 3 VELOCIDADES Y O/D
CARROCERIA/CHASIS: BASTIDOR DE SECCION EN CAJA DE ACERO
SUSPENSIÓN DELATERA BRAZO OSCILANTE Y MUELLES
SUSPENSIÓN TRASERA EJE RIGIDO CON BALLESTAS TRANSVERSALES
NEUMÁTICOS/RUEDAS 6.70 X 14
LLANTAS FRANJA BLANCA
RINES Y COPAS EN ACERO
LONGITUD, ANCHURA Y ALTURA 4.153 X 1.753 X 1.308 MM
VELOCIDAD MÁXIMA 185 KM/H
LUGAR DE FABRICACIÓN DETROIT (ESTADOS UNIDOS)

Bibliografía: Crédito Articulo Automóviles Clásicos de M. Bowler; Biblioteca OCCCCC / Fotografías digitales de Aldo Centenaro