Fidel Uribe Carvajal, un hombre recio, de armas tomar y altas “revoluciones” es descendiente por línea directa, 4ª. generación, del general Rafael Uribe Uribe, ex presidente de la República de Colombia y pariente cercano del doctor Álvaro Uribe Vélez, con quien comparte genes. Además, es nieto de Antonio Uribe, el fundador del Municipio de Jericó, departamento de Antioquia, en Colombia. Cuando Fidel cumplió 20 años de edad se vio forzado a desertar de la facultad de Ingeniería Mecánica de la Universidad Nacional, donde había sido admitido después de terminar estudios en el Colegio Virrey Solís de la capital colombiana. Como efecto de los tremendos golpes que le dio el destino, Fidel fue a parar a Buenaventura, puerto donde no le fue posible progresar. Tal circunstancia lo hizo venir a Cali, lugar en el que después de muchas desventuras adquirió un Renault 4 que por su pésimo estado, aún lo denomina “el 3 y ½”, logró permutar por un torno que no sabía manejar. Ese fue el punto de partida para que este paisa caleñizado fundara el exitosísimo “Taller Torno Industrial” que ya cumplió 25 años de funcionamiento.
Con el paso del tiempo tuvo el espacio y la disponibilidad para adquirir un vehículo que siempre arañó su mente: la Willys 1949, color amarillo, que puede ser vista en el Blog del OCCCCC, identificada con las placas NPA099 de Timbío, Cauca. Heredero legítimo de la vocación mecánica de su padre, Fidel decidió intervenir la pick up a su entero gusto y la transformó en su coche de uso diario y en la solución permanente de las necesidades de transporte de su taller. Ese es el vehículo con el cual conocimos a Fidel. Pero hace algunos meses, al vehemente Fidel, se le ocurrió adquirir una camioneta Ford tipo pick up modelo 1928, un automotor que se convirtió en el motivo de sus sueños y desvelos y cuya existencia detectó en un viaje a Medellín, una de las mecas del automovilismo antiguo y clásico en Colombia, dado que la mencionada capital se ha convertido en una sólida cantera de aficionados que poco a poco y con gran determinación han logrado incrementar el patrimonio automotriz histórico, de manera significativa, buscando vehículos en todos los confines y rincones de Colombia. No crean que le fue fácil convencer al adusto propietario de la Ford 1928 para que se la vendiera. El asunto le tomó a Fidel largas y tediosas conversaciones por teléfono celular y la exposición de sesudos y pesados argumentos de carácter persuasivo, hasta que por fin el tozudo dueño de la pick up cedió y le enajenó el vehículo por una suma que Fidel consideró razonable.
De lo que siguió a continuación no les hablaremos mucho pero, en cambio, les mostraremos el excepcional testimonio fotográfico procurado por el propio Fidel, el cual les servirá a muchos de nuestros amigos y usuarios del OCCCCC a comprender y en especial, a admirar, lo que significa el tremendo esfuerzo destinado a restaurar y reconstruir un vehículo usado, que como en este caso gradúa, con todos los honores, a un gran aficionado en un reconocido profesional, al nivel de Chip Foose y todos su compadres del norte de las Américas. El “recién nacido”, ahora con características de “Street Rod” porta placas expedidas por la Secretaría de Tránsito de Envigado, municipio cercano a Medellín y goza de un remoquete cariñoso: “La Negra”.
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Puerta en preparación
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Guardabarros recién pelados. Se aplica pintuóxido y se detalla minuciosamente la lámina
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Se afina el guardabarros para aplicarle pintura y base
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Macillando y emparejando...
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Alistamiento del guardabarros. Se consigue la curva natural del troquel de fábrica
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Estado de la carrocería y la pared de fuego antes de subir el motor al chasis
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Pruebas y alineamiento de las piezas. Revisión de la estructura
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Estado del piso y del espaldar de la cabina cuando se levantó la pintura
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Reconstrucción de los herrajes, la estructura y las paredes del platón
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Alineamiento de las piezas del platón para la instalación del guardabarros izquierdo
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Calibrando la presión...
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Pistonería y bloque V8
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Pistonería en el lado opuesto del V8
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Caja de cambios
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Fidel revisa el motor en compañía de un auxiliar, una vez se hizo el primer montaje de la máquina
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Fidel, el reconocido restaurador, realiza el “peinado” de la colmena del radiador, paso a paso
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Instalación del radiador y su encofrado en la pick up
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Adaptación del motor en la carrocería de la pick up...un poderosísimo Dodge 318
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Presentación final de la parte frontal del motor. Accesorios perfectos; correas idem
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Labrado de la marca Ford en el estribo
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Sofá del conductor y el pasajero. Lujoso trabajo de tapicería elaborado en Cali en tiempo récord
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Detalle de los sofisticados relojes que se incorporaron al tablero |
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La cabrilla que exige un verdadero “Street Rod”. Al fondo el tablero |
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Tapa del radiador en la parte superior del encofrado. Emblema típico de la Ford Motor Company |
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Detalle del marco del parabrisas y la plumilla |
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Platón: finísima estructura interior construida en madera “teka”, sacada de la selva del Chocó colombiano
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Lujoso Rin de 18”
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Compuerta del platón con el emblemático logo de la Ford y carpa, del mejor material importado, recién fabricada
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Guardabarro trasero derecho y costado del mismo lado
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Perfil del lado derecho de la remozada pick up, ahora convertida en “Street Rod”
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Perfil izquierdo de la Ford. Carrocería inmaculada. Pintura aplicada en horno
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Trompa de la Ford pick-up 1928, ahora una bellísima “Street Rod”
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Las dos “Street Rods” más famosas de Cali son de propiedad de Fidel Uribe Carvajal. ¡ Un encomiable triunfo personal ! |