Pontiac Chieftain De Luxe Sedan, 1954

Tertulia XXXIII
Jueves 2/ VIII/ 2010, 7:30 pm
Presentación Pontiac Chieftain De Luxe Sedan, 1954

La historia de este Pontiac sedán es muy interesante. Lo importó de Detroit doña Marina Gómez de Ospina y ella, posteriormente, lo vendió a don Juan de la Rosa Muñoz; éste lo legó a su hijo Luis Carlos, quien lo mantuvo guardado por años en el oscuro sótano de un edificio, a resguardo de la intemperie. El último lo cedió a la familia González Aguilar, la cual lo custodió con gran celo en las dependencias de su finca ubicada en el corregimiento de Villagorgona, sitio vecino a Cali, donde permaneció nuevamente inmovilizado por mucho tiempo. Con el desprendimiento que caracteriza a esta familia, se tomó la determinación de vender el sedán por el precio irrisorio de sólo US $750 al primer coleccionista que aceptara el reto de restaurarlo tal y como lo imponen los cánones en el tema.

Muchos de los aficionados más reconocidos de Cali, a quienes se les ofreció el coche, rehusaron la singular propuesta en forma inexplicable.

Por fortuna, la oferta llegó a oídos de Leonardo Esquivel Cardona quien, ni corto ni perezoso, aceptó llevar a buen término el proceso de restauración del Pontiac el cual, a pesar del paso del tiempo, mantenía erguido su famoso indio amarillo. El esfuerzo de Leonardo transformó el coche, despreciado por la mayoría, en un “monumento histórico rodante” con el cual ahora participa en los eventos, convenciones y desfiles a los que se vinculan los autos antiguos y clásicos en la zona suroccidental de Colombia.

Cuando Leo sale de paseo en su berlina, los pasajeros más orgullosos son Alexandra, su esposa, y sus hijos, Andrés Felipe, Valentina y Martín, con quienes recorre los 300 kilómetros de las excelentes autopistas que cruzan el Valle del Río Cauca, emporio de riqueza agrícola que cubre una extensión de 426.795 hectáreas planas, de las que 205.000 se encuentran sembradas en caña de azúcar. Se destaca a propósito, que el área cultivada con la gramínea por los 1700 empresarios independientes del Valle, es casi idéntica a la extensión de Israel. El sedan “54” traía de fábrica caja automática, pintura de tono azul cielo que su “salvador” cambió a su gusto, dentro de los parámetros fijados por el fabricante, por la de los tonos rojo vino tinto y negro, cojinería de cuero, alfombra marca Wilton, motor 6 en línea de 120 hp con 3900 cc y culata plana y llantas franja blanca 3/8 marca Coker, importadas de Chattanooga, Tennessee, E.U. El precio original del auto en el concesionario era US $ 2.394. Uno de los detalles que más impactó a los compradores fue la escultura de la cabeza de un indio, colocada al extremo delantero del capó, que se iluminaba cuando el conductor encendía los faros del coche.


Pontiac Colombia 1955
Pontiac USA 1953/54