La Station Wagon de Sergio Arango Otero

Por: Hugo Suarez Fiat
Recientemente estuvimos en Medellín, Antioquia, participando en la 5ª Versión del Concours d´Elegance y en el XXX Encuentro Nacional de Clubes de Automóviles Antiguos y Clásicos, en los que los coleccionistas de los autos antiguos de la República de Colombia se esmeraron en presentar lo mejor de lo mejor de los coches de antaño, propósito que superó todas las expectativas y dio cuenta del extraordinario alcance, la jerarquía y la superación de los restauradores nacionales, quienes día a día se profesionalizan y mejoran los referentes que servirán de guía a los que nos seguirán en el futuro. 

Un ejemplo preponderante y ejemplarizante de la calidad de la restauración paisa, calificada de cien (100) puntos por los conocedores y declarada fuera de concurso, fue la que realizó Carlos Mario Álvarez, tornillo por tornillo, en su Porsche Speedster 356 de 1956, del cual el OCCCCC se ocupará más adelante, en un artículo bien especial. Pero dos automóviles que nos llamaron poderosamente la atención, no por su restauración, sino por su extraordinaria conservación fueron el Cadillac color habano, carrocería convertible modelo 1954 que se exhibió durante el Concours d´Elegance y la soberbia, única y excepcional Station Wagon, de la marca Mercury modelo 1961, línea Commuter, que nunca antes habíamos visto y llegó al XXX Encuentro, por sus propios medios. 

Cadillac Eldorado Convertible Coupé (Automático) (Serie 6267 S) – Modelo 1954 // Automóvil conservado
Quedamos absolutamente sorprendidos y atónitos no solo por su estado actual sino por su extraordinaria concepción tecnológica, que para la época en la que fue construida, con toda seguridad, se convirtió en la favorita de los consumidores norteamericanos, quienes buscaban automotores en los que estimulados por el “boom” de la postguerra, ofrecieran espacios amplios en los que se pudieran albergar familias numerosas. Nos dimos a la tarea de averiguar sobre la tradición de este excepcional vehículo y encontramos varias sorpresas que nos dejaron absolutamente impactados.

Mercury Commuter Station Wagon Super Economy 6, modelo 1961
Obsérvese la persiana o parrilla con 4 lámparas
La Mercury Commuter Station Wagon Super Economy 6, llegó a Colombia en el año de 1961. Fue traída al país por el Agregado Militar de la Embajada de la hermana República del Ecuador, quién la usó por muy poco tiempo, pues rápidamente fue trasladado para que desempeñara funciones diplomáticas en otra nación, evento que lo forzó a vender el automotor cuando sólo tenía 2.000 kilómetros de recorrido en el odómetro.

Doña Margarita Uribe Portocarrero de Moore
En ese preciso momento el señor Jaime Moore De Mendoza, padre del reconocido coleccionista bogotano Robert Moore Uribe, Presidente del CLAC, se percató de que la gigantesca camioneta estaba para la venta e inmediatamente, después de pagar el precio exigido por el militar, la adquirió y legalizó su traspaso ante las autoridades competentes, teniendo en mente obsequiársela a su señora esposa, doña Margarita Uribe Portocarrero de Moore, quién desde el primer día en el que tuvo acceso a la cabrilla del automotor y hasta el día en el que falleció en 2.003, la disfrutó plenamente, sin que jamás sufriera un accidente.

Tanto fue su desvelo y el respeto por la Station Wagon que a lo largo de su vida ella misma la lavaba y en algunas oportunidades la brillaba, usando para el efecto las facilidades que le concedía el amplísimo garaje de su residencia, ubicada en la ‘Calle 85 con Carrera 8ª’ del Barrio El Retiro, en Santafé de Bogotá y no permitía que personas ajenas a su entorno hicieran tal labor, la cual se convirtió en una fortísima tradición familiar.

Puerta del baúl con letrero distintivo
Doña Margarita privilegió especialmente a su hijo Robert, el único descendiente al que desde su adolescencia le permitió conducirla, cuando ella no lo hacía. El vehículo fue atendido, cuando padeció alguna falla mecánica, que fueron muy pocas, en las dependencias del Servicio Casa Toro en la capital de la República. Eventualmente se le reparó el motor, después de miles de kilómetros recorridos, pero sus propietarios originales no recuerdan quién fue la persona que atendió la urgencia. La Mercury Commuter no hizo periplos largos, en la época en la que era usada por la familia Moore. En algunos fines de semana la Station Wagon viajaba desde Bogotá hasta Chía o a Chocontá y que se recuerde su jornada más larga, por carretera, en la época de doña Margarita, fue la que hizo hasta el puerto de Girardot.

Vista carrocería costado izquierdo y baúl
Guardabarros delantero derecho
Persiana, capó y parabrisas envolvente
Durante la revisión ocular que le hicimos a la camioneta solo detectamos la ausencia del logo Commuter en el costado derecho de la carrocería. Y supimos por boca de su actual propietario que la única pieza del coche que fue actualizada, fue su tapicería, pero solo en el área que ocupa el paño, pues el resto del material se encuentra intacto.

Guardabarros delantero izquierdo / Copa
Es preciso mencionar aquí, que algún tiempo después del deceso de doña Margarita en 2003, la familia Moore Uribe tomó la decisión de enajenar el vehículo y por fortuna encontró, un destinatario inigualable. Se trató del gomoso y afiebrado arquitecto y ganadero bogotano don Sergio Arango Otero, nieto del ilustrísimo doctor Luis Angel Arango, renombrado dirigente de la época, muy conocido de Jaime Moore De Mendoza, el padre de Robert, quién desde que la recibió la convirtió en la “niña” de sus ojos y la ha perpetuado y protegido a un extremo tal, que el vehículo luce casi que idéntico al momento en que la recibió de sus anteriores dueños, hace más de tres (3) lustros, lapso durante el cual la usa periódicamente, para beneplácito de los coleccionistas, de los historiadores y de los aficionados al tema de los autos antiguos. La Station Wagon recientemente hizo su último recorrido entre Bogotá y Rionegro y retorno a la capital del país, el pasado fin de semana, sin que la legendaria camioneta sufriera ningún percance.

Logo distintivo en la Mercury
Una anécdota hermosísima rodea la Station Wagon. Consiste en que cuando la familia Moore le enajenó la Mercury a Sergio, su nuevo propietario, le impuso la condición en el sentido que él debe conservar, en la guantera, los guantes de cabretilla que usaba doña Margarita para conducir el auto, hasta el día en que lo venda o disponga del automotor. Se trata de un homenaje a doña Margarita, quién permanecerá presente en la memoria de todos, con la preservación idónea de una prenda tan personal, en el vehículo que tanto quiso y usó a lo largo de su vida. Sergio duplicó el homenaje que le impusieron los anteriores propietarios, bautizando el vehículo con el nombre de “Margarita”.

Tapa original del tanque de la gasolina // Stop derecho y vista parcial del baúl
Vista panorámica de la Mercury Commuter Station Wagon Super Economy 6, modelo 1961
Como corolario de esta crónica proponemos que para los futuros Concours y Encuentros Nacionales, se incluyan obligatoriamente, dentro de su protocolo, premios que destaquen a las personas que como es el caso del arquitecto Sergio Arango Otero, con un excepcional esfuerzo y perseverancia, tanto en tiempo como en dinero, protegen el legado que les entrega el destino, en este caso un deslumbrante “monumento histórico rodante”, denominativo con el que distinguimos a esta clase de automotores desde hace más de una década, al interior del Obelisco Classic Car Club de Cali, Colombia, OCCCCC.

Fotografía posterior de la Mercury Commuter Station Wagon Super Economy 6, modelo 1961
Características técnicas de la Mercury S. W. 1961
  • Carrocería de 5 puertas
  • Caja mecánica de 3 cambios
  • Transmisión trasera
  • Parabrisas envolvente (delantero)
  • Ventanería a lo largo de toda la carrocería
  • Motor de 3.6L (222.9 pulg³)
  • Longitud de la carrocería: 5.446 mm
  • Ancho de la carrocería: 2.290 mm
  • Motor con 135 HP
  • Peso de la Station Wagon: 1.945 kilos
  • Velocidad máxima: 146 km/h
  • Aceleración: de 0 a 100 km/h = 20.2 segundos
  • Consumo de combustible: 15.9 ltr/100 km (23.8 km/gal)
  • No traía dirección hidráulica ni ventanas eléctricas