Los 100 años de la Camioneta Modelo TT y los 90 años del Ford Modelo A

Por: Francisco Mejía-Azcárate
Para la persona promedio, ver ‘un automóvil antiguo de color negro’, puede que no le diga mucho, pero para los que tenemos el ‘hobby’ en la sangre, muy seguramente sabremos que ese día vimos un Ford Modelo T. Después de todo, en los primeros 25 años del Siglo XX, el Ford Modelo T fue el automóvil más popular y mejor conocido en un momento en el que la industria automotriz florecía exponencialmente y existían miles de marcas y modelos todos luchando por consolidarse en un nuevo mercado ávido de automtores. Aunque quien primero incursionó en la cadena de producción o producción en línea, fue Ransom E. Olds, fundador de Oldsmobile, fue Henry Ford, quien perfeccionó el sistema por lo que se le da el crédito al Ford Modelo T, de ser el primer vehículo producido masivamente en serie y de ser literalmente el que puso a los Estados Unidos sobre ruedas; de hecho, la historia nos cuenta que en total se fabricaron 14.689.520 unidades durante el tiempo que duró en producción (1908-1927) un récord que le tomó a la industria 45 años en romper.

Henry Ford frente a su venerado Modelo T, su primer gran éxito
Después del exitoso Ford Model T, de Henry Ford, que casi que en solitario revolucionó el transporte en los Estados Unidos haciendo que el automóvil fuese accesible para la mayoría de los ciudadanos. Al crear la necesidad de un producto que no había existido anteriormente, los clientes de Ford clamaban por algo que pudiera transportar un mayor volumen de carga, algo que pudiera usarse para trabajar, pero que no fuera algo demasiado grande, entonces el 27 de Julio del 1917, Ford sacó al mercado el primer vehículo comercial de la marca llenando esa brecha al crear y comercializar la camioneta Ford Modelo TT, precursora de las camionetas de la Serie F, y la extremadamente popular en Europa, la Ford Transit.

Venía con un chasis mucho más robusto que el de su antecesor, el Modelo T, pero compartía con este el eje trasero y podía transportar hasta 910 kilogramos de carga (casi una tonelada), lo cual no estaba nada mal. El motor se arrancaba con una manivela localizada en la parte frontal, debajo del radiador y la distancia entre ejes era 25 pulgadas más larga que la del Modelo T, que solo medía 100 pulgadas entre ejes.

Camioneta Ford Modelo TT (1919)
Las TT venían con un habitáculo con espacio solo para un conductor y un pasajero, pero en los primeros años de este modelo, Ford solo entregaba un chasis rodante y los usuarios debían personalizar el chasis implementándoles la cabina y el planchón deseado, ya fuera con estacas, tipo corral, o con un volco metálico, tipo camioneta, y/o también cerrarlo completamente, convirtiendo al Modelo TT en furgoneta, lo que le permitía transportar desde correo postal hasta combustible. Los usuarios podían elegir neumáticos traseros modernos, con cámara de aire, en vez de los de caucho sólido. Inicialmente, el precio era de US$ 600, pero comenzando en 1924, la camioneta estaba disponible con una carrocería fabricada en la fábrica, y en 1925, se le añadió un rudimentario limpiaparabrisas accionado manualmente. Para el año 1926, el precio había bajado a US$ 325.

Camionetas Ford Modelo TT, con dos tipos de cabina y volco diferente
El habitáculo o cabina era verdaderamente rudimentario y solo venía de fábrica con un indicador de batería o voltímetro. No traían velocímetro, ni medidor de combustible. Para verificar el combustible se sumergía una varilla de medición en el tanque ubicado debajo de los asientos y la varilla de inmersión no era estándar, por lo que cada propietario fabricaba la propia, y para verificar el nivel del aceite era necesario levantar el asiento del conductor para ver las válvulas debajo de la cabina. De fábrica venían con luces eléctricas, bocina y un arranque manual. A menudo estaba equipado con una caja de cambios opcional, como las Ruxtell o Jumbo, que permitían que la Modelo TT tuviera velocidades intermedias entre bajas y altas, lo que era muy útil para subir pendientes.

Fotografía que ilustra la simpleza de la cabina de una camioneta Ford Modelo TT, de 1920
Las ruedas tenían rines más gruesos con radios más cortos y robustos para acomodar neumáticos más fuertes, que las altas y delgadas ruedas de su predecesor el Modelo T. Al poco tiempo de ser introducida la Ford Modelo TT se hizo común que los radios de los rines delanteros fueran un poco más largos y delgados que los de la parte trasera y que atrás tuvieran un neumático inflable diferente y más resistente para soportar la mayor parte del peso. Esto fue un avance porque en los viejos tiempos cuando fue introducida la mayoría de ellas tenían goma sólida en la parte posterior.


Con el Modelo TT, Ford abría así la puerta a una historia de amor con el mundo entero, pues en la actualidad, las camionetas Ford, son reconocidas globalmente como un vehículo extraordinario y son el vehículo americano más vendido en el mundo; y en su primer intento con el Modelo TT, puso más de un millón de ellas a rodar por el campo y en las ciudades entre los años 1917 y 1927.


Las empresas pronto descubrieron las bondades de las nuevas camionetas Ford Modelo TT
La Ford Modelo TT, de inmediato se convirtió en el mejor aliado de los granjeros estadounidenses
Basado en información extraída de ‘Wikipedia’ la producción de la camioneta Ford Modelo TT, fue creciendo exponencialmente desde su introducción así:


Desde los humildes inicios cuando originalmente solo se ofrecía como un chasis rodante, las camionetas Ford se la han pasado los últimos cien años evolucionando hasta convertirse en los atractivos, resistentes y muy cómodos vehículos que tenemos en la actualidad. Tomemos, por ejemplo, las camionetas de la Serie F, que hicieron su debut en los Estados Unidos de la postguerra. Si bien su aspecto retro es aún fabuloso seguía siendo muy utilitaria y sobretodo muy básica, pero en Ford la evolución se la tomaron muy en serio y año tras año la Serie F se fue convirtiendo en un estandarte de todo lo mejor que esta gran compañía tiene para ofrecer.

Desde la introducción de la F1 en 1948, Ford ha producido algo así como 40 millones de camionetas de la Serie F, y se estima que hoy, cien años después, Ford vende una camioneta por cada minuto del día, igualando la velocidad de producción en las plantas de Dearborn en Michigan, y la planta de Claycomo, de Kansas City en el Estado de Missouri.

El éxito de Ford en la actualidad está cimentado en la grandeza de sus camionetas de la Serie F

90 AÑOS DEL FORD MODELO A:
 La terquedad de Henry Ford y su negativa a innovar resultó muy perjudicial para la empresa. En 1924, la ‘Ford Motor Company’ poseía dos tercios del mercado de automóviles en los Estados Unidos, sin embargo, a finales de 1926, solo tenía un tercio de ese mercado. Durante casi dos décadas, el modelo T satisfizo las necesidades de locomoción de buena parte del público estadounidense, pero a mediados de la década de 1920, los automóviles de las marcas competidoras ofrecían más estilo, mejor rendimiento y mejores prestaciones.

Henry Ford finalmente cedió, y la respuesta de Henry Ford a este desafío de la competencia, llegó en un secreto telegrama a los concesionarios el 26 de mayo de 1927, informando que la ‘Ford Motor Company’ estaba inmersa en un gigantesco proyecto y que pronto comenzaría a fabricar un automóvil Ford totalmente nuevo... “un vehículo con un nuevo diseño, mejores prestaciones y un rendimiento superior a cualquier otro vehículo de bajo precio". Este completamente nuevo modelo de Ford, estaría diseñado para competir efectivamente contra todos los demás en el segmento y así recuperar el terreno perdido contra los otros fabricantes. Se dio un anuncio similar a los concesionarios de Ford para que lo publicaran en los periódicos locales, pero el detalle del manifiesto parecía más destinado a alabar el Modelo T, e intrigar o provocar al público, dando a entender, que este nuevo y próximo automóvil Ford, que aún carecía de nombre superaría con creces al Modelo T en todos los sentidos. El párrafo final del manifiesto propagandístico decía: "En este momento solo puedo decir esto sobre el nuevo modelo: tiene velocidad, estilo, flexibilidad y mejor control en el tráfico. No hay nada como eso en calidad y precio. El nuevo automóvil será más costoso de producir, pero será más económico de operar".

Fotografías que ilustran el último Ford Modelo T, producido en la planta de Highland Park, Michigan, el 27 de mayo de 1927 y el último fabricado en la planta de Southwestern Parkway en Louisville, Kentucky en julio 3 de 1927, con número de motor de motor 14.987.899
Y con ese sorpresivo anuncio, algo críptico para la mayoría, Henry Ford empezó a detener la producción de su venerado Modelo T, desde ese mismo día hasta el 3 de julio de 1927, cuando al último Modelo T que vio el final de la línea de ensamblaje, en la planta Southwestern Parkway de Louisville, Kentucky, le correspondió el número de motor 14.987.899. El frenazo en la producción duró unos seis meses, tiempo durante el cual reorganizaron las fábricas para poder concluir lo más rápido posible el ensamblaje del nuevo modelo destinado a sustituirlo. Pero la espera fue dolorosa para aquellos asociados con la ‘Ford Motor Company’. Unos 60.000 trabajadores de Ford fueron despedidos cuando las fábricas fueron cerradas, los proveedores lucharon por sobrevivir, los vendedores chirriaron vendiendo autos usados, y los competidores ganaron una enorme ventaja mientras que las ventas de Ford caían aún más. El cambio del Modelo T, al Modelo A fue el evento industrial más grande y más costoso en la historia industrial hasta ese momento, con un costo estimado entre los 100 y 250 millones de dólares.

A medida que las temporadas de primavera y verano fueron pasando, los rumores sobre el nuevo y milagroso automóvil Ford corrían desenfrenados. Una caricatura de la época mostró el "nuevo modelo de Henry" decorado con adornos y joyas como para un rey, y etiquetado con un precio de US$ 500. El primer Model A, salió de la línea de ensamblaje el 20 de octubre de 1927, se trataba de un prototipo, pero los rumores y la expectativa era tan grande que los primeros fotógrafos espías parecían en ‘trance’ y estaban dispuestos a todo para obtener imágenes del automóvil, pero solo los de las revistas especializadas “Automotive News” y “Brighton Argus” tuvieron éxito, dado que Ford tuvo especial cuidado en limitar las pruebas en las vías públicas. Sin embargo, padre e hijo, Henry y Edsel Ford, fueron atrapados con las manos en la masa de un prototipo por tres muy curiosos vendedores de Ford en Chicago; los vendedores habían viajado hasta la ciudad de Detroit para echar un vistazo al misterioso nuevo Ford. El Modelo A fue un éxito inmediato, aunque fugaz; su producción solo duró tres años porque para 1932, Ford incursionaba en un nuevo automóvil, esta vez se trataba del Ford B (Modelo 18), con motor V-8 y 48 HP, que se comenzó a producir en 1932 y se finalizó con su producción en 1934.

El primer Ford Modelo A salió de la línea de ensamblaje el 20 de octubre de 1927 - Aquí, Henry Ford estampando el número de serie del motor del primer Modelo A

A finales de noviembre llegó el anuncio que los estadounidenses habían estado esperando: el 2 de diciembre de 1927, el nuevo automóvil Ford aún sin nombre y en lugares revelados a todos y cada uno de los concesionarios de Ford sería mostrado al público. Los precios se anunciaron el 1 de diciembre, la víspera de la muestra, y para el deleite de los compradores potenciales, el nuevo Modelo A tendría un precio comparable al Modelo T. El día de la revelación del automóvil, Ford News afirmó que 10.534.992 personas acudieron a ver el Modelo A, un número que representa el 10% de la población de los Estados Unidos, en ese momento. Ford había usado previamente el nombre ‘Modelo A’ en sus primeros años, pero quería ayudar a diferenciar su último vehículo del Modelo T creando un nombre del otro extremo del alfabeto y escoger la letra A significaba un nuevo comienzo. El Modelo A fue el primer vehículo ensamblado en la planta de Ford en River Rouge, Michigan. La producción alcanzó 820.000 unidades en 1928, y para el 4 de febrero de 1929, se fabricaban 9.000 unidades por día llegando a 1.000.000 de unidades ese año, y para cuando la producción cesó en 1931, ya se habían fabricado y comercializado más de 5.000.000 de unidades, permitiéndole a Ford alcanzar a Chevrolet.

Ford Modelo A Sport Coupé (1928) & Ford Modelo A Coupé (1928)

Lo accesible de su precio le ayudó a Ford a navegar las agitadas aguas de la Gran Depresión, que comenzó en 1929 y aniquiló a muchas otras compañías automotrices. Los modelos de 1930 y 1931 estaban disponibles con cubierta de radiador de acero inoxidable y carcasas en los faros.

Se ofrecieron siete tipos de carrocerías al momento del lanzamiento, incluidos Sport Coupe, Coupé, Roadster, Phaeton, Tudor Sedán, Fordor Sedán, Camineta y el más elegante y costoso de todos Town Car; además, se estableció el departamento de color y diseño de la compañía, que no existía antes del Modelo A, y los compradores ahora podían elegir entre cuatro colores: Azul Niagara, Arena de Arabia, Gris Amanecer y Azul Plomo, es de anotar que los guardabarros de todos los modelos y durante toda la producción del Ford A siempre fueron pintados de color negro. Posteriormente, esos siete modelos de carrocería se convertirían en 29, incluyendo varios tipos de camionetas y furgonetas livianas con una capacidad de carga de ½ tonelada.

Ford Modelo A Roadster (1928) & Ford Modelo A Phaeton (1931)
Ford Modelo A Tudor Sedán (1929) – Ford Modelo A Fordor Sedán & Pickup (1928)
Si bien se mejoró mucho con respecto a su predecesor, especialmente en las áreas de comodidad, seguridad y diseño, el Modelo A aún era moderno y asequible. Los precios variaban desde US$ 385 por un Roadster hasta US$ 1.400 por Modelo A Town Car.

Ford Modelo A -Town Car (1928) // La actriz Joan Crawford, posando junto a su Modelo A - Town Car

El Ford Modelo A ofrecía a los compradores un estilo elegante (descrito por algunos como un "Lincoln reducido"), y la superioridad en estilo y tecnología comparado con su predecesor saltaba a la vista, pues este nuevo modelo venía con frenos mecánicos de tambor en las cuatro ruedas, el consumo de combustible otorgaba un mejor rendimiento ofreciendo menos consumo por kilómetro recorrido.

Por primera vez el parabrisas era de vidrio laminado de seguridad, los amortiguadores hidráulicos y el motor era de 4 cilindros en línea con un desplazamiento de 3.3L (200.5 pulg³) con una potencia de 40 caballos de fuerza, pesaba 1.026 kilogramos y alcanzaba una velocidad máxima de 104.6 km/h (65 mph). La transmisión era manual no sincronizada de engranaje deslizante convencional, de 3 velocidades, y reversa, con una relación de transmisión final de 3.77: 1. El modelo A tenía una distancia entre ejes de 103.5 pulgadas (2.630 mm).

Los depósitos de los clientes ansiosos llegaron, y en las dos primeras semanas, el fabricante de automóviles había acumulado pedidos de 400.000 unidades (sumándose esto a los otros miles de pedidos que se habían realizado antes de la revelación del automóvil). Aunque el Modelo A solo se produciría desde 1927 y hasta principios de 1932, Ford vendió más de 4.3 millones de unidades, ayudando a Ford a pasar de ser un fabricante pionero, a ser un fabricante de vanguardia. Su éxito fue tan grande que además de ser fabricado en Detroit, Estados Unidos, se hizo también en Berlín, Alemania; Buenos Aires, Argentina y Santiago de Chile. El Modelo A también inspiraría generaciones de coleccionistas, mecánicos y mecánicos esporádicos a la sombra de un árbol, que a lo largo de los años han ayudado a popularizar este hobby que todos conocemos y amamos. Entre los primeros propietarios del Ford Modelo A estaban Thomas A. Edison, quien era un amigo cercano de Henry Ford y las estrellas de Hollywood Will Rogers, Mary Pickford y Douglas Fairbanks.

Thomas A. Edison conduciendo su Ford Modelo A Tudor Sedán (1928)
En esta fotografía Posan junto a un Ford Modelo A (1928) los reyes de las taquillas Mary Pickford y Douglas Fairbanks