Obelisco Classic Car Club Cali Colombia: La Historia de Minerva

Por: Francisco Mejía-Azcárate

Corría el año 1883, cuando el joven Sylvain de Jong, procedente de Holanda, se estableció en la ciudad puerto de Amberes, Bélgica, no pasó mucho tiempo para que abriera un pequeño taller de bicicletas y hacia 1898, ya estaba produciendo bicicletas motorizadas y posteriormente, motocicletas. En 1902 empezó su aventura fabricando autos y el primero rodó con un pequeño motor de 4 cilindros en línea que generaba apenas 6 HP. En 1903 fundó “Societe Anonyme Minerva Motors en Berchem” (Amberes). La insipiente línea de producción de automóviles comenzó en 1904 con una gama de modelos de dos, tres y cuatro cilindros con cadena de transmisión y chasis de madera revestido en lámina de metal, además del ciclo-carro Minervette. Su fama se acrecentó cuando uno de sus modelos, el ‘Kaiserpreis’ con motor de 8.0L ganó la carrera belga del Circuito de las Ardenas en 1907. Adicionalmente, Minerva fabricó algunos yates para la marina de los Estados Unidos.

El caballero inglés Charles S. Rolls, quien en compañía de Henry Royce, fundaran en 1904 la emblemática y prestigiosa Rolls Royce, era el principal distribuidor de Minerva en Inglaterra, donde con mucho éxito se comercializaba el automóvil Minerva; para la época era un vehículo bastante confiable a pesar de su pequeño motor de 4 cilindros en línea y un desplazamiento de 2.9L que generaba apenas 14 HP. El mercado más importante para la “Societe Anonyme Minerva Motors en Berchem” era Inglaterra, donde se hizo muy popular el pequeño Minervette con su buen motor de 636 cc, y 5 HP. Como el precio del Minervette era de tan solo £108, lo hizo el vehículo menos costoso del mercado inglés, una circunstancia que también ocurría en Holanda y Francia.

En 1908, Minerva obtuvo la licencia mundial del motor ‘Knight’. El motor Knight fue desarrollado por Charles Yale Knight en los Estados Unidos; utilizaba válvulas de doble manga, lo que lo hacía muy silencioso, además de tremendamente confiable, por lo que todos los futuros Minervas usarían estos motores.

Motor Knight, procedente de un automóvil Minerva AF, modelo 1926

Los éxitos deportivos continuaron con los nuevos motores ‘Knight’, incluyendo los caminos alpinos de Austria y los rallies de invierno en Suecia.

Minerva TT – Motor de 3.3L, modelo 1914

Los clientes más distinguidos de la marca incluían a los reyes de Bélgica, Holanda, Suecia, y Noruega, así como a la artista impresionista belga Ann Bosch y al reconocido industrial estadounidense Henry Ford, lo cual fue potencializado publicitariamente, por McCue Company, representante de Minerva en Buffalo, N.Y.

Minerva AK 32 HP (5.952 cc) Limousine Landaulette, modelo 1925 - Principe Hendrik de Holanda

Durante la 1ra Guerra Mundial, Sylvain de Jong y sus ingenieros se dirigieron a Ámsterdam, donde continuaron desarrollando piezas y creando diseños que usarían una vez pasada la ‘Gran Guerra’. Inicialmente, el ejército francés usó los vehículos Minerva para emboscar y huir, a, y de los soldados alemanes. Estos automotores, todos convertibles, eran equipados con blindaje liviano y sobre ellos se montaron rifles y ametralladoras. Con el correr de los días, estos vehículos se hicieron cada vez más sofisticados hasta que la guerra de trincheras les robó la movilidad necesaria para sus tácticas de emboscada y huida.

Vehículos Minerva, usados por el ejército francés para hostigar las líneas alemanas durante los dos primeros años de la 1ra Guerra Mundial

Pasada la Guerra, en 1920, regresaron a Bélgica para reiniciar la producción de vehículos de lujo para los que utilizaron motores ‘Knight’ de 4 cilindros en línea con un desplazamiento de 3.6L y otro de 6 cilindros en línea de 5.3L que generaban 20 HP y 30 HP respectivamente. La marca alcanzó las estrellas del prestigio cuando en los Estados Unidos, los cineastas americanos, los políticos y los industriales empezaron a ordenarlos, convirtiéndolos en un activo de lujo. Los autos Minerva tenían la misma calidad de los Rolls Royce, pero costaban menos.

En 1923 se introdujeron modelos más pequeños con motores de 4 cilindros en línea, de 2.0L, con una potencia de 15 HP y otro un poco más brioso de 6 cilindros en línea, con un desplazamiento de 3.4L y capaz de generar 20 HP, todos con frenos de bandas en las cuatro ruedas.

Minerva UU, (20 HP) by D'Ietren Frères, modelo 1923 // Minerva AF, by Erdmann & Rossi (Convertible / Roadster)

Minerva Type AB 3.4L Convertible ‘Salamanca’, modelo 1923

Para 1927 se reemplazó el viejo motor de 6 cilindros en línea y 30 HP, por un motor AK de 6.0L. También, ese año Minerva presentó un nuevo motor de 6 cilindros en línea de 2.0L con los modelos 12-14. Los automóviles grandes siguieron siendo la especialidad de la compañía y los que más prestigio difundían. En 1930, se vuelve casi obligatorio el motor de 8 cilindros en línea y Minerva lo introduce en dos tamaños, el AL de 6.6L y el AP de 4.0L, los modelos más lujosos automóviles de la marca, comparables solo con Rolls-Royce y Duesenberg.

Minerva 8 AL Convertible Sedan, modelo 1931

El último Minerva fue el M4 de 2.0L, año modelo 1934, pero no se vendió bien, pues el ‘crash’ de Wall Street, en octubre de 1929, había sumido al mundo entero en una enorme depresión económica y a raíz de esta crisis financiera la empresa fue reformada como “Societe Nouvelle Minerva”, pero en 1936 se fusionó con Imperia, el otro importante constructor belga. Imperia continuó fabricando Minervas por un año más, inclusive, el modelo AP lo produjo hasta el año 1938. Desde 1937 remarcó algunos de sus automóviles y camiones destinados para exportación a Inglaterra y Francia como Minerva-Imperia.

Minerva M4 Sedan, modelo 1934

Después de la 2da Guerra Mundial, la “Societe Nouvelle Minerva”, produjo hasta el año 1954, el todoterreno Land Rover, con chasis de 80” (2.032 mm) bajo licencia de la compañía británica, para el ejército de Bélgica, y luego, mientras la compañía luchaba decididamente por sobrevivir, en su último ‘resuello’ fabricó, también bajo licencia, una pequeña cantidad del Land Rover C20, con chasis de 86” (2.184 mm), también para el ejército belga, hasta el año 1956, (ambos modelos con motor Continental), cuando finalmente cerró sus puertas, a causa de una amarga disputa que estalló entre Land Rover y la “Societe Nouvelle Minerva”, lo que condujo a un caso judicial, ganado por Minerva por el incumplimiento del contrato de parte de los británicos. Ésta fue la estocada final al acuerdo de la asociación bajo licencia. Hubo planes serios para volver a entrar en el mercado de automóviles, pero por falta de financiación, éstos no superaron la etapa de prototipo.

Land Rover Minerva TT (80”) y Land Rover Minerva C20 (86”)

Minerva no se limitó solo a automóviles confiables y lujosos, también incursionó con mucho éxito en la producción de camiones y autobuses. Hasta bien entrados los años 60, era común encontrar en algunas ciudades europeas, autobuses Minerva, prestando servicio público.