Investigación y Edición Francisco Mejía-Azcarate
El nuevo Presidente de Chrysler Lester Colbert (1905 – 1995) se arriesgó con una propuesta que sorprendería a todos en la industria, cuando apenas corrían los últimos meses de 1956 y los anuncios televisivos y de prensa sobre el nuevo Plymouth modelo 1957, proclamaban: "De repente, es 1960” – “Ahora Plymouth está tres años completos por delante". "Es un momento incendiario", decía otro, "Plymouth salta y se adelanta tres años completos, es el único automóvil que se atreve a romper la barrera del tiempo” – “El carro que llegaría en 1960, está en sus distribuidores desde hoy"
Si esta hipérbole o figura literaria que consiste en una exageración intencionada, con el objetivo de plasmar en el interlocutor una idea o una imagen difícil de olvidar, era cierta, entonces los nuevos autos Plymouth modelo 1957, expuestos en los concesionarios, estaban destinados originalmente a ser modelo 1960. En una acción sin precedentes, “Chrysler Corporation” revisó completamente las líneas de sus cinco modelos y cambió todas las carrocerías introducidas en 1955, después de sólo dos años. Desarrollar aceleradamente los nuevos modelos de Chrysler costó unos US$ 300 millones, lo que significó un enorme ‘stress’ en las finanzas de la compañía y en todo el grupo de ingenieros y diseñadores que tuvieron que ideárselas para adaptar una nueva suspensión a la carrocería más baja de la industria.
Lo que la empresa sacó a relucir en sus modelos de 1957 fueron los mejores diseños de Virgil Exner y con ellos, no solo se ponía al día con los perennes diseños del gigante General Motors, sino que dejaba a la GM, bastante atrasada. El éxito de esta nueva imagen de Virgil Exner y su equipo fue tal, que ganaron el premio “Designer’s Institute Gold Medal”, galardón que nunca antes se le había otorgado a un diseñador de automóviles.
Plymouth Belvedere coupé, modelo 1957 |
David Holls, ahora retirado y quien trabajó por muchos años en los diversos ‘Departamentos de Diseño de GM’, recordó en una entrevista que le hiciera, en junio de 1992, la revista especializada “Collectible Automobile”, que el efecto que tuvo el nuevo estilo de la línea Chrysler en GM, fue tremendo y aterrador. "Nunca pensé que le ganáramos a Plymouth; yo no creo que nadie apreciara esos carros tanto como nosotros lo hicimos en GM”. "El efecto del estilo ‘Flite Sweep’ de Virgil Exner causó que las ventas de GM bajaran y después de sólo un año de haber lanzado los modelos 1958, las carrocerías de GM, recibieron nuevos diseños para los modelo de 1959”.
“La nueva forma del movimiento", pregonaban los panfletos y afiches publicitarios de los concesionarios y distribuidores, sobre estos nuevos diseños. Y en ninguna parte era más evidente esta “nueva forma” que en la silueta de los carros. Los guardabarros delanteros bajos, que se acoplaban con una sutil inclinación del capó y el parabrisas a un filudo y delgado techo plano que se empotraba delicadamente en una gran ventana trasera, ligeramente cónica y unas aletas agrandadas, creaban un efecto puntiagudo y ultra-moderno. Los convertibles y los coupés de techo duro mostraban lo mejor de este nuevo diseño, pero no pasaba lo mismo con los sedanes de 4 puertas, especialmente si tenían parales. Increíblemente, las carriolas familiares que siempre reciben la peor parte del diseño, esta vez eran tan estilizadas como los coupés.
Plymouth Belvedere Convertible Coupé, modelo 1957 |
Con una distancia entre ejes de 299.,72 centímetros (118”), la cual era mayor en 7.62 centímetros (3”) que su símil de 1956, seguía siendo 1.27 centímetros (½”) más corto que el modelo 1956 que reemplazó. Las carriolas familiares, que tenían una distancia entre ejes de 309.88 centímetros (122”), también eran más cortas que sus símiles de 1956.
La suspensión “Torsion Aire” era la combinación de una serie componentes re-diseñados, incluyendo el chasis, los rines, los neumáticos, la suspensión y todo el andamiaje de la dirección. El sistema de suspensión “Torsión-Aire” incorporaba dos barras de acero cromadas montadas en paralelo a las paredes interiores de los largueros del bastidor delantero. La parte frontal de las barras estaba montada en los brazos de control inferiores, mientras que el extremo opuesto estaba anclado al chasis del carro. A medida que la suspensión se movía hacia arriba y hacia abajo las barras se retorcían, proporcionando una sutil amortiguación.
Los diferentes estilos del Plymouth, modelo 1957, podían adquirirse con transmisión automática “TorqueFlite” de 3 velocidades o con la transmisión “PowerFilte” (automática de 2 velocidades), ambas accionadas por medio de botones localizados sobre el tablero de instrumentos, a la izquierda del volante (timón) o la manual de 3 cambios, que venía montada en la columna de la dirección. En cuanto a los motores, había tres opciones, uno de 6 cilindros en línea y dos V-8, así:
Motor de 6 cilindros en línea de 3.8 litros (230 pulg³) capaz de generar 132 HP.
Motor V-8, de 4.5 litros (276 pulg³) con válvulas en la culata, capaz de generar 197 HP.
Motor V-8, de 5.2 litros (318 pulg³) con válvulas en la culata, capaz de generar 297 HP.
El aire acondicionado continuó creciendo en popularidad y muchos concesionarios de la Florida, California, Texas y Arizona, lo exigían. Por primera vez, todos los componentes del sistema de aire acondicionado fueron trasladados bajo el capó y se incorporaron en la unidad de calefacción, generando mayor espacio en el maletero, donde antes se instalaban tales componentes. La radiola “Hiway Hi-Fi” continuó como una muy rara opción, de la misma manera que el reloj Benrus que venía incorporado en el eje central del timón o volante.
Un panel de instrumentos "tipo avión" tenía todos los instrumentos y controles al alcance del conductor. El velocímetro, el combustible, la temperatura, la presión del aceite y las luces de advertencia del amperímetro (y un reloj opcional) fueron montados en una cápsula ovalada en la parte superior del panel de instrumentos. Los botones de control de la transmisión automática se mantuvieron al lado izquierdo del conductor. Un “Talón de Aquiles” fue el espejo retrovisor interior que estaba montado en la moldura inferior del parabrisas, inclinado hacia adelante y encima del tablero. ¿Por qué a alguien se le ocurrió montarlo ahí? ... seguirá siendo un misterio. El capó dividía efectivamente los faros "casi" duales en su línea central. Los planes originales determinaron la utilización de faros duales reales, a causa de una nueva ley que entraría en vigencia en los 48 Estados. Sin embargo, ocho Estados no se acogieron a la ley en el tiempo debido, por lo que Plymouth tuvo que montarles a sus modelos unas luces de estacionamiento al lado de cada faro.
Un masivo bumper dividía la persiana o parrilla en dos partes, elevándose ligeramente a medida que cruzaba el centro de la fascia y volviendo a descender simétricamente. Por encima del bumper se apreciaba la persiana de finas barras horizontales, adornadas con una versión bastante abstracta del barco Mayflower y en la parte baja y central del bumper había una especie de bandeja con ranuras verticales. Otro “Talón de Aquiles” en el diseño de este Plymouth era esa bandeja que definitivamente parecía no armonizar con el diseño del carro y muchos de los distribuidores y clientes muy destacados de la marca opinaron que debía hacerse algo al respecto y luego de un corto periodo de análisis, para mediados de enero la bandeja original que lucía seis ranuras verticales, se cambió levemente, dividiendo cada ranura con un fino bisel. Pero en los Estados donde se exigía placa o matricula delantera, el problema no era tan notorio.
Aunque pareciera que existe una norma no escrita que dicta que lo más destacable del diseño de un carro debe ocurrir principalmente en el frente de este, esa norma no aplicaba por completo con estos nuevos modelos de Plymouth, porque eran las aletas en la parte trasera de estos carros las que realmente hacían la diferencia. Al mirarlas por detrás estaban ligeramente inclinadas y completamente cubiertas por un acrílico rojo que hacían que las luces de los stops fueran verdaderamente gigantes, lo que no era usual en esos días. Las luces de reversa posaban cómodas bajo estos masivos stops triangulares, imitando seguramente a los tubos de escape de un avión a reacción. Algo curioso, era que una vez más el nombre Plymouth sólo aparecía en la parte delantera del carro, al igual que había ocurrido con los modelos anteriores.
Los compradores del Plymouth Belvedere podían elegir entre un Sport Sedán de techo duro y cuatro puertas sin parales, con motorización de 6 cilindros en línea o dos opciones de V-8; un Sedán de 4 puertas con parales y motorización de 6 cilindros en línea o dos opciones de V-8; un Sport Coupé, sin parales y un Club Sedan de 2 puertas con parales, con dos opciones de motor V-8 y un convertible, también con dos opciones de motor V-8. Las molduras o biseles laterales se mantuvieron realmente al mínimo, sin embargo había la opción de pedir cualquier modelo Belvedere, adornado con un bisel en forma de flecha que iba desde la punta del guardabarros delantero, hasta la cola del carro. Ese doble juego de flechas proporcionaba las áreas de contraste de color que por lo general estaban pintadas del mismo color que el techo.
El modelo Savoy, tuvo que conformarse con bisel o moldura de acero que comenzaba a la altura del bumper trasero y cruzaba ⅔ de la longitud total del carro y se detenía antes de llegar al guardabarros delantero.
En las aplicaciones a dos tonos, una franja inclinada de acero caía desde la moldura horizontal a mitad de camino de la parte baja del panel de la puerta, esta moldura o bisel se situaba a ⅓ de altura en la puerta delantera y corría hasta un nuevo punto nivelándose con el bumper trasero. El área separada por este bisel, iba pintada de un color diferente que coincidía con el color del techo del carro. En todos los Savoy, los nombres de los modelos estaban plasmados en la parte alta de la aleta del guardabarros trasero y los carros que venían con motor V-8 llevaban una letra “V” en los guardabarros delanteros, inclusive las copas o tapacubos eran lisas y sencillas, terminando en un pico en el centro. Estas copas o tapacubos resultarían ser muy populares entre la gente que tenía carros más viejitos y fueron usadas en muchos otros modelos Plymouth.
Para lograr mantenerse nivelados con la demanda, la producción aumentó decididamente, descuidando aspectos vitales de la calidad, lo que tuvo efectos adversos en ella, dañando por muchos años la reputación de la “Chrysler Corporation”. Eran frecuentes las quejas de un ensamblado deficiente, pinturas ordinarias incapaces de impedir la corrosión, inclusive en los primeros años; las filtraciones de agua por los parabrisas obligaron a Chrysler a desarrollar nuevos empaques de caucho, otro punto negativo era el tema de la fragilidad de la suspensión, tema que estalló cuando varios carros que habían sido destinados a la policía de un Condado cercano a la ciudad de Nueva York, sufrieron graves accidentes atribuidos a estas deficiencias. A pesar de todas estas fallas, la motorización de todos los carros de la línea Plymouth, era otra cosa, su eficiencia enamoró a propios y extraños. Los automóviles, del modelo Plaza, venían en tres versiones; el Plaza Sedán de 4 puertas, que podía pedirse con un motor V-8 o un motor de 6 cilindros en línea y no traía ningún tipo de molduras o biseles laterales; el Plaza Club Sedán que era un carro de dos puertas con parales y dos tonos de pintura, pero solo venía con un motor de 6 cilindros en línea y finalmente el Plaza Business Coupé, que era un carro de dos puertas con parales y no tenía molduras o biseles laterales lo que reflejaba su condición de ser un vehículo de menor nivel.
Las carriolas familiares, seguían los mismos patrones que las líneas de los carros, por ejemplo la “Sport Suburban”, traía el mismo tipo de molduras o biselería que los autos del modelo Belvedere, la carriola familiar “Custom Suburban” de dos y cuatro puertas, era igual al de los autos del modelo Savoy y las carriolas familiares “Commercial DeLuxe”, no traían ningún tipo de adornos, ajustándose a los lineamientos del Plymouth Plaza. El segmento de compradores de carriolas familiares de la marca Plymouth creció un 14% en 1957, la razón principal es que Plymouth le dio a estos compradores justo lo que querían en seis modelos diferentes de carriolas. En la parte superior de la línea estaba la carriola Sport Suburban de cuatro puertas, disponible con capacidad de 6 o 9 pasajeros; la Custom Suburban de cuatro puertas también con capacidad para 6 o 9 pasajeros, mientras que las Custom Suburban y Commercial Deluxe Utility de dos puertas solo tenían capacidad para seis pasajeros.
Para cerrar con broche de oro este exitoso despliegue de vehículos Plymouth, modelo 1957, el 3 de diciembre de 1956, hizo su debut público el modelo “Fury”, el cual rompió el tradicional esquema de Plymouth, de tres modelos de vehículos de bajo precio, al introducir este soberbio automóvil. Para el modelo 1957, el Fury fue acertadamente rediseñado y ahora era más largo y más bajo que sus rivales de Chevrolet y Ford. Este hermoso deportivo coupé, estaba disponible solo en ese tipo de carrocería, en dos colores, un aireado blanco desértico (beige), con dorado.
Bosquejo de la cola del Plymouth Fury, modelo 1957 |
Vista posterior y lateral del Plymouth Fury, modelo 1957 |