¡ Odisea de la única camioneta marca Buick que sobrevivió a todo !

Investigación y edición Francisco Mejía-Azcarate
Una de las 4 camionetas marca Buick que fueron fabricadas antes de la 2ª. Guerra Mundial sobrevivió y fue restaurada. Como a la mayoría nos encanta el misterio, he aquí algunas de los hechos que permitieron que la única camioneta Buick Roadmaster modelo 1940, llegara hasta nuestra época.

Camioneta Buick Roadmaster, modelo 1940, con motor de 8 cilindros en línea
Se cree, con relativa certeza, que las 4 camionetas no fueron “fabricadas oficialmente” ni como vehículos concepto, ni como prototipos y todo parece indicar que fueron construidas por el “Departamento de Ingeniería de Buick” en Flint, Michigan, con los mismos lujos y las mismas características del extraordinario automóvil Buick Roadmaster modelo 1940. La camioneta que se presenta en esta historia sólo ha tenido 4 dueños conocidos, desde 1940 y originalmente perteneció a la “Buick Motor Company”, desde el momento en que se fabricó hasta poco tiempo después de la 2da Guerra Mundial. Luego de revisar y escudriñar cada uno de los “records” de producción de la compañía automotriz norteamericana, no fue posible encontrar registro alguno de su fabricación. No obstante existen cuatro hechos que garantizan en gran medida su autenticidad.

El Primero,
En 1940 no existían en Flint, Michigan, personas o talleres especializados que hubiesen tenido una razón o los medios necesarios para llevar a cabo un proyecto de esta envergadura.

El Segundo,
Es bastante dudoso e improbable que la “Buick Motor Company” hubiese subcontratado un proyecto de estas características para que fuera desarrollado por un tercero, teniendo en cuenta que para la época las excepcionales instalaciones y capacidades del “Departamento de Ingeniería de Buick”, disponían de toda la tecnología de punta para la fabricación de automóviles o similares en ese momento histórico.

El Tercero y
Si un tercero hubiera llevado a cabo, por sí solo, un proyecto de tales características, habría ganado tanta fama que le hubiera valido un impulso enorme para su negocio y muy seguramente existiría documentación técnica o al menos periodística de semejante hazaña.

El Cuarto
Nadie ha sido capaz de probar que el desarrollo y la producción de la camioneta no fue un proyecto liderado por el del “Departamento de Ingeniería de la Buick”. Considerando la enorme dificultad que supone rastrear las huellas de un vehículo fabricado hace 76 años, que no tiene un número de serie (los números de serie [VIN] fueron establecidos en 1953), además de contar con muy pocos seres humanos que puedan dar un paso al frente y decir yo participé en el proyecto o simplemente, yo fui su conductor, es obligatorio recurrir en esta investigación a los anteriores propietarios y en especial a su poseedor actual, Marvin Stephenson, de Flushing, una comunidad cercana a Flint, Michigan.

Vista lateral de la camioneta Buick
Vista interior de la camioneta Buick Roadmaster modelo 1940
Durante el año de producción de los modelos 1940, las carrocerías se producían en la planta de “Fisher Body” en la Calle Saginaw Sur, en Flint, Michigan. Posteriormente eran transportadas en camión a la planta de ensamblaje de Buick en la Avenida Hamilton, al Este de la misma población.

Carátula de la revista de Buick en octubre de 1939, anunciando los modelos de 1940
Todo indica que las camionetas, de las cuales la presentada es la única sobreviviente, fueron ordenadas por el “Departamento de Ingeniería de Buick” en el estilo de carrocería 4427C, modelo 76S Roadmaster Coupe, con los números de carrocería propios de Fisher # 620, # 621, # 622 y # 623 y llevadas al taller de experimentación y desarrollo de la planta de Buick en la Avenida Hamilton, donde se modificaron para darles la configuración de camioneta. No hay certeza si las carrocerías se llevaron a la planta de ensamblaje o si todo el montaje se realizó en el taller de experimentación y desarrollo. 

Esta era la forma en que se transportaban las carrocerías entre Fisher Body y la planta de Buick en la Avenida Hamilton
Aparentemente la carrocería con el número 623, fue la única pintada de color rojo y sobre ella se montó un moderno equipo de apagar incendios, con mangueras de 1.5” y soportes para extintores de fuego. Esta camioneta luego pasó a ser parte del cuerpo de bomberos de la fábrica. Las otras tres carrocerías fueron pintadas de color negro y eran usadas en el complejo industrial para buscar, llevar y traer, piezas y herramientas. No hay records que indiquen que alguna de estas 4 camionetas tuviera placa oficial de la oficina de tránsito de Flint, durante su tiempo de servicio. Eran simplemente para movilizarlas dentro del complejo industrial y si por alguna razón debían hacerlo estaban identificadas como vehículos propios de la “Buick Motor Company”, por lo cual ningún policía de tránsito de la zona les podría problema. Otra pregunta que flota es por qué la “Buick Motor Company” invertiría tiempo, dinero y energía en la producción de las 4 cuatro camionetas. Recordemos que era una época de experimentos para Buick y después de todo, la carriola Estate Wagon, con carrocería parcial de madera (woody), había sido introducida ese año. Pensar que Buick alguna vez soñó con ser la pionera en el segmento de camionetas de lujo, podría ser una mera especulación. El número de serie de chasis con el que se inició la producción de los modelos 1940 fue el # 13596807 y el número del chasis de esta camioneta es el # 13597027, por lo cual es el 220 fabricado ese año de producción. A este chasis se le acopló la carrocería # 620, con el cual se fabricó la camioneta sobre la que se confeccionó esta historia.

Destinadas a ser desechadas…

A través de los años, muchos vehículos como es el caso de estas camionetas, se fabricaron para el análisis de los departamentos de “Ingeniería de Producto” o por mera necesidad para transportar materiales y herramientas dentro de las plantas en todas las fábricas de automóviles del mundo y una vez cumplían sus cometidos, era común destruirlos, sin dejar ningún tipo de record. Recordemos que las 4 camionetas prestaron sus servicios en la planta de Buick durante el tiempo en que se gestaba la 2ª. Guerra Mundial y la compañía era un gran bastión del “Arsenal de la Democracia”, produciendo tanques de guerra, municiones y motores aéreos para las fuerzas aliadas. Seguramente, en algún momento durante la guerra, tres de ellas fueron destruidas y el metal reusado para fabricar armamento y la que tiene la carrocería Fisher # 620, se salvó. Hay un rumor que dice que el Director del Departamento de Ingeniería de la Buick, en ese tiempo, el Ingeniero John Arthur Nyland logró hacerse a ella antes que fuera destruida y pasada la guerra se mudó al campo de caza de Michigan, en la Upper Peninsula, donde le dio buen uso y la mantuvo alejada del público por muchos años.

Municiones de 75 MM para cañón, fabricadas en la planta de Buick durante la 2ª.Guerra Mundial
Tanques M18 “Hellcat” fabricados por miles en la planta de Buick durante la 2ª. Guerra Mundial
Después la camioneta regresó a Grand Blanc, Michigan, para ser guardada en el granero de una hacienda local. Se cree que la camioneta permaneció en ese granero hasta la década de 1970, cuando la hacienda fue vendida a un señor de apellido Moyer, quien era un constructor con intenciones de derribar todo y construir viviendas allí. Fue el señor Moyer quien se encontró la camioneta, la cual estaba en muy mal estado, llena de mugre y muy oxidada. Moyer la negoció con Gary Wollard, quien luego de haberle trabajado al motor, la movió al taller de Bob Joseph en Grand Blanc. Al poco tiempo Gary Wollard accedió a venderle la camioneta a Bob Joseph, por US$ 300, con la advertencia de que una vez restaurada Wollard la volvería a comprar por los mismos US$ 300, lo que al parecer no tiene sentido. Sin embargo en una entrevista Joseph dijo que él contrató la restauración con un mecánico local y que entre 1978 y 1999 se gastó más de US$25.000 en ella y que cada detalle de la restauración fue llevado a cabo con el máximo esmero y que durante ese periodo aplicó por un “título de propiedad perdido” al Departamento de Estado de Michigan y lo obtuvo, siendo este el primer título de propiedad de la camioneta desde que fue fabricada. El actual propietario Marvin Stephenson compró la camioneta a Joseph en 1999 y le pagó US$ 10.000 por ella. Stephenson es un contratista especializado en la construcción y reparación de techos y guardó la camioneta hasta 2004, cuando empezó una nueva restauración que terminó en 2008. Como parte de esta restauración de US$ 36.000 fue adquirido un vehículo Buick Roadmaster de 1940, para que sirviera de donante, incluyendo su motor “Fireball 8” de 8 cilindros en línea y 320 pulgadas³, ya que el original de la camioneta estaba completamente pegado por la falta de uso durante todos los años que pasó sin ser usado.

Volco de la camioneta Buick
El piso del volco era de madera y estaba podrido, por lo cual fue reemplazado con madera nueva y una vez teñido fue lacado. En relación con las insignias de Buick en las puertas, Stephenson dijo que estas estaban allí antes de la restauración. Él tomó una de las puertas que tenía una silueta marcada donde antes había una insignia y la llevó donde un especialista para que duplicara ese molde y así pudo fabricar las insignias para las dos puertas. El escudo de armas correspondiente a los ancestros de David Dumbar Buick, fundador de la compañía, era usado por la marca en ese periodo, lo cual muestra el nivel de detalle de la restauración.

Foto del mecánico John Berry y Marvin Stephenson (propietario, con bastón) en diciembre de 2012
La camioneta fue presentada por primera vez en 2008, en el “Sloan Museum Auto Fair” de Flint y anduvo por la ciudad en varias oportunidades. Luego en marzo de 2009 pareció que los días de gloria de esta camioneta llegarían a un abrupto final cuando el edificio donde estaba guardada se incendió y la estructura fue destruida, conjuntamente con numerosos carros y vehículos comerciales que se encontraban dentro. El incendio fue de tal magnitud que la noche del siniestro, el propietario de la camioneta, Marvin Stephenson, estaba seguro que la misma había sido consumida por las llamas. Sin embargo y para su sorpresa a la mañana siguiente se enteró que los bomberos la lograron sacar del edificio en llamas y la dejaron parqueada intacta al frente de este. La camioneta tenía pegados grandes pedazos de alquitrán derretido proveniente del techo del edificio, moldeando casi la totalidad de su carrocería. El alquitrán fue enfriado y endurecido por el agua rociada por los bomberos, lo cual al final terminó protegiendo la camioneta de sufrir daños mayores. Así, desde marzo de 2009 hasta mayo de 2011, la camioneta recibió una nueva restauración por un valor de US$ 34.000, para remover el alquitrán y volverla a pintar completamente, pero en esta ocasión la restauración fue financiada por la compañía de seguros. En junio de 2011 fue nuevamente presentada en el “Sloan Museum Auto Fair” y seleccionada como uno de los mejores 75 vehículos de la feria, recibiendo mucha atención de parte del público. Sin embargo, para esta época el motor fallaba con mucha frecuencia y la camioneta se varaba constantemente, así que luego de la feria se tomó la decisión de restaurar completamente el motor. Este trabajo terminó en diciembre de 2012 y la camioneta Buick, quedó completamente operativa y lista para volver a los shows y sorprender y cautivar más entusiastas. ¡ Esa es la extraordinaria odisea de la única camioneta marca Buick que ha sobrevivido a todo !