La historia de las primeras tres generaciones del Chevrolet Impala (1958-1964) - The first three generations of the Chevrolet Impala

Investigación y edición Francisco Mejía-Azcárate


En Julio de 1955 el estudio de diseño de la Chevrolet, dirigido por Harley J. Earl, presentó un vehículo de ensueño para los espectáculos “GM Motorama” de 1956, llamado “Corvette Impala”. A este soberbio carro, además de darle una persiana (parrilla) frontal, similar a la del Corvette, le fueron incorporados otros componentes del legendario biplaza americano. El techo rígido, que abarcaba un habitáculo para 5 pasajeros, permitía ver como los ingenieros americanos lograron manipular y curvar los parabrisas a su antojo. El 19 de Enero de 1956, el espectáculo “Motorama” abrió sus puertas y permaneció por 9 días consecutivos en el Hotel Waldorf Astoria, en Nueva York y es allí donde el “Corvette Impala” se muestra por 1ª.vez. Es probable que la mente del genial Harley J. Earl tuviera la idea de darle un hermano mayor al Corvette, de allí su nombre, sin embargo, con el pasar de los meses Earl decide abolir la palabra Corvette del sedán deportivo y lo presenta únicamente con el nombre antílope sur africano “Impala”. Y así surge la 1ª. Generación: habría que esperar hasta 1958 para que la División Chevrolet de la General Motors lanzara el “Impala”. La intención era demostrarles a sus competidores que se tenía lo que se necesitaba para producir un bello, lujoso y sobrio automóvil que podía mirar de frente y sin complejos a sus competidores de patio el Ford Galaxie 500 y el Plymouth Fury, en una época en la que los vehículos de gran tamaño mandaban la parada en el mercado americano.

Chevrolet Impala Sport Coupé modelo 1958
Fue tal el impacto que causó este modelo, que los directivos de la encopetada Cadillac, pegaron un grito en el cielo porque aparte de no poseer una cola alada, la mayor diferencia la hacía el precio entre los dos vehículos. Todos los modelos medían 530.86 cms (209”) de largo, 197.36 cms (77.7”) de ancho y 144.78 cms (57”) de alto. El Impala fue presentado como la principal sub serie del Bel Air y se distinguía de los otros por sus tres ‘stops’ o luces de frenado en línea, a cada lado en la parte trasera, mientras que los modelos menos sofisticados como el Chevrolet Biscayne, que sustituyó al Chevrolet 210 y el Delray que sustituyó, al más económico Chevrolet 150, solo llevaban dos ‘stops’ a cada lado y las carriolas solo presentaban uno. Adicionalmente, estaba decorado con unas insignias especiales de banderas cruzadas localizadas arriba de las molduras o biseles laterales, así como unas brillantes, aunque falsas, molduras de cuatro líneas que sobresalían en la parte baja del guardabarros trasero.


También es importante recordar que 1958 fue el 1er año de las farolas dobles. Y debajo de esta nueva carrocería, también había un nuevo chasis. El chasis estándar, tipo perimetral, fue sustituido por una unidad con forma de "X" alargada, sobre la cual Chevrolet afirmaba que este nuevo chasis ofrecía una mayor rigidez torsional y permitía que el habitáculo se pudiese localizar más abajo, sin sacrificar el espacio interior. Este diseño, fue justamente una etapa de transición entre el sistema de fabricación tradicional y el de carrocería/chasis que luego fue totalmente unificado. Sin embargo, este chasis en forma de “X” alargada resultó no ser tan eficaz en la protección de la estructura interior del vehículo en el evento de un choque de impacto lateral, como sí lo era el de chasis perimetral tradicional.


Menos de 600 Impalas fueron equipados con el motor V-8 Turbo-Fire de 283 pulgadas³ (4.6L), y los que aún sobreviven son altamente apreciados por los coleccionistas, al igual que los muy pocos, menos de 200, que sus compradores pidieron fueran equipados con el V-8 Turbo-Thrust de 348 pulgadas³ (5.7L) de bloque grande, que había sido diseñado para las camionetas y podía generar una potencia hasta de 315 HP. La acogida de este modelo fue enorme y en todos los rincones del mundo el público se enamoró del Impala. Las diferentes plantas de la General Motors tuvieron que trabajar a toda marcha para cumplir con los pedidos y cuando en 1959 se decidió cambiar el modelo radicalmente, muchos quedaron decepcionados. En 1958 Chevrolet no sólo le arrebató el primer lugar a Ford, sino que además se quedó con el 29% del total del mercado de Estados Unidos. Ed Cole, el ingeniero jefe de Chevrolet a finales de 1950, definió al Impala como: "un carro de prestigio dentro del alcance del ciudadano estadounidense promedio". 2a. Generación: en 1959, todas las divisiones de General Motors rediseñaron sus carros, en parte como reacción a las dramáticas aletas que desde 1957 ofrecían los vehículos de la “Chrysler Corporation” y en parte, para que todas sus divisiones pudiesen compartir las partes básicas de las plataformas y carrocerías entre ellas; así, el Impala, por ejemplo, tenía partes compatibles con los vehículos Oldsmobile y Pontiac y también con los de la gama baja de Buick, siendo esto parte de una estrategia económica de la General Motors.

Vista frontal del Chevrolet Impala modelo 1959
Este nuevo Chevrolet tenía una distancia entre ejes de 28.45 cms, más larga que en el modelo anterior. La nueva carrocería montada sobre un chasis tipo “X”, era 7.62 cms. más baja y algo más de 5 cms. más ancha. El incremento del tamaño, el cual era una tendencia de la época, contribuyó a que el peso bruto del vehículo también aumentara. Las aletas traseras, que eran otra tendencia de la época, sobresalían hacia afuera y en vez de tener los tres “stops” en línea, los diseñadores optaron por acomodar en medio un solo y alargado “stop”, en forma de ojo de gato o lágrima, con 5 divisiones simuladas por 4 biseles.

Vista posterior del Chevrolet Impala modelo 1959
Impala era ahora una serie independiente y dejó de ser una sub-serie del Bel-Air. Siendo independiente, esta incluía: un sedán de 4 puertas, un sedán de dos puertas, un sedán sport, un sport coupé, un convertible coupé, una carriola 4 puertas y una carriola de 2 puertas. Los Impala Sport Coupé venían con un techo más corto y un parabrisas trasero envolvente, el cual ofrecía una visión ilimitada desde el espejo retrovisor. El Sport Sedan, que también tenía una enorme ventana trasera, no traía parales laterales entre las dos puertas y el techo era tipo "ala volante".

Impala Sport Sedán de 1959, sin parales y techo tipo "ala volante"
Línea de montaje de los motores (carátula de Life)
La mayoría llegaron con motores V-8 básicos de 283 pulgadas³ (4.6L), capaces de generar hasta 185 HP y había la opción de incrementar este caballaje hasta los 290 HP, utilizando ventiladores de alto rendimiento o acudiendo al motor V-8 de 348 pulgadas³ (5.7L) de bloque grande, que generaba hasta 315 HP. Los convertibles con motor V-8 básico costaban US$ 2.967.00, pero se podían pedir en una versión de 6 cilindros que costaba US$118.00 menos y se vendía por un precio de US$ 2.849.00

Aplicación de pintura en las carrocerías de los Impala
Los interiores de los Impala hacían alarde de su categoría, así que ofrecían apoyabrazos delanteros y traseros, un reloj eléctrico, viseras corredizas dobles y cortavientos delanteros de apertura manual. Un panel de instrumentos contorneado, que dejaba ver medidores hundidos en un ángulo específico, diseñados con una media visera que evitaba la excesiva luminosidad. Opciones como aire acondicionado o el famoso asiento eléctrico “flexomatic” de seis posiciones, al igual que el novedoso "Speedminder" (un dispositivo que permitía al conductor fijar la aguja en una velocidad específica y zumbaba cuando la velocidad preestablecida era superada), estaban ahora al alcance del norteamericano de clase media.

Interior de un Chevrolet Impala modelo 1959
Panel de instrumentos del Chevrolet Impala 1959
Ensamblaje del interior en Arlington, Texas, EE.UU.
Los Impalas que traían la dirección o volante a la derecha fueron fabricados en Oshawa, Canadá y posteriormente despachados para Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica, con sus respectivos CKD o SKD y ensamblados localmente. El panel de instrumentos de estos vehículos era una imagen de espejo del Impala 1959 que se fabricaba en los Estados Unidos y fue compartido en esos países con sus equivalentes de la marca Pontiac. Los Impalas enviados a Australia fueron ensamblados a mano en las líneas de montaje GMH Holden. Algunos de estos vehículos fueron enviados al Reino Unido, para ser usados por empleados del servicio diplomático norteamericano, en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda.

Línea de inspección final en la planta de ensamblaje en Arlington, Texas, EE.UU.
3ª. Generación: un enfoque más conservador, con suaves y aerodinámicas líneas que evidenciaban como el bisel lateral fue inspirado de un avión de propulsión, hizo que el Impala de 1960 se alejara sutilmente de las más pomposas líneas de su antecesor y el modelo para la década que comenzaba fue adaptado al glamour futurista que inspiraba la nueva generación de políticos que había llegado a la Casa Blanca.

Chevrolet Impala Sport Coupé modelo 1960
En forma magistral los diseñadores de Chevrolet reformaron y separaron las aletas de la cola y volvieron a los tres ‘stops’ redondos, abandonando el ‘stop’ tipo lágrima. El auto tenía, adicionalmente, características que incluían un bisel corto que se extendía detrás de los faros, con dos pares de biseles gemelos arriba y debajo de este.

Imagen del Chevrolet Impala Sport Coupé modelo 1960
Presentaba otro bisel que nacía en la mitad de la parte alta de las puertas y demarcaba la línea superior del carro, extendiéndose hasta el centro de la bodega (maletero) y en el área entre ellos, la insignia de Chevrolet. En 1960 el Chevrolet Impala fue, nuevamente, el automóvil más vendido en los Estados Unidos y sostuvo esa posición durante esa década, logrando consolidarse como el líder en el segmento de los vehículos lujosos de ‘bajo’ precio para los estándares del momento.

Carriola Chevrolet Impala de 4 puertas, modelo 1960

Los tres ‘stops’ característicos del Impala, llegan de nuevo
Los impala de 1961 fueron rediseñados y fabricados por 1ª. vez sobre una plataforma B, compatible con otros modelos de las otras marcas de la General Motors. Este año los diseños fueron menos estilizados y más conservadores, con dimensiones más ordenadas.

Chevrolet Impala Coupé SS 409 CI modelo 1961
La opción rara en 1961 era el “Super Sport” (SS) que hizo su debut y dio comienzo a la era de los “carros musculosos” y para esto el Impala vino con el icónico motor de bloque grande de 409 pulgadas³ (6.7L) y la 1ª. insignia SS, en un modelo de producción. Los primeros en salir de la fábrica con la insignia SS llegaron a los concesionarios en Junio de 1961. Se fabricaron 453 SS, la mayoría de ellos montados sobre carrocerías del Sport Coupé y solo 69 SS se convirtieron en convertibles.

Motor Chevrolet V-8 de 409 pulgadas³ (6.7.L)
Las carrocerías de los Impalas “Sport Coupé”, (las mismas usadas para la opción SS), fueron las únicas con techo tipo burbuja. El Impala sedán de 2 puertas con parales, solo se fabricó en ese año, lo cual los hace muy cotizados entre los coleccionistas. Adicionalmente, en 1961, la carriola Impala, la de más alta gama, fue llamada Nomad, pero solo por ese año. La opción de frenos de potencia (power brakes) costaba US$ 43.00

Camioneta ‘station wagon’ o carriola, Chevrolet Nomad de 1961
Chevrolet Impala 4 puertas modelo 1962
El modelo de 1962 fue rediseñado haciéndolo más cuadrado. Se basó en las carrocerías de ‘paral’ o ‘pilar’ tipo “C” en todos los modelos, excepto el Sedán 4 puertas. Por ejemplo, el modelo “Sport Coupé”, fue fabricado bajo el mismo estilo y parámetro de los convertibles y compartía con otros coupés de la General Motors, de techo duro, la misma plataforma. Este estilo demostró ser extremadamente popular y contribuyó a que en la actualidad los Impalas de los años 1962 hasta 1964, sean valorados como preciados objetos de colección. El estilo del techo tipo "voladizo" de los sedanes, fue sustituido por uno más amplio y atractivo, de parabrisas trasero envolvente. Las opciones de motorización para el Impala de 1962 se establecieron así: el motor V-8 de 348 pulgadas³ (5,7L) fue sustituido por el motor V-8 de 409 pulgadas³ (6.7L), que se podía pedir con cualquier transmisión. El motor de bloque pequeño se amplió de 283 pulgadas³ a 327 pulgadas³ (5.4L), añadiendo más opciones de motor para los compradores. La banda de música “The Beach Boys”, ayudó a popularizar el enorme motor de 409 pulgadas³ (6.7L), con el éxito musical "409", en referencia al Impala y la melodía se convirtió en una canción emblemática para tales vehículos. Impala, nuevamente se lució con el estilo, la calidad y el espacio de sus interiores, con asientos más lujosos y más detalles de buen gusto. En el exterior hubo más biselería cromada, incluyendo un panel de aluminio a todo lo ancho de la parte posterior que albergaba la emblemática tripleta de ‘stops’ o luces traseras.

Vista posterior del Impala SS convertible modelo 1962
Los modelos “Super Sport” (SS) resaltaban los biseles laterales aún más, utilizando un aluminio especial guilloché, que es una técnica de grabado decorativo en el que un intrincado y muy preciso patrón repetitivo se graba mecánicamente en el material de base, dejando ver muy finos detalles.

Acabado del bisel lateral con aluminio especial guilloché
Debido a problemas de confiabilidad, la transmisión automática opcional, “Turboglide” fue descontinuada, dejando la “Powerglide” como la única transmisión automática disponible hasta 1965. Una nueva radio AM-FM era opcional, por solo US$ 13.00. Para 1962 las camionetas “station wagon” o carriolas, se denominan Impala de nuevo.

Carriola Impala de 1962
Entre los coleccionistas el Impala de 1963, es el más popular por su estilo de carrocería, aunque era casi idéntico, mecánicamente, al modelo 1962. El estilo distintivo del Impala de 1963, cuenta con líneas nítidas, de guardabarros puntiagudos, haciendo hincapié en el estilo bajo y largo tan común en la década de 1960. El panel de aluminio trasero fue rodeado por un borde cromado que hace resaltar aún más los tres ‘stops’ en línea, característicos de la serie Impala. La motorización para 1963, era similar a la del año anterior y las más populares fueron, el motor V-8 de bloque pequeño de 283 pulgadas³ (4.6L) y el motor V-8 de 327 pulgadas³ (5.4L).

Impala SS coupé sin parales modelo 1963
El Sedan Sport presentó una nueva línea y el techo fue muy popular porque traía una especie de quiebre en la parte trasera. Un nuevo y atractivo panel de instrumentos cóncavo llamó mucho la atención porque se sustituyó el indicador análogo de temperatura, por la denominada "luz para idiotas", que no es otra cosa que una luz de color rojo que se enciende cuando la temperatura del motor está fuera de rango. Un tacómetro opcional de fábrica fue incorporado en el tablero dándole a los modelos Super Sport (SS) un toque extra de deportividad, pero el mismo raramente fue pedido por los clientes.

Vista posterior del Impala Sport Coupé modelo 1963
Para 1964 el Impala trae líneas más suaves y estilizadas. Los diseñadores de Chevrolet, recortan los bordes puntiagudos y moldean la parte superior de la persiana (rejilla). Los tradicionales y emblemáticos tres ‘stops’ o luces de frenado, ya no aparecen rodeados por un panel de aluminio, sino más bien atrapados dentro de la carrocería, mientras que el aluminio que antes los atrapaba, esta vez les sirve de marco en forma de "U" invertida, abarcando toda la parte trasera. Chevrolet también lanzó transmisiones más refinadas en 1964, entre ellas una silenciosa transmisión ‘synchro-mesh’ de 3 velocidades y una transmisión ‘synchro-mesh’, totalmente helicoidal de 4 velocidades, con carcaza de aluminio.

Chevrolet Impala Sport Coupé modelo 1964
Chevrolet Impala Super Sport (SS) modelo 1964
La opción Super Sport (SS) del Chevrolet Impala de 1964, solo estuvo disponible en los modelos Sport Coupé y Convertible con los mismos motores que en 1963, incluyendo el enorme y emblemático motor V-8 de 409 pulgadas³ (6.7L). Pero la introducción del Chevelle Malibu Super Sport (SS) y del Pontiac GTO, crearon un nubarrón en las ventas del Impala SS, ya que los compradores comenzaron a cambiar hacia carros más pequeños y livianos que pudieran ofrecer un rendimiento similar, por menos dinero. Preciso que mi conexión personal con los Impala de 1964 se remonta a casi 10 lustros, cuando siendo muy niño dos enormes “berlinas o lanchas”, como se denominaba en Cali a los Impalas, eran frecuentemente aparcados en el antejardín de mi casa: uno pertenecía a la familia de los hermanos Segundo y Fernando Calero Campo y el otro a la familia de Carlos Arcesio Paz Bautista, amigos de mi hermano mayor, Gerardo Mejía-Azcárate. En esa época yo solía salir al balcón de mi casa en Cali para admirarlos, porque colocados al lado de estos, se encontraba el Chevelle Malibu de 1966, de propiedad de mi señora madre, el cual se veía relativamente pequeño. No tengo ni la menor idea a qué lugar fueron a parar este par de carros y espero, de todo corazón, que hayan sobrevivido los avatares automovilísticos, como si ocurrió con el Impala de 1964, que perteneció a la familia Konietzko, después al Abogado Comercialista Camilo Hernández y que hoy, medio siglo después, sobrevive en las cuidadosas manos de Mauricio Gomez Matallana, miembro activo de las AAAA, uno de los clubes de autos antiguos y clásicos más reconocidos de la ciudad de Cali.

Chevrolet Impala Sport Coupé modelo 1964
Propietario Mauricio Gómez Matallana - AAAA Cali, Colombia