La Historia del Maserati Ghibli de Michel Zaccour


Investigación y edición Francisco Mejía-Azcárate
Michel Zaccour posa al lado de su Maserati
Michel Zaccour, es un amigo muy cercano a nuestro club, aunque hace muchos años reside en la ciudad de Beirut, en la República de Líbano. Para envidia de todos los que conformamos el OCCCCC, Michel, quien fue designado nuestro corresponsal en ese hermosísimo rincón del Mediterráneo, se da el gusto de manejar uno de los mejores automóviles deportivos fabricados por la casa Maserati en toda la historia de la legendaria compañía: un coupé Ghibli, modelo de 1967, que se encuentra en perfecto estado de conservación.

Las placas del Maserati de Michel, identifican su auto con el # 17124 
El Maserati de 1967 en un evento especial en Beirut, a campo abierto 
La espléndida trompa del Maserati, oculta sus lámparas delanteras 
Mencionamos que el Maserati Ghibli fue presentado en el Salón del Automóvil de Turín en 1966. Concebido por Giorgetto Giugiaro, un prolífero diseñador italiano que en ese momento prestaba sus servicios a la Carrozzeria Ghia, razón por la cual el Ghibli lleva adherida, a su estilizado cuerpo metálico, la insignia Ghia.

Aspecto de la cabrilla y del tablero de mandos del Maserati Ghibli 
"Ghibli" daba continuidad a un esquema de nombres relacionados con el viento, que Maserati escogió para designar sus autos. “Ghibli” es el sinónimo de una sumatoria de vientos que soplan a lo largo del desierto del Sahara. Este precioso carro, de farolas escondidas, fue equipado con el motor más potente producido por Maserati hasta la fecha de su fabricación: un V8 de 4.7 litros que genera 340 HP y produce un admirable rendimiento. Durante su periodo de fabricación entre 1967 y 1973 se produjeron 1.149 coupés y 125 Spiders; todos los vehículos eran construidos a mano, con la filosofía de trabajo especializado, que distingue a los mejores artesanos de la casa Maserati.

El Maserati de Michel aparece aparcado al frente de su residencia en Beirut 
No nos podemos dejar engañar, sin embargo, por las suaves líneas de su carrocería, ni de su motor de inspiración súper-deportiva, ni de los sistemas de propulsión y transmisión, ni del suntuoso interior del Ghibli...recordemos que este carro fue diseñado para ser un verdadero GT. Por lo tanto no se puede afirmar que el Ghibli es un mero vehículo deportivo de lujo para caballeros, como lo fueron otros GT de su época, pues así como cumplía a cabalidad el excelente rol de ser un carro deportivo lujoso, que se podía usar todos los días, el diseño del Ghibli vino repleto de la herencia competitiva de los Maserati. Con una espaciosa bodega y asientos muy cómodos, el Ghibli se diseñó y fabricó, para devorar miles de kilómetros de carretera con potencia de sobra y un gran desempeño.

Parte trasera del Maserati. Observése el doble exosto...
Su motor es una máquina perfecta. Derivado del motor V8, que dio fama a los formidables Maseratis de carreras 450-S, el V8 4.7 L del Ghibli tiene una muy buena relación de compresión de 8.5:1 y es alimentado por un masivo cuarteto de carburadores marca Weber. El pique es sobresaliente para la época, pues desde una posición de detención completa, alcanza los 96 kph (60 mph) en 6.4 segundos.


Nótense los 4 carburadores Weber del motor V8 de 4.7 L (340 Hp) del Maserati 
La característica más impresionante del motor no tiene mucho que ver con la compresión o la carburación, sino con su sistema de lubricación avanzada. El motor V8 del Ghibli emplea un sistema de lubricación de cárter seco. A diferencia de los motores tradicionales que utilizan un sumidero húmedo, que almacena aceite en un recipiente debajo del motor, el sistema de cárter seco utiliza un depósito separado para sostener el aceite, desde donde se bombea al motor para lubricarlo. Luego el aceite vuelve a circular de regreso al depósito.

Este diseño fue muy popular en los carros de carreras de la época y lo es, aún en la actualidad. No obstante es utilizado casi que, exclusivamente, en aplicaciones de alto rendimiento, lo cual trae grandes ventajas. La razón para instalar este motor - el reto más grande en el diseño del Ghibli - era que existía la necesidad de proveer el automóvil con un motor que tuviese la menor altura vertical posible. Un motor que no necesitara un cárter de aceite debajo del motor, significaba que el motor del Ghibli podía ser bajado y anclado sobre el bastidor del carro, lo cual permitía conseguir un muy bajo centro de gravedad y por ende un capó con una línea excepcional. El sistema de lubricación por cárter seco, mejora el consumo de combustible al proporcionar una mejor refrigeración del aceite, por lo cual el motor del Ghibli se siente cómodo en cualquier pista, carretera o calle donde se le conduzca. Este extraordinario motor V8 fue acoplado a una impresionante caja de cambios de cinco velocidades ZF, de calidad suprema, binomio responsable de alimentar un diferencial de deslizamiento limitado, que suministra enorme energía a los rines traseros, fabricados por Campagnolo. A pesar de que también estaban disponibles rines de radios, los rines Campagnolo son la mejor opción pues pesan menos y la belleza de su diseño se complementa perfectamente con la forma del Ghibli. A lo largo de los años de su producción (1967 – 1973) el Ghibli ha demostrado ser un digno portador de la insignia del tridente. Es una máquina bien diseñada y majestuosamente vestida, con un traje de estilo italiano, que los amantes de los autos reconocemos como uno de los mejores modelos jamás fabricados por la Maserati. Michel Zaccour, socio honorario del Obelisco Classic Car Club, de Cali, Colombia OCCCCC, es un hombre verdaderamente afortunado y posee un coche emblemático, con el que le deseamos pueda disfrutar, por décadas, de la espléndida vista que ofrecen las autopistas construidas en el país que hicieron famosos los fenicios por su inteligencia, determinación y ambiciosas iniciativas mercantiles.