La Historia de mi Cochera Imaginaria

Auto Nº 3: 1935 AUBURN 851 SUPERCHARGED BOATTAIL SPEEDSTER
Por: Francisco Mejía-Azcárate
El deseo mío por esta hermosa pieza de diseño e ingeniería automotriz estadounidense, tiene sus inicios a mediados de la década de 1980, mientras veía una película. Debo confesar que no sabía de la existencia de la marca Auburn, ni mucho menos del ‘Auburn 851 Supercharged Boattail Speedster’, hasta que vi la película “Indiana Jones y el Templo de la Perdición”, por allá en 1985. En esa época solo los militares gringos tenían acceso al internet y definitivamente, aún no era la época del maravilloso Google, por lo que me demoré casi un tiempo largo intrigado y preguntándole a todo el mundo sobre el auto de la película pero nadie parecía tener la respuesta, hasta que finalmente Vicente Emilio Vernaza Ochoa, (qepd), me sacó de la duda.

1935 Auburn 851 Boattail Speedster de la película “Indiana Jones y el Templo de la Perdición”
Vicente Emilio, fue un gran coleccionista de autos antiguos y motocicletas, además de ser un singular acumulador de juguetes antiguos de todo tipo. Fue sin lugar a dudas un gran precursor del hobby de los autos de época en el sur-occidente colombiano, y tío de Juan Fernando Cervino Vernaza, uno de mis mejores amigos de siempre. Todo esto lo cuento porque a raíz de mi amistad con su sobrino, yo tuve la fortuna de conocerlo desde mi niñez, y por consiguiente yo solía visitar su finca del lago Calima, en la cordillera occidental de Colombia, a unos 75 kilómetros al noroccidente de Cali. 

Ese día en particular, le dije: “Commander”, (así lo llamé siempre)…”En la película Indiana Jones, sale un carro con techo de lona, que yo nunca había visto antes, uno que echa candela por detrás, ¿tú sabes que carro es?”… se quedó viéndome, se paró del sofá, subió unos cuantos escalones y tomó con sus enormes manos un libro con la carátula de color vino-tinto que decía ‘Auburn’, en letras doradas, y me dijo: “Aquí vas a ver varios de esos”. Emocionado, me puse a ver detenidamente el libro, en inglés, y al voltear la pagina 23, allí estaba, uno muy similar al de la película, pero en estado impecable.

1935 Auburn 851 Supercharged Boattail Speedster

Debajo de la fotografía decía Auburn 851 Supercharged Boattail Speedster. ¿Es este el carro de la persecución en la película Indiana Jones, verdad? Y me dijo: “Sí, pero yo creo que el de la película es una réplica de fibra de vidrio, de esas que hacen en California, porque nadie va a exponer un carro de esos a que lo dañen haciendo pendejadas en una película”. Curiosamente, cuando el “Commander” falleció, su sobrino, me trajo a regalar no solo ese, sino 11 libros más de su preciada biblioteca automotriz.

Así nació mi admiración por este maravilloso automóvil y desde entonces fantaseo con hacerlo parte de mi colección imaginaria. Como amante silencioso que soy, contemplo los detalles de su diseño y expongo aquí una fugaz historia de su creación y de las personas que lo hicieron posible.

La historia nos cuenta que a pesar de que E.L. Cord, el emblemático presidente del conglomerado “Auburn-Cord-Duesenberg”, había sorteado con éxito los primeros tres años de la Gran Depresión, ya en 1933, las cosas empezaron a volverse críticas, y cuando la tinta roja comenzó a manchar los libros contables de la compañía, a pesar de mantener estable el volumen de producción y comercialización, E.L. Cord, se embarcó para Inglaterra, tal vez para evitar un escándalo sobre su gestión en las empresas que controlaba y rápidamente desapareció del alcance de la opinión pública estadounidense, razón por la cual, la fortuna de su conglomerado le fue entregada a Harold T. Ames, quien presidía Duesenberg. Para 1934, la situación de producción y ventas se mantuvo más o menos igual, pero lejos de lo que se necesitaba para mantenerse a flote, la situación era verdaderamente crítica.

La llegada de Ames a Auburn también marcó el comienzo del Diseñador Gordon Buehrig y el ingeniero August Duesenberg, que ya vivían sus propios ‘viacrucis’ en sus respectivos campos. Al Diseñador Gordon Buehrig le dieron un muy modesto presupuesto de US$ 50.000, y le dijeron que hiciera lo que pudiera para mejorar el estilo de los autos Auburn en 1935. Mientras tanto, se le pidió a August Duesenberg que diseñara un nuevo motor de ocho cilindros, conjuntamente con Lycoming y el especialista en sobre-alimentación Schwitzer-Cununins.

Gordon Buehrig, creador del 1935 Auburn 851 Boattail Speedster

Gordon Buehrig, fue un talentoso y prolífico Diseñador automotriz estadounidense, que había nacido en Mason City, Illinois, en 1904. Era tan aficionado a los autos que conjuntamente con su hermano compraron su primer automóvil cuando él apenas tenía 14 años, se trató de un ‘Orient Buckboard’ de 1904. Cuando se fue a la universidad en Peoria, Illinois, fue expulsado por dibujar diseños de autos en su cuaderno durante una clase de química. Posterior a su expulsión universitaria, condujo un taxi en Chicago durante 6 meses, y tras esa experiencia regresó a la universidad a estudiar dibujo, arte, y manejo de madera y metal, pero a los 20 años, y antes de graduarse, se fue a vivir, y a buscar fortuna a Detroit, la meca automotriz del mundo.

En el transcurso de solo unos pocos años, trabajó para Packard, General Motors y Stutz. En los primeros años de su carrera, Buehrig se leyó el libro "Hacia una nueva arquitectura" del modernista francés Charles-Édouard Jeanneret, más conocido como ‘Le Corbusier’. "Eso me ayudó a formular mi teoría del diseño", dijo alguna vez en una entrevista para el diario Chicago Tibune. "Nunca hagas nada sin una buena razón para hacerlo. Un automóvil hermoso obtiene su forma de su función".

Siguiendo ese mantra, Buehrig se convirtió rápidamente en el Diseñador Jefe de Stutz. En 1929, diseñó las bellas carrocerías de los Stutz Black Hawk que participaron en Le Mans. Luego pasó rápidamente a ser Diseñador Jefe de Duesenberg, que en ese momento ya había sido adquirido por E.L. Cord, e incorporado a la Auburn Company, en Auburn, Indiana. Su primer proyecto en Duesenberg fue diseñar el Modelo J, y una serie de modelos sucesivos de Duesenberg.

1929 Stutz Le Mans Black Hawk // Ornamento característico de los Duesenberh J
En 1934, se le pidió que dada la turbulencia económica de esos tiempos se concentrara en el lado Auburn del negocio, para que trabajara en su próximo automóvil. Sin cumplir aun los 30 años, y con un presupuesto ridículamente escaso, creó el Auburn 851 Boattail Speedster, cuya ingeniería había salido de la mente del también genial August Duesenber. Después de esta serie de éxitos rápidos, se le pidió a Buehrig que diseñara el próximo modelo Cord, el próximo 810.

1935 Auburn 851 Supercharged Boattail Speedster
El resultado de la genialidad de estos dos hombres para los años modelos 1935 y 1936, fue una línea de autos con diseños sobresalientes, de líneas extremadamente fluidas que parecían estarse moviendo aun estando estacionados, infortunadamente, no produjeron los réditos económicos necesarios para salvar la compañía.

Los Auburn Speedster 851, se califican entre los automóviles más asombrosamente bellos de todos los tiempos. Los que venían con sobre-alimentador podían alcanzar los 161 km/h (100 mph) al salir de la sala de ventas. Sin embargo, se vendían por tan solo US$ 2.245. Una vez más, Auburn estaba ofreciendo un producto de gran valor por un precio verdaderamente increíble. La exclusividad de Auburn Speedster 851 está garantizada por su producción limitada. Fue una creación maravillosa que insinuó lo que podría haber sucedido si la empresa hubiese sobrevivido. Fue único y distintivo. No todos los 851 eran sobrecargados, los Auburn sobrecargados, son fáciles de identificar por un escape externo en el lado izquierdo del capó.


El Auburn 851 Supercharged Boattail Speedster, modelo 1935, se hizo famoso entre los famosos, por eso era común ver a actores de Hollywood, de la talla de Errol Flynn, conduciéndolos. Pero a pesar del glamour alcanzado por el modelo, 1935 resultó ser un año confuso y, en última instancia, decepcionante, y aunque los Auburn del año modelo 1936, eran predeciblemente casi todos idénticos al año anterior, las ventas nunca repuntaron. Solo unos 600 automóviles Speedster se construyeron entre 1935 y 1936.

La producción total en 1936 de la marca Auburn fue de solo 1.848 unidades. El Auburn Six, Serie 653, de seis cilindros, se convirtió en la Serie 654, y todavía se ofrecía en el modelo Standard, así como en los modelos Custom y Salon "Dual Ratio". La misma disposición, e ingeniería de los modelos sobre-alimentados fueron aplicadas a la Serie 852 del año-modelo 1936. Sin embargo, a pesar de tener esta flota de bellos y magníficos diseños las ventas se negaron a mejorar y esos hermosos y elegantes descapotables, berlinas, faetones, sedanes y hasta el Speedster sobrealimentado, ahora denominado 852, sucumbieron ante la magnitud de la Gran Depresión. La fabricación cesó en 1937. La sede, de arquitectura ‘art deco’ de la compañía, localizada en Auburn, Indiana, alberga desde 1973, el Museo del Automóvil Auburn Cord Duesenberg, y se convirtió en un Monumento Histórico Nacional, al ser reconocido como tal en el año 2005.

Sala de exhibición y ventas de Auburn Motor Company, en Auburn, Indiana (Años 30’s)

Sintiéndose un hijo pródigo, E.L. Cord regresó de Inglaterra en 1936 para salvar su imperio que se derrumbaba solo para encontrar que la Oficina de Impuestos Nacionales (IRS) y la Comisión de Bolsa y Valores estaban asechándolo para iniciar investigaciones importantes sobre sus actuaciones. Uno de los resultados fue la cancelación de la ya planificada producción de Auburn para el año-modelo 1937. La marca estaba muerta.

E. L. Cord lograría quedarse con la mayor parte de su fortuna, y en los años posteriores se involucró en el negocio de la especulación sobre el valor de la tierra en el Oeste de los Estados Unidos, haciéndose aún más rico. Aunque el Señor Cord, no es recordado con cariño por los fanáticos de la marca Auburn, es dudoso que esta hubiera subido tan alto sin él. Una pena que su vida en el pináculo fuera tan corta.


Como ‘Ingeniero y Diseñador Textil Lanero’ que soy, debo viajar con frecuencia a la ciudad de Lima, a visitar a mis amigos y colegas de la gran empresa lanera peruana, ‘Aris Industrial’, así que durante una vista profesional a esa ciudad en 2010, fui lo suficientemente afortunado de ser recibido por el Señor Jorge Nicolini, el gran coleccionista latinoamericano.

El Señor Jorge Nicolini, tuvo a bien recibirme a mí, y a Alejandro Taborda, otro textilero colombiano que me acompañaba en esa oportunidad, y darnos un tour completo, contándonos la historia de su pasión por los automóviles de época, y todo sobre su magnífico museo y taller de restauración. Oh sorpresa cuando me encontré con un Auburn Speedster 851 SC, modelo 1935, en una de las áreas centrales de su gigantesco museo, no podía creer que tenía un Auburn Speedster tan cerca y sobretodo que podía acceder a tocarlo, e inclusive a montarme y sentir su volante en mis manos. Este fue el puntillazo final. Me enamoré perdidamente.

Auburn 851 Supercharged Boattail Speedster, modelo 1935 – Uno de los preferidos de la colección de Don Jorge Nicolini, en Lima, Perú
Luego de haberlo tenido tan cerca y haberlo palpado mi admiración por este modelo se acrecentó, razón por la cual, continuamente estoy buscando estos automóviles en internet, veo sus videos, y leo sus historias; es un ejercicio fantástico que de vez en cuando me hace salir del mundo real, que a veces no pareciera estar tan bien diseñado, ni es tan placentero de observar como estos automóviles.

No hace mucho tiempo me encontré un video de octubre de 2011, de un Auburn Speedster 851 SC, modelo 1935, perteneciente al matrimonio de Allen y Nancy Strong. Compraron este automóvil en Baltimore, Maryland, en 1984 y lo tuvieron en restauración durante los siguientes 25 años. Uno así como este me gustaría tener. Allí en el video, explica el Señor Strong que los Speedsters fueron fabricados a mano; que eran los ‘súper-autos’ de esa era, y que estaban disponibles por un valor cercano a los US$ 2.000.

Auburn 851 Supercharged Boattail Speedster, modelo 1935 – Propiedad del matrimonio Allen y Nancy Strong

Continúa el Señor Strong diciendo que estos carros los hicieron para exhibirlos en las vitrinas y promocionar las ventas de los otros modelos. La idea original era solo construir 12 prototipos, pero llamaron tanto la atención y crearon tanta expectativa que decidieron producirlos comercialmente.

En un principio utilizaron carrocerías sobrantes de los Speedsters de 1933 y 1934, las cuales fueron modificadas magistralmente por Gordon Buehrig. Afirma también el Señor Strong que, aproximadamente, 89 o 90 Speedsters, fueron fabricados a partir de esas viejas carrocerías modificadas.

En la actualidad, el Señor Strong y su esposa participan en todos los eventos de autos de época que les sea posible participar, exponiendo orgullosamente su encantador Auburn Speedster 851 SC, modelo 1935.

Fotografías logradas durante el “2012 Concours d’Elegance of America”