Por: Francisco Mejía-Azcárate
No es ningún secreto que los vehículos nuevos son cada vez más caros, y eso tiene sentido, porque ahora son más seguros, más rápidos y más avanzados que nunca antes, sin embargo, aunque las ventas de los automóviles nuevos están empezando a nivelarse después de seis años consecutivos de crecimiento récord, no se vislumbre que al menos en el futuro cercano el precio promedio de los vehículos nuevos vaya a descender significativamente.
Pero si las ventas de los automóviles nuevos han roto todos los records en los últimos años, el mercado de los automóviles de colección ha desbordado todas las cifras y podemos decir sin temor a equivocarnos que ha sido “positivamente explosivo”. Los vehículos de colección, especialmente ‘ciertos vehículos, de ciertas marcas’, se han convertido en objeto de deseo y han pasado de ser activos de coleccionistas tradicionales, para convertirse en activos de inversionistas millonarios, que los adquieren como si fueran obras de arte. Como resultado, la apreciación de estos ‘ciertos modelos de ciertas marcas’, ha sido mayor a la del oro en la última década y las subastas de los automóviles de gama alta ahora tienen más en común con la subasta de un museo de arte, que con una subasta de autos de colección.
Sin embargo, también, el mercado de coleccionistas está empezando a mostrar signos de enfriamiento, aunque esa frase puede ser difícil de creer una vez miremos los valores por los que se han subastado los 10 autos antiguos más caros vendidos en los Estados Unidos en 2017. Esta información fue recopilada por el escritor y experto en arte James Derek Sapienza, de Rochester, New York, con la ayuda de “Top Classic Car Auctions”.
10) Mercedes-Benz 540K Special Roadster, modelo 1939: El larguísimo capó, de este, uno de los más exclusivos Mercedes-Benz de la preguerra, esconde un gigantesco motor súper-cargado de 8 cilindros en línea, con un asombroso desplazamiento de 5.4L, (5.410 cc) ofreciendo una potencia superior a los 180 HP.
Fotografía tomada por Alf Johansson, el día que lo vio por primera vez en Moscú |
Este hermoso automóvil que posiblemente fue el último de los 419 fabricados entre 1935 y 1939, y uno de solo 25 con la designación ‘Special Radster’ estaba equipado con una rara transmisión manual de cinco velocidades, frenos hidráulicos de tambor y suspensión independiente de muelles helicoidales en las cuatro ruedas.
Su primer propietario, fue un conocido comerciante de arte de Berlín, y llegó a sus manos solo unas cuantas semanas antes del estallido de la 2da Guerra Mundial. Se cree que durante el periodo de la guerra, fue utilizado ocasionalmente por el arquitecto de Riech, Albert Speer.
Ganador del ‘Segundo en su Clase’ en el Pebble Beach Concours d'Elegance en el año 2012, este bellísimo automóvil con tan solo un poco más de 26.000 kilómetros en el odómetro tiene una historia bastante interesante. Después de la guerra, el automóvil fue descubierto en Berlín Oriental, desde donde finalmente fue enviado a Moscú y utilizado por diplomáticos soviéticos hasta mediados de la década de 1960. Este mítico automóvil fue descubierto en la Unión Soviética por un periodista sueco llamado Alf Johansson, cuando ya no era usado más por el servicio diplomático y estaba en manos de un general soviético. Después de que el general falleciera, Johansson se lo compró al hijo de este, luego de dos meses enteros de arduas negociaciones.
Mercedes-Benz 540K Special Roadster, modelo 1939 |
Sacar este valioso automóvil fuera de la Rusia Soviética en plena época de ‘Guerra Fría’ no fue una hazaña fácil, por demás fue bastante arriesgado porque el reportero de hecho cruzó la frontera con Finlandia conduciéndole, arriesgándose a ser descubierto y detenido, pero su osado escape hizo posible preservar esta pieza de la historia automotriz para las generaciones futuras. Unos años después el carro fue vendido a un caballero estadounidense y desde mediados de la década de 1970, el carro ha estado en suelo americano donde ha pasado por las manos de varios coleccionistas, en los Estados Unidos. En enero de 2017, fue vendido por la suma de US$ 6.600.000por la casa de subastas RM Sotheby’s de Scottsdale, Arizona.
9) Aston Martin DB4 GT (Prototipo), modelo 1959: El DB4 GT de Aston Martin no solo fue una leyenda en su tiempo, sino que su estilo cimentó gran parte del lenguaje de diseño que la compañía sigue utilizando hasta nuestros días. Tiene un motor de 6 cilindros en línea, con un desplazamiento de 3.7L que genera 302 HP, una distancia entre ejes más corta que los modelos convencionales y una carrocería fabricada enteramente de aluminio. Su revolucionario diseño provino de la inspiración conjunta de los ingenieros británicos Harold Beach (1913-2010) y Edward John 'Ted' Cutting (1926-2012). Luego de su lanzamiento en París, este DB4 GT, fue uno de los deportivos británicos más formidables de los años cincuenta al ganar su primera carrera en Silverstone con Sterling Moss y Reg Parnell, y al participar en las ‘24 Horas de Le Mans’ en el año 1959, aunque no terminó.
Fotografía que ilustra la fabricación del Prototipo DB4 GT, en 1958 |
Aston Martin DB4 GT (Prototipo), modelo 1959 |
Interior del Aston Martin DB4 GT (Prototipo), modelo 1959 |
Aston Martin DB4 GT (Prototipo), modelo 1959 |
Este histórico automóvil deportivo que hace unos años atrás hizo parte de la colección de automóviles del actor británico Rowan Atkinson (Mr. Bean) fue vendido por US$ 6.765.000 por la casa de subastas RM Sotheby’s de Scottsdale, Arizona, en agosto de 2017. Si este original es muy costoso para su bolsillo, Aston Martin está fabricando 25 réplicas nuevas con la tecnología de fabricación actual, por tan solo US$ 1.900.000.
8) Jaguar E-Type Lightweight Competition, modelo 1963: Si preguntas a un conocedor de la historia automotriz ¿cuál ha sido el Jaguar más famoso de todos los tiempos?, muy seguramente dirá que el modelo ‘E-Type’ (el “automóvil más bello del mundo”, según Enzo Ferrari), y aunque el Jaguar E-Type no fue diseñado con un enfoque competitivo, sí compartía algunos rasgos de diseño con el D-Type, su “hermano mayor”. Sin embargo, desde 1961, el mismo año en que el E-Type, estuvo disponible al público, comenzó a competir, ganando algunas carreras de la clase GT (con el piloto británico Graham Hill al volante, por ejemplo), estaba claro que la tecnología de competición había avanzado sustancialmente desde que años atrás el D-Type rugía triunfante por el circuito de la Sarthe. Adicionalmente, en 1963 la Clase GT empezó a contar con un Campeonato de Constructores, de ahí que Jaguar decidiese desarrollar un pequeño lote de vehículos livianos muy especiales, lo que se convirtió en todo un desafío para Ferrari.
Jaguar E-Type Lightweight Competition, modelo 1963 |
Se fabricaron 12 Jaguar E-Type Lightweight, aunque en un principio pensaban fabricar 18, sin embargo, los seis restantes se hicieron el año pasado, medio siglo después y se vendieron por US$ 1.500.000. Este en particular fue el décimo en ser fabricado, ha tenido apenas tres dueños, y ha acumulado solo cerca de 4.000 millas en los últimos 54 años. Para fabricarlo, el monocasco de acero y los paneles exteriores de la carrocería del E-Type de producción fueron remanufacturados en aluminio, y así lograron una reducción de 114 kilogramos. Bajo el capó, cuenta con un motor de 6 cilindros en línea y un desplazamiento de 3.9L (3.868 cc), de doble árbol de levas con accionamiento por cadena, y culata de aluminio con cámaras de combustión hemisféricas, todo esto acompañado magistralmente de tres carburadores Weber, que le entregan una potencia de 340 HP. Inicialmente estuvo acoplado a una caja de cambios manual de cuatro velocidades, pero a finales de 1963 se la reemplazaron por una caja ZF de cinco velocidades, para mayor eficiencia en distancias largas.
Jaguar E-Type Lightweight Competition, modelo 1963 |
Desde el punto de vista de ingeniería, e E-Type se consideraba más moderno que los Aston Martin y los Ferrari de la época por su diseño con una estructura central monocasco inspirada en la aviación, y también era mucho más barato. Este probablemente sea uno de los E-Type con mayor grado de originalidad que existen, y muy seguramente esa fue una de las principales razones, para que alguien pagara por él la suma de US$ 7.370.000 en la subasta de Bonham en Scottsdale, Arizona, en enero 31 de 2017.
7) Bugatti 57S Cabrio, modelo 1937: Ettore Bugatti solo produjo 43 unidades del modelo 57S, entre 1936 y 1938; este en particular fue fabricado en 1937, con el chasis número 57513, y es uno de los únicos tres cuya carrocería fuera fabricada por el carrocero parisino Vanvooren. Nunca ha sido restaurado por lo que su estado es completamente original, cuenta con toda la documentación necesaria para corroborar su historia y a pesar de su edad, el pasado 11 de marzo de 2017, fue la primera vez que salió a una subasta; esta tuvo lugar durante el exclusivo Concours d'Elegance de la Isla de Amelia, en la Florida. Ese día se celebraron jugosas subastas con todo tipo de joyas automovilísticas por la firma especializada en subastas de clásicos RM Sotheby's.
Bugatti 57S Cabrio, modelo 1937 |
Tablero de mandos de este exclusivo Bugatti 57S Cabrio |
Fotografías posteriores dejan ver las bellas líneas del Bugatti 57S Cabrio, modelo 1937 |
La historia nos cuenta que en el ‘Salón del Automóvil de París’ de 1936, el fabricante alsaciano Bugatti, introdujo la segunda serie del cíclico ‘Type 57’, el automóvil deportivo de carretera diseñado por Jean, el hijo de Ettore Bugatti, en dos versiones distinguidas así: ‘Type C y Type S’. La letra C significa ‘Compresor’ y la letra S, ‘Surbaisse’ o ‘bajado’ en francés. Para mejorar el rendimiento del motor se le proporcionó un doble árbol de levas y el combustible era administrado a través de un carburador de corriente ascendente, lo que le permitía generar una potencia de 180 HP. A este motor se le acopló una transmisión manual de cuatro velocidades, adicionalmente, el chasis que tiene una distancia entre ejes de 3.302 mm (130”) fue inspirado en los autos de competición de la época y se equipó con ejes vivos delanteros y traseros semi-elípticos de muelles de hoja o ballesta, amortiguadores ‘De Ram’ y frenos de tambor en las 4 ruedas. Al final de la subasta, el martillo cayó en US$ 7.700.000 y su nuevo dueño será su octavo propietario en sus 80 años de existencia.
6) Jaguar E-Type Lightweight Competition, modelo 1963: Con el interés completamente renovado por los ‘Jaguar E-Type Lightweight’ luego de la subasta de comienzos de año, donde un hermano de éste alcanzó una cifra record de US$ 7.370.000, se esperaba que este bello ejemplar tuviese muchos apostadores deseosos de comprarlo en la subasta realizada en el ‘Bonham’s Quail Lodge’, durante el ‘Monterey Classic Car Week’ que se lleva a cabo los días 18 y 19 de agosto en Monterey, California, y que representa un evento comercial de autos antiguos muy importante para el subastador británico Bonhams.
Fotografías que ilustran perfectamente el Jaguar E-Type Lightweight Competition, modelo 1963 |
Este carro en particular hizo parte del equipo de carreras dirigido por Briggs Cunningham (1907-2003), el millonario y legendario deportista americano propietario del equipo que llevaba su nombre; con un registro completo y documentado de todas las carreras en las que participó, este deportivo británico tuvo problemas el día de la subasta porque los apostadores no llegaron al precio mínimo de reserva, sin embargo, se vendió ese mismo día, pasada la subasta en la nada despreciable suma de US$ 8.000.000.
5) Ferrari 250 GT SWB Berlinetta, modelo 1961: Si tuviésemos que elegir un automóvil que realmente encapsule el auge de los automóviles de colección de esta segunda década del Siglo XXI, tendría que ser el Ferrari Serie 250. Esta serie que fue producida durante 11 años (1953/1964), en diferentes y magníficos estilos de carrocería, creados magistralmente por los mejores carroceros de Italia, sobre un chasis de competición y el legendario motor atmosférico a gasolina V-12 Colombo, Tipo 168, de 3.0L (2.953 cc), con tres carburadores Weber DCL6 que le permiten generar algo más de 220 HP, representa la mejor apuesta a la hora de invertir bien en autos de gran prestigio.
Ferrari 250 GT SWB Berlinetta, modelo 1961 |
Este Ferrari 250 GT SWB Berlinetta, que fuera carrozado por Sergio Scaglietti, fue el primer modelo de Ferrari con frenos de disco en las cuatro ruedas. Estos se fabricaron con un chasis cuya distancia entre ejes de 2.400 mm era menor a la de su predecesor y la combinación de un peso bajo, mucha potencia y una suspensión bien clasificada lo hizo extremadamente competitivo. Fue introducido el Salón del Automóvil de París el 5 de octubre de 1961 y rápidamente comenzó a venderse y a competir. El Ferrari Berlinetta SWB ganó la clase GT del Campeonato de Constructores de 1961. Las siglas SWB significan Short Wheel Base/Corta Distancia entre Ejes.
Interior y el motor de este magnífico automóvil |
Vista posterior del Ferrari 250 GT SWB Berlinetta, modelo 1961 |
De acuerdo con el historiador de la marca Marcel Massini, el chasis 2985 corresponde a la unidad 110 de las 167 unidades fabricadas del 250 GT SWB Berlinetta y es una de las aproximadamente 90 variantes ‘Lusso’ que se fabricaron – El motor Colombo V-12 Tipo 168 se terminó de ensamblar el 25 de octubre de 1961, bajo la supervisión del reconocido el ingeniero Amos Franchini, y la transmisión de 5 velocidades, también fue terminada y entregada ese mismo día. Aunque el certificado de origen fue emitido el 11 de noviembre de 1961, el carro realmente fue terminado tres días después.
Una vez terminado en color gris concha (grigio conchiglia) con interior en fino cuero negro, esta ‘belinetta’ fue despachada al concesionario oficial de Roma ‘Vicenzo Malago e Co’, y el 22 de febrero de 1962, fue vendida a María Lucía del Torta y Alberto Bossa; luego tuvo unos cuantos dueños más en Italia y a finales de la década de 1960, fue exportado a los Estados Unidos y adquirido por un señor de apellido Mordvedt. En 1976, el carro fue adquirido por los coleccionistas de Ferrari Charles Beltz y Fred Peters del Sur de California, quienes lo tuvieron por algo más de 40 años y lo vendieron a un comprador no revelado quien lo puso en la subasta realizada en Monterey, California por RM Sotheby's en agosto de 2017, en donde el martillo cayó en US $8.305.000.
4) Porsche 917K, modelo 1970: Esta obra maestra de la ingeniería de carreras tiene una historia fascinante, y ver como uno de los más emblemáticos y legendarios autos de carreras, fue subastado en Pebble Beach, por la firma especializada en subastas Gooding & Company, el pasado mes de agosto, causa emoción. La vuelta al mercado de esta unidad ha sido todo un acontecimiento, pues es uno de los ejemplares más conocidos y reconocibles de la exitosa saga de los Porsche 917. A pesar de dominar las carreras de resistencia a finales de la década de 1960 y principios de la década de 1970, los autos Porsche 917K fueron considerados unos de los carros más difíciles de conducir en el mundo. De hecho, los pilotos de pruebas de Porsche los apodaron "la úlcera" por el estrés que producía conducirlos.
Porsche 917K, modelo 1970 |
Todos los aficionados sabemos que cuando se menciona a Ferrari vienen a la mente sus victorias en la Fórmula 1, sin embargo, cuando se menciona a Porsche, inevitablemente se asocia a la casa de Stuttgart con las 24 Horas de Le Mans. La vinculación no es caprichosa ya que el fabricante germano ganó la mítica prueba de resistencia en 18 oportunidades, una cifra que le permite ser el constructor con más festejos en el circuito de La Sarthe. Esta historia de éxitos comenzó en la edición de 1970 con el Porsche 917K, un vehículo que se desarrolló a fines de la década de 1960 a partir de la renovada reglamentación técnica que la Federación Internacional del Automóvil impuso para los de la categoría ‘Sport’.
Su presentación en el Salón del Automóvil de Ginebra, 1969 |
Las nuevas reglas permitían autos con motores de hasta los 5.0L (5.000 cc) y una producción de 50 unidades, aunque luego se bajó esa cifra a la mitad. La flamante normativa resultó tentadora para Porsche, que decidió concebir un modelo que la aprovechara al máximo. El 917 estaba equipado con un motor 12 cilindros Boxer de 4.5L (4.494 cc) y fue presentado en marzo de 1969 durante el Salón del Automóvil de Ginebra. Sin embargo, la inestabilidad que mostró durante las pruebas de desarrollo motivó a Porsche a desistir de utilizarlo en la primera parte del Campeonato de Marcas.
Una vez solucionado los problemas de aerodinámica, el 917 debutó en los 1.000 Km de Spa-Francorchamps, en la sexta fecha del certamen. Pero su potencial quedó demostrado recién en el cierre del torneo con el triunfo en los 1.000 Km de Zeltweg logrado por el suizo Jo Siffert y el alemán Kurt Ahrens del equipo privado Freiherr von Wendt. Toda la experiencia adquirida en 1969 fue bien aprovechada por la firma alemana para la temporada siguiente. Se mejoró el chasis y la aerodinámica y además se colocó un nuevo impulsor de 4.9L (4.097 cc) y una potencia de 600 HP a 8.500 rpm, y en 1970 ganó las 24 Horas de Le Mans ……el resto es historia.
Esta unidad fue empleada por la marca para las pruebas de Le Mans en 1970, perteneció a la colección privada de Jo Siffert, sirvió de vehículo cámara y fue protagonista de la película Le Mans, protagonizada por el legendario actor estadounidense Steve McQueen. Adicionalmente, un par de décadas después de todo ese protagonismo fue encontrado en un granero en las afueras de París, donde permaneció en el olvido por 23 años.
Porsche 917K, modelo 1970, al momento del fin de la subasta |
Haber abierto la página de triunfos en las 24 Horas de Le Mans, hace ya 47 años, donde Porsche ha subido 18 veces al podio como vencedor, seguramente es la razón por la cual estos vehículos son tan apetecidos que alguien es capaz de aguantar el martillo de una subasta hasta la asombrosa suma de US$ 12.800.000 y pagar incluida la comisión de US$ 1.280.000 un total de US$ 14.080.000 por uno de ellos.
3) Ferrari 275 GTB/C, modelo 1966: Posterior a la Serie 250, Ferrari lanzó la dolorosamente hermosa Serie 275. Podría decirse que la Serie 275, es el pináculo de los Ferrari clásicos con motores frontales, por lo que siempre es noticia cuando uno de estos bellos ejemplares sale a la venta. Este GTB/C, es el número 6 de solo 12 fabricados por el Cavallino Rampante para el Campeonato del Mundial de Constructores. Esta docena de briosos corceles fueron específicamente modificados para competir en la temporada de 1966, por lo que no están relacionados con los 275 GTB/C Speciale desarrollados para la temporada anterior, de los cuales solo se fabricaron 3 unidades.
Ferrari 275 GTB/C, modelo 1966 – Chasis # 09051 |
Estos maravillosos automóviles se distinguen porque hasta su propio bastidor, se hizo nuevo. Para estos Ferrari 275 GTB/C se desarrolló ex-profeso un nuevo bastidor tubular de aluminio basándose en el diseño del chasis del modelo de calle, pero mucho más liviano y rígido, acoplándosele el esquema de suspensión del modelo de calle pero convenientemente revisado y endurecido. En cuanto a la carrocería, aunque los paneles tienen las mismas formas que el auto de calle, estos fueron formados a mano, en aluminio, por el maestro carrocero Sergio Scaglietti, haciendo que la carrocería fuera mucho más liviana que la de sus hermanos; adicionalmente, se empleó plexiglas para las ventanas y fibra de vidrio para reforzar el tren trasero, resultando al final con 150 kilos menos que las variantes de aleación de sus hermanos de calle.
Ferrari 275 GTB/C, modelo 1966, durante un circuito en Italia, en el año 1969 |
En cuanto al motor, se empleó el mismo Colombo V-12 de 3.3L que usaron en el Ferrari 250 LM de motor central y los 275 GTB/C Speciale, pero con la particularidad de contar con solo 3 sofisticados carburadores Weber, especialmente desarrollados para este modelo, en lugar de los 6, que le montaban al 275 GTB estándar de calle; con esta configuración el Ferrari 275 GTB/C, desarrolla una potencia de unos 330 HP, convirtiéndolo en uno de los mejores autos de competición de la marca de Maranello, en la segunda parte de la década de 1960.
Motor Colombo V-12 de 3.3L, con tres carburadores Weber especiales, del Ferrari 275 GTB/C, modelo 1966 |
Este en particular permaneció compitiendo en Italia entre 1966 y 1970, cuando era propiedad de Renzo Sinibaldi y Alberto Federici, ganando múltiples carreras, una vez retirado de los circuitos fue vendido a diferentes coleccionistas del Reino Unido y los Estados Unidos.
Vista posterior y lateral del del Ferrari 275 GTB/C, modelo 1966 |
En el año 2007, fue sometido a una detallada y completa restauración tipo ‘Concours d'Elegance’ a cargo de Wayne Obry’s Motion Products Inc., en Neenah, Wisconsin, un verdadero especialista en Ferrari y cuya factura ascendió a US$ 800.000. Este precioso y clásico deportivo fue una de las estrellas principales de la subasta de Gooding & Company, durante el Concours d'Elegance de Pebble Beach, en Monterey, California, los días 18 y 19 de agosto de 2017, donde luego de una ardua disputa, fue vendido por US$ 14.520.000, incluida la comisión del 10% para la casa de subastas.
2) McLaren F1, modelo 1995: Es imposible explicar sin exagerar lo avanzado que fue el McLaren F1 cuando se estrenó en 1992. Los hiper-autos británicos, capaces de desarrollar más de 240 mph (386 km/h) revolucionaron el mundo de los autos deportivos de alto rendimiento, y su elevadísimo precio de US$ 1.000.000 significó que sólo 64 de estos estrambóticos súper-deportivos fueron construidos. Este McLaren F1, fue el primero de sólo siete autos ‘federalizados’ para poder rodar legalmente en las calles y autopistas de los Estados Unidos. El McLaren F1 es para muchos el mejor súper-deportivo de todos los tiempos, en parte por su espectacular diseño y en parte por su potencia récord: con una velocidad máxima de 386 km/h, fue el auto más rápido del mundo entre los años 1992 y 2004.
McLaren F1, modelo 1995 |
Obsérvese la manera en que se abren las puertas de este bello McLaren F1, modelo 1995 |
Nota curiosa: Estos súper-deportivos que marcaron un antes y un después en la década de 1990, y que hoy se han convertido en codiciadas piezas para los coleccionistas, alcanzando cifras millonarias, requieren, para seguir circulando, de un vetusto computador portátil Compaq LTE 5280, ya que es el único computador con el que en McLaren pueden configurar su anticuada central electrónica, porque solo en él se puede insertar la tarjeta CA, para que una vez esté configurada pueda ser instalada en el carro. Y como es lógico, la vida de estos computadores de hace más de 20 años está llegando a su fin y la compañía británica está, además de comprando todos los Compaq LTE 5280 que encuentra, desarrollando una alternativa que le permita configurar la central electrónica con un ordenador moderno. Pero mientras lo hacen, los carísimos McLaren F1 dependen de un ordenador por el que nadie en su sano juicio pagaría más de un dólar, sin embargo, eso no pareció importarle al caballero que el pasado 19 de agosto (2017) llevó la puja hasta $ 15.620.000, el precio más alto pagado por un automóvil subastado en el Quail Lodge durante el ‘Monterey Classic Car Week’ en California.
1) Aston Martin DBR1, modelo 1956: Ha sido tradicional que en los años anteriores, los automóviles que han alcanzado los mayores precios en las diferentes subastas realizadas en el gran país del norte vinieran generalmente de Italia (léase: Ferrari), sin embargo, en el año 2017, las subastas estadounidenses fueron dominadas por los automóviles británicos. No sólo es este magnífico Aston Martin DBR1, modelo 1956, fue el vehículo más caro vendido este año en los Estados Unidos, sino que se convirtió en el carro inglés más caro jamás subastado, al alcanzar la extraordinaria cifra de US$ 22.550.000.
Aston Martin DBR1, modelo 1956 |
El Aston Martin DBR1, es el modelo más exitoso de la marca inglesa en las pistas, y sin lugar a dudas esa es definitivamente una de las razones por las que se ha convertido en uno de los deportivos icónicos del Reino Unido. Diseñado para triunfar en Le Mans, esta es la primera de las cinco exclusivas unidades que la casa británica fabricó, para alcanzar la gloria en las pistas europeas.
Placa que lo identifica como el primero de 5 fabricados |
El exorbitante precio alcanzado por este Aston Martin DBR1, modelo 1956, en la subasta realizada el pasado 18 de agosto (2017), por RM Sotheby's en el Concours d'Elegance de Pebble Beach, en Monterey, California, es apenas comparable a su exclusiva lista de conductores que lo corrieron a mediados del Siglo XX. Pilotos inmortales de la talla de Sterling Moss, Jack Brabham y Carroll Shelby compitieron en este deportivo británico durante una muy intensa jornada automovilística entre los años 1956 y 1960. El nuevo dueño recibió el carro con dos motores, el original de valor incalculable, que está instalado y una réplica para usarlo por si decide correrlo en los usuales circuitos de autos antiguos que se dan a lo largo y ancho de los Estados Unidos.
Pintura histórica de Sterling Moss conduciendo el DBR1 - Tourist Trophy, Goodwood, 1959 |