La Historia del Corvette # 1 de Briggs Cunningham

Por: Francisco Mejía-Azcarate
Si en 2011, en el área de Tampa Bay, Florida, alguno de Ustedes tuvo en sus manos una revista de “Craigslist”, ese magazine especializado en ventas de autos, posiblemente, sin siquiera percatarse, dejó pasar una gran oportunidad. Se trataba del anuncio de venta de un automóvil deportivo con número de serie X53L, que para algunos parecía tener un chasis de “preproducción” del Corvette, modelo 1953. Otros, creyeron que se trataba de un prototipo Pontiac, de 1953, llamado Longoria, que según la información conocida, había sido diseñado por Zagato, y construido por Pininfarina, para GM a finales de 1952. En definitiva, la falta de información y algunos errores de ortografía enredaron sobremanera a la persona que hizo el anuncio, quien realmente no sabía mucho del carro que tenía en sus manos. Muy seguramente, si hubiese conocido a algún ex-ejecutivo de “Fisher-Body Works”, la información habría sido más acertada y este carro no se hubiera anunciado por solo US$ 700, el precio en que se ofreció en esa publicación y que nadie quiso pagar por él. 

Este es el carro que estaba en venta por US$ 700, en el “Craigslist” de Tampa Bay, Florida, en 2011

Todo parecía indicar que el propietario solo tenía en sus manos un pedazo de chatarra vieja, hasta que el historiador de Corvette, Domenico Idoni y los expertos historiadores de Hagerty, descubrieron que se trataba del legendario Corvette, # 1, de la escudería de “Briggs Cunningham”, y el cual había sido corrido por el mismo Briggs Cunningham y su amigo y coequipero William Kimberley, en las 24 Horas de Le Mans, de 1960. 
En esta fotografía se puede ver la ‘vida dura’ que tuvo el famoso Corvette # 1 de Briggs Cunningham
Este Corvette modelo 1960, fue parte de aquel famoso trío de Corvettes del equipo estadounidense, que por primera vez presentaba este icónico vehículo en las 24 Horas de Le Mans. Ese día, el Corvette identificado con el # 3, conducido por John Fitch y Robert (Bob) Grossman, llegó en octavo lugar en la clasificación general y primero en la categoría “Grand Touring 5000”, de ese prestigioso y prolongado circuito francés de resistencia.

Fantástica fotografía a color que muestra los tres Corvettes de Cunningham, antes de la carrera

Briggs Cunningham equipó los tres autos de manera idéntica, con techos duros, motores V-8 de 4.6L (283 pulg³), cuatro velocidades, frenos de servicio pesado, inmensos tanques de combustible de 37 galones, barras antivuelco, luces adicionales y conductos de aire para los conductores. Sólo los colores de las cubiertas de los faros y los números los diferenciaban entre sí. En todo esto, hubo una excepción. De acuerdo al reconocido historiador de Corvette, Domenico Idoni, Cunningham escogió uno de los tres, y dos meses antes de la carrera lo envió al “Circuit de la Sarthe” donde se realizan las 24 Horas de Le Mans, para determinar si era posible llevar un equipo completo y tener alguna oportunidad de éxito. El auto escogido tenía el ‘VIN 00867S103535’, y en la carrera habría de estar identificado con el # 1. Más adelante, los carros # 2 y # 3, se unirían al # 1 (al igual que otro Corvette ‘corsario’ perteneciente al equipo de America Camoradi RT, e identificado con el # 4.

Esta fotografía ilustra perfectamente, el frente del Corvette # 1, ‘VIN 00867S103535’ – protagonista de esta historia
Largada ‘tipo Le Mans’ dando inico a las 24 Horas de Le Mans, en junio de 1960
Entonces, tenemos que ese pedazo de “chatarra” que se ofreció por US$ 700, y que nadie quiso comprar, era el carro insignia del equipo de Cunningham, el cual, cuando era conducido por William Kimberley, en la vuelta número 38, de las 24 Horas de Le Mans, de 1960, tuvo un accidente en el que el carro por poco se incendia, dejando al propio Briggs Cunningham, por fuera del circuito. 

Estado en que quedó el Corvette # 1 tras el accidente de Kimberley en la vuelta 38 de las 24 Horas de Le Mans – 1960
Sin embargo, quedaron en competencia los Corvettes # 2 y # 3; aunque el # 2, luego de 202 vueltas y faltando solo unas pocas horas para terminar la carrera, tuvo un percance eléctrico que lo dejó por fuera, el Corvette # 3, logró hacerse con la categoría “Grand Touring 5000”. Nada mal para ser la primera vez que Corvette competía en las afamadas y durísimas 24 Horas de Le Mans.

A pesar de sufrir problemas de recalentamiento, el Corvette #3 llegó octavo en la general y gano su categoría
Momento en que John Fitch, cruza la meta, ganando la categoría “GT 5000” en las 24 Horas de Le Mans – 1960
Cualquiera hubiera esperado que después de la carrera, y dada la importancia histórica de estos tres Corvettes, estos magníficos autos de competición tendrían un mejor destino, quizás haciendo parte de alguna colección en cualquiera de los miles de museos públicos o privados que existen en los Estados Unidos, pero Briggs Cunningham los convirtió nuevamente en autos de calle y los vendió a través de un distribuidor de Chevrolet. Después de eso, estos tres legendarios autos desaparecieron por muchos años. Todos los entusiastas y aficionados a los Corvettes, han sabido en los últimos años la situación actual de los Corvettes # 2 y # 3, pero nadie parecía saber que había pasado con el # 1, lo que por años lo convirtió en una especie de mito, al que se le adjudicaron una cuantas leyendas, que lo único que hicieron fue acrecentar su fama y su valor, porque además había sido el carro ‘insignia’ de la escudería “Briggs Cunningham”.

El Corvette # 3, exhibido durante la restauración y ya restaurado
El primero en aparecer fue el # 3, el cual había tenido una vida de lujo como carro de colección y se encontraba en muy buen estado, pero a pesar de todo fue desmantelado y restaurado a su estado de competición por Kevin Mackay, de Valley Stream, Nueva York, a petición del ya fallecido Chip Miller y su hijo Lance. 

El ganador de las 24 Horas de Le Mans, acompañado de dos Corvette C6.Rs, modelo 2010
El # 2, apareció hace unos años en un depósito de chatarra en Irwindale, en el condado de Los Ángeles, California, y afortunadamente fue adquirido y mandado a restaurar por Bruce Meyer, un coleccionista excelso y miembro de la junta directiva del hermosísimo “Petersen Automotive Museum”. Sin embargo, el # 1, permaneció desaparecido hasta 2011, cuando los entusiastas que lo buscaban descubrieron que esa fea bestia de color púrpura en el anuncio de Craigslist, era realmente el emblemático Corvette # 1 de Briggs Cunningham.

“Petersen Automotive Museum” es el hogar del Corvette # 2 – Restaurado a la perfección por Bruce Meyer
El Corvette # 2, rueda al lado de un Corvette C6.Rs, modelo 2010
Debido a que el carro había sido robado a su antiguo dueño, y estuvo perdido por muchos años, hubo que pasar por muchos tiras y aflojes jurídicos, que terminaron por convertirse en una ardua batalla legal que duró más de un año en la corte del Distrito de Middle en el Estado de Pennsylvania.

Aquí vemos el Corvette # 1 de Cunningham, siendo atendido en una parada durante las 24 Horas de Le Mans -1960
Todo esto tuvo que ocurrir antes de definir la propiedad real de este carro, una vez habían logrado determinar su procedencia y la importancia que revestía. Así, para hacer de una historia muy larga y tediosa, una mucho más corta: El Corvette, ahora identificado positivamente como el # 1 del equipo “Briggs Cunningham”, que participó en las 24 Horas de Le Mans, tiene tres dueños; el historiador de Corvettes, Domenico Idoni (35%), el coleccionista y propietario de varios concesionarios de automóviles en Indiana, Gino Burelli (35%) y el reconocido restaurador Kevin Mackay (30%). Bajo los términos de un acuerdo legal firmado en julio de 2015, Idoni y Burelli quedaron obligados a comisionar al Kevin Mackay, para que regrese el carro a sus días de gloria en 1960. Mackay ganó el reconocimiento debido por su restauración del Corvette #3 del fallecido Chip Miller.

Estado del carro, antes de entrar al proceso de restauración por Kevin Mackay, en Nueva York
Según el abogado Bryan Shook, un especialista legal en carros de colección que asesora en la parte jurídica al restaurador Kevin Mackay, la restauración, de este carro se estima que tome un poco más de un año y cuesta una suma superior a los US$ 500.000. (Al escribir estas líneas, el carro se encuentra en Indiana, en una bodega de Burelli, a la espera del pago final acordado en la resolución jurídica, dicho Shook).

Bryan Shook, dijo que espera que el carro se venda una vez esté restaurado, pues en este mundo de los carros de colección, el dinero es una gran tentación y este carro podría subastarse en una cifra que puede oscilar entre los tres y los siete millones de dólares.

No pasará mucho tiempo para que volvamos a ver estas tres leyendas juntas otra vez


La historia exacta del Corvette # 1 del equipo de “Briggs Cunningham”, puede que nunca la lleguemos a saber completamente, pero todo parece indicar que en algún momento alguien lo compró con el propósito de correrlo en carreras de arranque (piques) y su color original blanco y azul fue tapado ‘chambonamente’ por ese horrible color purpura que además fue mal aplicado. Tristemente, muchos de los componentes claves, incluyendo el motor original, desaparecieron, sin embargo, el restaurador Kevin Mackay, dijo que tenía guardados y disponibles todos los moldes y raras piezas de reposición desde la restauración del Corvette # 3 de Chip Miller, con lo cual podía garantizar una restauración de muy alto nivel. De lo que si podemos estar seguros, es que cuando salga para la venta en un par de años, seguramente no lo vamos a ver anunciado en el Craigslist, así que perdimos nuestra oportunidad.