por José Manuel Ortega Baldor
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| Emblema de la cigüeña, adoptado en 1917 | 
El  nombre Hispano-Suiza evoca algunos de los automóviles más elegantes,  respetados y exquisitos de todos los tiempos.  Sinónimo de lujo y  distinción, Hispano-Suiza se situó a la vanguardia de la tecnología  automovilística y aeronáutica durante buena parte de sus más de 40 años  de historia. La gran calidad de sus productos convirtió a esta marca en  la preferida de la élite mundial. Los comienzos de la empresa “La  Hispano-Suiza, Fábrica de Automóviles S.A.” se sitúan en 1904, pero su  existencia y experiencia en el mundo automotor se remontan a 6 años  antes: a 1898, cuando Emilio de la Cuadra inició en Barcelona la  producción de baterías y autobuses eléctricos con la marca “La Cuadra”.  Uno de sus ingenieros, un joven suizo llamado Marc Birkigt, convenció a  La Cuadra de que le permitiera construir un automóvil. El resultado -un  La Cuadra de 2 cilindros- fue el primer automóvil fabricado en España,  pero no tuvo éxito comercial y la fábrica pronto se enfrentó a complejas  dificultades financieras. 
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| De la Cuadra 7 HP,  1900 | 
 J.  Castro, uno de los acreedores de de la Cuadra, asumió las obligaciones y  la administración de la empresa, siendo su "bien" más preciado el  ingeniero Birkigt. Castro fabricó vehículos hasta 1904, cuando la  inestabilidad laboral del momento obligó al cierre de la fábrica, lo que  dio lugar a un nuevo rescate financiero.
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| Castro 10 HP, 1903 | 
 
El  nuevo “ángel salvador” fue un empresario español, Damián Mateu, hombre  de gran visión comercial y guía del destino de la compañía hasta su  muerte en 1929. Con él se crearía la marca española de automóviles más  famosa: la “Fábrica La Hispano-Suiza de Automóviles”. El nombre de  la firma reconocía su financiación española y su ingeniería suiza. La  producción comenzó con los modelos inacabados de la antigua J. Castro y  con la puesta en marcha de proyectos previstos por la firma antecesora.  El día 20 de enero de 1905 se entregó el primer vehículo, del tipo  “acorazado” sistema Birkigt, de 20 CV, con motor de 4 cilindros de 100 x  120 que, oficialmente cronometrado, alcanzó una velocidad de 87  kilómetros por hora en llano y de 50 en la cuesta de La Rebasada  (Barcelona). Se llamó “acorazado” porque el ala inferior de los  largueros del bastidor se prolongaban hasta acoplarse con el motor, lo  que ofrecía un conjunto chasis-motor mucho más rígido que el de sus  coetáneos. Y, adicionalmente, se protegía el motor cerrando el chasis  por debajo para evitar que penetrara el agua y el polvo. 
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| Hispano-Suiza 20 HP, 1905 | 
En  1906 se adquirieron los terrenos de “La Sagrera” para la creación de  una nueva fábrica. Ese año se producen los modelos de 30 CV, con motor  de 100 mm de diámetro y de 130 mm de carrera (100 x 130), y 40 CV, de  130 x 140, capaces de alcanzar una velocidad en llano de 100 kilómetros  por hora,  completamente equipados. En 1907 se construye el que sería el primer  automóvil español de 6 cilindros, con un motor compuesto por tres  bloques fundidos de dos cilindros, de 130 x 140 y con una potencia  comprendida entre los 60 y los 75 CV que llegaba a los 120 Km/h. Se  denominó tipo 6, T 60 ó 60 CV.
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| Hispano-Suiza 30-40 Landaulet, 1910  | 
Prueba  de la rapidez de dicho modelo fue que un Hispano-Suiza de dichas  características realizó el viaje Perpignan-París en 22 horas. Toda una  proeza para la época, a la que  hicieron eco los medios de comunicación.  En 1908,  los "Hispanos" empiezan a participar en concursos y carreras como la de  Monte Igueldo, en que un 20 HP logra el primer premio de su serie. Ese  año es de buenos resultados económicos, vendiéndose un total de 83  chasis para automóvil y 9 para camión o autobús.
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| Hispano-Suiza  20-20  CV, 1010 | 
Según la costumbre de la época, los fabricantes de vehículos de lujo sólo entregaban el chasis desnudo y el motor y el cliente debía escoger al carrocero de su elección para que le construyese la carrocería,  según sus gustos y especificaciones particulares. Los mejores  carroceros del momento "vistieron" a los Hispanos: Capella, Fernández y  Darrin, Henry Binder, Franay, Chapron, Le Baron, Nieuport, Fiol,  Saoutchik, van Vooren…. 
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| Hispano-Suiza  Victoria Town car, 1923. Construido por Binder para un rey europeo que  fue depuesto antes de la entrega del vehículo (se cree que fue el rey de  Grecia) | 
En 1908 se presentó el 15/20 CV, de 80 x 130, que se fabricó durante largos años y, sobre todo,  el fantástico modelo deportivo de 45 CV, en sus versiones de 80 x 170 y  de 80 x 180, espléndido chasis al que se le daría la denominación   Alfonso XIII, debido a que la reina Victoria Eugenia se lo regaló a su  marido y éste lo empleaba asiduamente. El joven rey de España, Alfonso  XIII, se había interesado desde el principio por los hispanos, llegando a  poseer casi 30 durante su reinado. La empresa reconoció su lealtad  nombrando un modelo con su nombre. El ligero y poderoso Hispano-Suiza  Alfonso XIII fue lanzado en 1911. Su motor de 3,6 litros y 60 CV le  proporcionaban una buena aceleración y una velocidad superior a los 100  km/h. 
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| Hispano-Suiza Alfonso XIII, 1912 | 
Cuando  mayor era el éxito comercial e industrial de la empresa, estalló una  huelga metalúrgica de larga duración que pone en riesgo el futuro de la  compañía y obliga a plantearse la creación de una sucursal en Francia  con el fin de diversificar riesgos.   De esta manera,  y para responder a la creciente demanda del mercado francés, en 1911 se  abre una nueva fábrica en Levallois-Perret, cerca de París, conocida  como Hispano Francia. En ella se trabajarían los proyectos de un motor  de aviación y de un automóvil utilitario, el Tipo 8.
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| Hispano-Suiza  8-10  CV, 2014 | 
 
En 1912, esta planta superaría en producción a la de Barcelona y,  3 años más tarde, se trasladaría a unas instalaciones mayores en  Bois-Colombes, también en las cercanías de París. El éxito de sus  motores provocó las protestas de los fabricantes franceses, quienes   exigieron que fueran sometidos a una prueba de 50 horas de  funcionamiento continuo. Hispano-Suiza accedió, siempre que los motores  franceses también la pasaran. Los motores franceses reventaron a las 10  horas, mientras que los Hispano-Suiza aguantaron más de dos días. Los  pedidos empezaron a llover. Con la creciente amenaza de una guerra  cerniéndose sobre Europa, el gobierno francés encargó a Hispano-Suiza el  diseño de un motor de aviación con fines militares. Birkigt había  comenzado a emplear en sus automóviles el árbol de levas en cabeza y lo  incluyó en su motor de aviación de 12 cilindros en V. Éste sería  considerado como el mejor motor de aviación de la  Primera Guerra  Mundial. El comienzo de las hostilidades hizo que se paralizara la  producción de vehículos en la sucursal francesa, pero se mantuvo en  Barcelona la de los modelos anteriores, más el T16. Los problemas de  abastecimiento retrasaron la producción de éste a 1916. Además de  aumentar la reputación de la marca por su producción de armas y motores,  la guerra contribuyó a la imagen del Hispano. El as francés de la  aviación Georges Guynemer no sólo manejaba un auto Hispano-Suiza, sino  que también logró 53 "derribos" en su avión SPAD propulsado por un motor  HS, antes de caer en combate en 1917. El emblema de su escuadrilla, una  cigüeña volando, pasó a adornar las tapas de los radiadores o los capós  de todos los Hispano-Suiza a partir de 1918. 
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| Georges Guynemer, as de la aviación francesa | 
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| Detalle del capó en un H6 (1924) | 
 
El  H6, estrella del Salón del Automóvil de París de 1919, fue un automóvil  revolucionario, ya que brindaba velocidad, lujo y un nivel de artesanía  sin precedentes.  Rolls-Royce, Isotta y Bentley no ofrecieron todas  esas cualidades en sus vehículos sino hasta los años 20.
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| Hispano-Suiza H6, 1920 | 
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| Hispano-Suiza  H6B Million-Guiet, 1924  | 
 El  H6 estaba impulsado por un motor de aluminio de 6 cilindros y 6,5  litros, con árbol de levas en cabeza, capaz de generar 135 CV. El árbol  de levas estaba impulsado por un eje y operaba las válvulas, una  configuración poco habitual para la época. El motor estaba situado al  frente e impulsaba las ruedas traseras. La velocidad máxima era de 137  Km/h.  Aunque se disponía de un motor de 12 cilindros en V, Birkigt  consideró que con la mitad sería suficiente para impulsar este modelo.  La suspensión se componía de ballestas semielípticas y de un eje  impulsor. El H6 también fue el primer automóvil que empleó un sistema de  frenos servoasistidos, que  superó en desempeño a los Rolls Royce, dado que éstos sólo disponían de frenos en las ruedas traseras. Posteriormente,  Rolls-Royce compraría la licencia a Hispano y emplearía este sistema  durante muchos años. El Hispano-Suiza H6 estaba dotado con algunas de  las más bellas carrocerías disponibles en la época y aunque había sido  concebido como un auto de lujo ideal para pasearse por los Campos  Elíseos o para viajar los veranos a la Riviera por las carreteras  nacionales, también competía en ocasiones. 
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| Hispano-Suiza H6C con carrocería de madera, 1924 | 
 
El  deportista André Dubonnet, cuya familia era conocida por la bebida  aperitiva, ganó en 1921 la competencia celebrada en Boulogne en un H6,  repitiendo dicha victoria dos años después en la versión más potente de 8  litros, el cual fue conocido como el "Boulogne".
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“Boulogne” de Dubonnet. 1924  | 
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| Hispano-Suiza  H6C ”Monza”, evolución del “Boulogne”. Uno de estos modelos ganó en Indianápolis en 1928 | 
  
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| Hispano-Suiza  H6 (1926), restaurado recientemente por un coleccionista checo | 
En  1924 comenzó en Barcelona la fabricación del T49, una versión  simplificada y reducida del gran H6 francés, con un motor de 6 cilindros  de idéntica configuración a la de su hermano mayor, pero con la culata  desmontable y el bloque de hierro fundido en lugar de aluminio. Un año  más tarde salió también en Barcelona el T48, un modelo inferior de 4  cilindros y 58 CV. El T49 se construyó hasta poco antes de la Guerra  Civil (1936) y se convertiría en un vehículo emblemático para la  industria automotriz española.
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| Hispano-Suiza  T49 de 6 cilindros, 1924 | 
 
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| Hispano-Suiza  T48, 1925 | 
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| Hispano-Suiza  T49 de, 1935 | 
 En  1931, el H6B parecía destinado a sucumbir en cuanto al prestigio y  potencia frente a los renovados Rolls-Royce y, sobre todo, frente a los  grandes coches norteamericanos, como los Cadillac y Duesenberg. En 1932  se puso fin a la producción del H6B y, en 1933, comenzaría  la  del H6C. El H6C estaba impulsado por un motor de 7983 cc, resultado de  modificar el tamaño de los cilindros del motor de 6 cilindros en línea. 
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| Hispano-Suiza Dubonnet Xenia, 1938 | 
La  necesidad de aumentar la potencia de los automóviles era doble: en  primer lugar, por la necesidad de ser competitivo respecto a la  competencia y, segundo, por el hecho de que las carrocerías  personalizadas se habían vuelto más pesadas a medida que se volvían más  lujosas. Pronto fue evidente la necesidad de contar con un motor más  grande. Birkigt decidió que, en lugar de modificar los 6 cilindros, un  V-12 sería más adecuado y permitiría que se le realizaran modificaciones  posteriores. El resultado fue el T68, también conocido como J-12, que  superaría los 200 Km/h. El H6 fue producido en versiones tanto de 6,5  como de 8,0 litros hasta 1934, siendo fabricado en París y  posteriormente en Checoslovaquia por Škoda, quien ya fabricaba modelos  Hispano bajo licencia desde la década anterior.
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| Hispano-Suiza  J12, 1934 | 
 Debido  a los crecientes problemas burocráticos para la importación de  materiales, las fábricas de España languidecieron, mientras que la de  París  (dedicada en exclusiva a motores de aviación y chasis de gran  lujo) estaba en pleno apogeo de ventas y prestigio. En los años 20 el  Hispano-Suiza fue más conocido como fabricante francés, dado que los  modelos construidos en las afueras de París tenían más atractivo y eran  más costosos que sus “primos” españoles.
 
El  24 de octubre de 1929,  el infausto “jueves negro”, trajo consigo la  Gran Depresión, la cual afectó principalmente a los fabricantes de  automóviles de lujo.  Su exclusiva lista de clientes se volvió más  reducida aun, lo que significaba que la competencia era fiera y que era  necesario realizar cambios. Muchas marcas comenzaron a producir  automóviles menos costosos que se vendieran fácilmente y permitieran  continuar generando ingresos. Sin embargo, Hispano-Suiza siguió  fabricando sus lujosos automóviles, como el imponente K6. 
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| Hispano-Suiza K6 Coupé de Ville, 1935 | 
 La  compañía logró continuar en el negocio durante la mayor parte de la  Depresión, pero la producción de automóviles Hispano-Suiza en Francia  cesó en 1938. La planta de París se dedicaría a fabricar armas y motores  de avión. En Barcelona, la empresa se dividió en tres secciones: una dedicada a la aviación y material milita, otra dedicada a automóviles y camiones y una tercera a la producción de máquinas-herramienta. 
  
 
La  sección de camiones tendría un éxito notable con el tipo 66, pero en  1946 sería intervenida por el gobierno español para crear ENASA, Empresa  Nacional de Autocamiones, origen de la futura Pegaso.
 No  obstante, "La Hispano-Suiza" no desaparecería aún. Conservaba la  propiedad de las licencias de automóviles y la oficina técnica de  motores de aviación. Trasladó sus actividades a una fábrica en  Hostafrancs (Barcelona) y con una pequeña cantidad de herramientas que  no vendieron a ENASA, iniciaron la producción de máquinas-herramienta.  La idea de construir coches no quedó en el olvido, por lo que los  estudios siguieron. Sin embargo, la reducida capacidad de la empresa y  la incipiente competencia de SEAT hicieron desistir de llevar varios  prototipos a la serie.  En 1956 se presentan bajo la marca "Fábrica  Hispano" las gamas F2 y F4 de pequeñas furgonetas y pick-up propulsados  por el motor Hispano-Villiers monocilíndrico de dos tiempos y de 9 CV.  Se construyeron unos 400. Paralelamente se produjo la gama F5 que se  diferenciaba por su motor bicilíndrico de 15 CV.  Esta empresa cerraría  definitivamente en 1959.
 
En  los años 50 la planta de la Sagrera volvería a fabricar automóviles  exclusivos, aunque en este caso se trataría del fabuloso Pegaso, el  aporte español al limitado mercado de los deportivos exóticos. Al igual  que el Hispano-Suiza, el Pegaso tampoco sobreviviría. Pero ésta será  otra historia.
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| Pegaso z 102 | 
 Afiches de la época
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| Hispano Suiza  | 
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| Afiche Škoda modelos Hispano-Suiza y Laurin & Klement (1929) |