Obelisco Classic Car Club Cali Colombia: Los parqueaderos de los automóviles en Estados Unidos (U.S.A. Parking Lots)

Por Francisco Mejía-Azcárate

Al finalizar el año 2009 existían 735 millones de vehículos en el mundo y tal como nos lo expuso el “National Building Museum” de Washington D.C., en la exposición denominada “House of Cars”, el 41.5% de ellos se encontraban en los Estados Unidos, los cuales a pesar de haber sido fabricados para estar en movimiento, en su mayoría no son usados y permanecen parqueados. Este museo de la capital estadunidense mostró de una manera muy singular el ‘idilio’ que mantienen los norteamericanos con sus vehículos. En 2009, según datos del “American Transit Statistics Council”, se calculó que parqueados en residencias existían y estáticos, existían alrededor de 1.965.000 automóviles de más de 20 años en buen estado de conservación, con poco o ningún uso, y que en museos públicos y en colecciones privadas en todos los Estados Unidos, esperan ser admirados unos 250.000 vehículos más.

Vehículos nuevos Vehículos retirados en proceso de reciclaje

Es que las cifras relacionadas con vehículos en los Estados Unidos, son asombrosas…en 2009, el ‘US Bureau of Transit Statistics’ calculó que cada año entran a las calles y carreteras unos 16 millones de vehículos nuevos y solo se retiran, destruyen y/o reciclan unos 7.3 millones de vehículos viejos.

Intersección ‘Dover Leaf’ – Los Ángeles, California

Estas cifras incluyen todo tipo de vehículos desde los de dos ejes hasta los de trece ejes. El estudio también indica que la edad promedio de vida de un vehículo en los Estados Unidos es de 10.6 años, por lo que a la fecha del estudio se estimó que existían en ese país 305.541.491 de vehículos, de los cuales, aproximadamente, el 50% son vehículos de 2 ejes, los cuales el 96% del tiempo permanecen parqueados. Es obvio que este creciente número de vehículos ha tenido un gran impacto en el diseño de las ciudades norteamericanas las cuales han tenido que sacrificar grandes extensiones de terreno para construir parqueaderos o estacionamientos pues de lo contrario el caos sería 100 veces peor al de ciudades como Bogotá, Nueva Delhi o Teheran. Para poner esta cifra en un contexto de distancia y asumiendo que en promedio cada vehículo mide 4.56 metros de largo (incluyendo en esa medida los camiones, autobuses, camionetas y SUV’s), una fila india de estos vehículos mediría 1.393.269 de kilómetros que es aproximadamente 3.65 veces la distancia hasta la luna. Paralelo al automóvil, nacieron un sinnúmero de gigantescas industrias en el Siglo XX, todas relacionadas a este magnífico invento, masificado a proporciones inimaginables por Ransom E. Olds y Henry Ford. Industrias como las de reparto, de transporte, de alquiler de vehículos y por supuesto la de los parqueaderos. Los primerosparqueaderos fueron diseñados para los carruajes tirados por caballos y por ende eran bajo techo pues la intemperie no era su mejor amiga. Esto siguió siendo así por mucho tiempo porque los primeros vehículos, que eran algo así como unos carruajes con motor, tampoco resistían muy bien las inclemencias del clima, ni tenían la fuerza suficiente para subir rampas empinadas.

Plano del primer edifico construido para parqueadero en 1919. Philadelphia, Pennsylvania, EE.UU.

El primer edificio diseñado exclusivamente para ser un parqueadero fue construido en 1919 en la ciudad de Philadelphia. Estaba, justo en la Calle Delancey y la 7ª Avenida, muy cerca de donde hoy se encuentra la escuela “General George Mac Call”. Este contaba con rampas a 4 niveles y podía albergar 258 vehículos. Tenía servicio de “valet”, costaba 5 centavos la hora y en promedio facturaba US$147ºº por día. Estuvo en funcionamiento hasta 1933.

Estacionamiento de Jones Beach, California, año 1927. Capacidad 2.224 vehículos

Entre 1933 y 1934 se llevó a cabo la Feria Mundial “Un Siglo de Progreso” en la ciudad de Chicago y las autoridades se vieron obligadas a dejar para parqueo el equivalente a seis hectáreas, dividida en dos zonas, Este y Oeste en la cuales se podían estacionar 3333 automóviles, dejando callejones para transitar de 2.80 metros cada dos carros. Ver foto...

Este parqueadero tenía una rampa en forma de U, que permitía pasar de la zona Este a la zona Oeste. Albergaba 3333 vehículos

Para las décadas posteriores a 1920 y con el mejoramiento de los vehículos, se empezaron a ver también parqueaderos o estacionamientos al aire libre, en los que se pagaba por horas, especialmente en lotes vacíos y muy cerca a las oficinas, las tiendas por departamento, los estaciones ferroviarias y los hospitales.

Parqueadero al aire libre. Chicago año 1937

Las mega-fábricas que empleaban miles de trabajadores, se vieron forzadas a destinar zonas aledañas cada vez más grandes para darle cabida a todos los vehículos de sus empleados. Nótese el aumento de vehículos en la planta de Ford entre los años 1932 y 1941. Las dos fotos que siguen fueron tomadas durante un cambio de turno...

Ford Motor Company (Rouge River Complex) en Dearborn, Michigan, año 1932

Ford Motor Company (Rouge River Complex) en Dearborn, Michigan, año 1941

Ya con el pescuezo torcido, la Gran Depresión, daba paso a cierta prosperidad y las fabricas automotrices que aguantaron con tenacidad los años más oscuros, producían carros por miles y los norteamericanos gustosos se hacían a ellos, cada vez con más facilidad. El impacto del volumen de esta gran comercialización vehicular nunca fue más notorio que durante la Feria Mundial de Nueva York, llevada a cabo entre 1939 y 1940. Allí, el mundo entero, evidenció su verdadera dimensión, cuando el 7 de octubre de 1940, los visitantes al evento llenaron todas y cada una de las más de 23.000 plazas de estacionamiento, como lo constata este documento de color amarillo y las fotografías que le siguen:

Vista aérea del parqueadero de la Feria Mundial de Nueva York, el 7 de Octubre de 1939. Más de 23000 vehículos estacionados. Se cree que esa cifra de vehículos parqueados no fue superada durante todo el Siglo XX. Fotos propiedad de la Biblioteca Pública de Nueva York

Sin embargo, casi nadie hablaba de la imperiosa necesidad que había de regular los estacionamientos. Durante años, el tránsito y la regulación del tráfico tuvieron toda la atención. Resolver los problemas generados por los vehículos en movimiento era mucho más emocionante que hablar de los carros estacionados y aunque las autoridades se hicieran los de la vista gorda, el problema empezaba a dejar de ser latente para convertirse en patente y quienes habían detectado el problema lentamente se convertían en exitosos empresarios que ganaban millones de dólares al año, por solo ofrecer espacios donde estacionar. Así empezaron a construirse estacionamientos que aprovechan mejor los espacios.

Parqueadero Meier & Frank, en Portland, Oregon, EE.UU. año 1955

Fotografía tomada en South Philadelphia en los años cincuenta

Durante las décadas de 1940 y 1950, el crecimiento exponencial de la flota automotriz en los Estados Unidos, desbordó todos los pronósticos, las calles de los barrios empezaron a verse llenas de carros parqueados a lado y lado, las empresas tuvieron que dedicar gran parte de sus terrenos a los estacionamientos y muchas oficinas salir del centro de las ciudades para poder ofrecer lugares donde estacionar a sus trabajadores. También en la década de 1950, muchas familias empezaron a emigrar hacia los suburbios y se empezaron a desarrollar centros comerciales en lugares equidistantes entre las ciudades y los suburbios. Comenzaba entonces el engranaje comercial de gran consumo que caracteriza la economía estadounidense actual. Las autopistas que bordeaban las ciudades empezaron a tener grandes flujos vehiculares, especialmente en las horas pico. Con gran parte de la población viviendo en los suburbios, era casi que necesario tener al menos dos carros por casa.

Década de 1950. Los americanos se mudan a los suburbios

Para la década de 1950, los nuevos y enormes centros comerciales destinaron áreas gigantescas para estacionamientos, los cuales parecían no tener límite; los fines de semana, los estacionamientos se llenaban de vehículos con familias enteras que buscaban esparcimiento en las tiendas, restaurantes y cines.

Parqueaderos o estacionamientos de dos centros comerciales en Estados Unidos en 1964 y 1967

Con una sociedad que prosperaba, nacían nuevas alternativas de entretenimiento y distracción para las familias enteras, entre ellas la industria del turismo. Y mientras el turismo jalonaba el desarrollo de los parques temáticos, los parques nacionales y la industria del alquiler de vehículos, la necesidad de crear parqueaderos gigantescos en los aeropuertos y en los mismos parques aumentaba día a día.

Fotografía del aeropuerto de Los Ángeles, en la década de 1960

Parqueaderos de Disneyland, en Anaheim, California, décadas de 1950 y 1960

En su momento el aeropuerto de Los Ángeles, fue considerado el estacionamiento a cielo abierto más grande de Estados Unidos (8.000 plazas de parqueo disponibles), pero luego de una remodelación en el año 2000, ese honor pasó a tenerlo el parqueadero de Disneyland Resort Complex en Anaheim, California, con algo más de 10.000 plazas. Sin embargo, el Mall of America, en Minnesota tiene 17.000 plazas y casi 9.000 están bajo cubierta. También las iglesias, las universidades, las bases militares, los hospitales y los escenarios deportivos empezaron a exigir grandes zonas de estacionamiento a sus alrededores.

Iglesia Luterana de San Pablo, Monterey Park, California, año 1966

Universidad de Chicago, década de 1970

Wayne Military Academy, Wayne Pennsylvania, año 1978

Estacionamiento en Omaha, Nebraska año 1980

Solo desde finales del Siglo XX, el problema de los estacionamientos empezó a ser una preocupación primordial entre los planificadores de las ciudades y los jefes de las empresas. Por primera vez, el espacio empieza a ser limitado y sin embargo la demanda de plazas para estacionarse no ha dejado de aumentar. Según cifras del IPI (International Parking Institute), se estima de manera conservadora que las empresas de parqueo generan entre 25 y 30 billones de dólares de ingresos brutos al año. Según la Oficina del Censo de los Estados Unidos, se estima que hay más de 105 millones de plazas comerciales de estacionamiento en ese país y en total (incluyendo centros comerciales, supermercados y otros estacionamientos gratuitos) esa cifra podría llegar a 750 millones. Para entender la cantidad de terreno destinado a las plazas de estacionamiento en ese país, trataré de explicarlo coloquialmente: teniendo en cuenta que una plaza de estacionamiento, según el estándar americano, mide 16 metros², 750 millones de plazas de parqueo, equivalen a 1.200.000 hectáreas, o un poco más de 5.3 veces el área de caña de azúcar sembrada en el Valle geográfico del río Cauca, en la región suroccidental de Colombia.

Torres “Marina City” en Chicago. 19 pisos de parqueaderos y 896 plazas de estacionamiento en cada torre

Consciente de la creciente dependencia de los norteamericanos en el automóvil, el Arquitecto, Bertrand Goldberg, diseñó y construyó entre 1959 y 1964, a orillas del Río Chicago, el complejo multifamiliar ‘Marina City’. Este complejo se compone de dos torres en estructura de hormigón armado, de 171.4 metros cada una. Cada torre está dividida en dos cuerpos, uno inferior con 19 pisos, con 896 plazas de estacionamiento, más otro cuerpo superior con 41 pisos para vivienda. Este edificio aparece en la última película de Steve McQueen, “The Hunter” (1980). En una escena de la película, el protagonista persigue a un delincuente que se robó un Pontiac Grand Prix del año, con una destartalada grúa a lo largo de 18 pisos en la torre II, hasta que el delincuente pierde el control y cae al río.

Según un estudio reportado en la edición de Marzo/Abril de 2004 por la revista especializada “Commercial Investment Real Estate Magazine”, el número de parquímetros en los Estados Unidos, en ese entonces, era de aproximadamente 5 millones. Solo la ciudad de Nueva York, tenía activados 62.000 de ellos; recordemos que el parquímetro fue inventado en 1935, en Oklahoma, por Carl C. McGee, en respuesta al molesto problema de la congestión y al caos vehicular que sufría la ciudad de Oklahoma.

El cepo, conocido en los Estados Unidos, como "Denver Boot," el cual es utilizado para inmovilizar los vehículos, fue inventado en 1953, por el inventor Frank Marugg. Marugg era un violinista de la Orquesta Sinfónica de Denver y un amigo de la policía local de Denver, que para ayudarles a resolver los problemas generados por el estacionamiento indebido, inventó este sencillo pero efectivo artefacto. En el año 2010, el costo promedio de construcción de un parqueadero en los Estados Unidos, incluido el terreno, era de US$16.167, por plaza de estacionamiento. (Fuente: IPI Members, Walker Consultants, "Industry Perspectives”, 05/2010). En promedio, los grandes aeropuertos de los Estados Unidos, reportaron en 2010, 353 transacciones de estacionamiento por cada 1000 pasajeros procedentes. El 50% de ellos pagó a los cajeros establecidos en las cabinas de cobro, pero solo el 40% lo hizo con dinero en efectivo. (Fuente: Airports Council International-North America). Cuando se les pidió que clasificaran los tres consideraciones más importantes a la hora de tomar una decisión de estacionamiento, en una encuesta realizada en los 6 principales aeropuertos de los Estados Unidos, en Mayo de 2011, la mayoría de los encuestados respondieron así: 34% Costo de estacionamiento, 29% Seguridad, 25% Ubicación. (Fuente: Airports Council International-North America). Tomemos como ejemplo el manejo dado por el aeropuerto “Seattle–Tacoma International”, en el Estado de Washington, al problema del estacionamiento, empezando en 1955, cuando solo contaban con parqueaderos para 527 vehículos, cuatro años más tarde, tuvieron que crear 500 plazas adicionales en el ala Noreste.

Fotografía tomada en 1961

En 1969, el aeropuerto contaba con 2.137 plazas de estacionamiento de las cuales 1.946 eran para el público, 927 para los empleados del aeropuerto, 50 para carros de alquiler y 14 para el personal del Puerto.

En 1970, empezaron a construir los primeros 4 pisos de un garaje de varios niveles con 850 plazas de estacionamiento

En 1972, este enorme garaje era ya un edificio de ocho pisos, que además había sido ampliado para ofrecer estacionamiento para 4800 carros, convirtiéndolo en el parqueadero cubierto más grande al oeste del Mississippi.

La expansión continuó hasta el año 2000 cuando, justo a tiempo para la navidad de ese año, se terminó la última de las 3.000 nuevas plazas de estacionamiento, lo cual elevó su capacidad a 13.000, proporcionándole a esta estructura, el título del parqueadero más grande, bajo cubierta, de América del Norte.

Fotografía tomada en Junio de 2012

En Abril de 2012, las compañías de alquiler de vehículos que ocupaban los dos primeros pisos, salieron a un nuevo edifico, dejando disponibles 3200 plazas de estacionamiento adicionales, aumentando la capacidad a 16.200 plazas de estacionamiento disponibles bajo cubierta, lo que estableció un nuevo record. El nuevo edifico para albergar los 5.400 carros de las empresas de alquiler, fue construido a un costo de 419 millones de dólares, en un lote de 23 acres, algo fabuloso para un aeropuerto que en 1969, solo disponía de 50 plazas de estacionamiento para las empresas de alquiler. En la actualidad los estacionamientos varían dependiendo del lugar, los hay extraños como el 1111 Lincoln Road de Miami Beach, que más que un parqueadero es una “escultura” que combina un garaje para 300 carros, tiendas y un restaurante en la azotea con vista al mar, en un diseño concreto y vidrio, donde cada nivel del edificio incorpora el uso de luz natural ofreciendo diferentes vistas de Miami, hasta tradicionales, ya sea a cielo abierto o bajo cubierta. Adicionalmente, los hay muy funcionales, con modernos sistemas de parqueo que a base de tecnología acomodan el mayor número de vehículos en el menor espacio posible.