El automóvil, tal y como lo conocemos en la actualidad, debe mucho a Ford. La compañía estadounidense fue la primera en producir vehículos en cadena, gracias a lo cual se pudieron popularizar. Al principio de iniciar su aventura automovilística, Henry Ford profetizó: "Voy a fabricar un vehículo de motor para todos". Cien años después lo ha conseguido.
Ford inició su singladura el 16 de junio de 1903 en la ciudad norteamericana de Detroit, en una pequeña fábrica de vagones ubicada en Mack Avenue y lo hizo merced a los 28.000 dólares proporcionados por once inversores: un empresario del carbón y su contable, un banquero que se fiaba del primero, dos hermanos que poseían una tienda de máquinas de construir motores, un carpintero, dos abogados, un administrativo, el propietario de una mercería y un hombre que hacía molinos de viento y rifles.
Así surgió una compañía que en la actualidad cuenta con aproximadamente 350.000 empleados (60.000 en Europa) y opera en más de 200 mercados de los cinco continentes. Ford posee las marcas Aston Martin, Jaguar, Land Rover, Lincoln, Mazda, Mercury, Volvo y, obviamente, Ford, además de otras empresas auxiliares relacionadas con el automóvil, como Ford Credit, Hertz y Quality Care. La compañía, cuya sede central se encuentra hoy en día en Dearborn, en el Estado de Michigan, mantiene la tradición de negocio familiar con la presencia, como presidente y director ejecutivo, de William Clay Ford Jr., bisnieto del fundador.
Los primeros coches: Durante los primeros quince meses de funcionamiento, un total de 1.700 vehículos salieron de la vieja fábrica donde Ford inició su singladura. La primera venta se produjo, un mes después, en Chicago y el doctor E. Pfennig fue el agraciado con el primer Ford de la historia, un Modelo A. En 1905, Ford abandonó las vetustas instalaciones de Mack Avenue para trasladarse a un edificio más grande y moderno, entre las calles Piquette y Beaubien, también en Detroit. Entre 1903 y 1908, Henry Ford y sus ingenieros realizaron tantos modelos como letras hay entre la A y la S, aunque muchos de ellos fueron vehículos experimentales que nunca vieron la luz. Algunos tenían dos cilindros, otros cuatro e incluso uno seis; algunos contaban con distribución por cadena y otros por árbol de levas; la mayoría disponían de motor frontal, aunque en dos este órgano estaba situado detrás del asiento del conductor. Entre esta larga lista de modelos, cabe destacar el Modelo N de 1906, un cuatro cilindros que ofrecía una interesante relación calidad/precio.
Pero el 1 de octubre de 1908 irrumpió en el mercado uno de los coches que ha marcado la historia del automovilismo: el famoso Modelo T. Hasta esa fecha, el automóvil era un lujo, un juguete de ricos. Ford estaba empeñado en construir un coche sencillo y fiable al que todo el mundo pudiera acceder y el Modelo T -"el vehículo universal", en palabras del propio Ford- era ese automóvil. Su precio base era de 260 dólares, aunque con extras se situaba en 400. El éxito fue tal que en el primer año de producción se llegaron a vender 10.060 unidades de un modelo al que los estadounidenses apodaron cariñosamente "Tin Lizzie".
Producción en cadena: A finales de 1913, Ford Motor Company fabricaba la mitad de los automóviles que se hacían en Estados Unidos. Para poder cumplir con la demanda, Henry Ford inició la producción en serie, ya que sostenía que con un trabajador asignado en cada puesto -con una tarea específica que hacer- el automóvil tomaría forma de una manera más rápida y ahorraría más horas de trabajo. Así, Ford inventó la producción en serie para el automóvil y el Modelo T salía de las cadenas de montaje a una velocidad de uno cada 10 segundos. Además, con este método de trabajo no sólo la compañía incrementó sus beneficios, sino que también los propios trabajadores salieron beneficiados, ya que recibían cinco dólares diarios, más del doble de la cantidad mínima existente. "Si recortas los sueldos, también recortas el número de clientes", sentenciaba Ford. En los 19 años que el Modelo T estuvo comercializándose, se fabricaron 15.007.033 vehículos sólo en Estados Unidos.
Para diversificar su oferta lanzan diversas sub-marcas; Ford creará Mercury, Lincoln y la infortunada Edsel, por iniciativa del hijo de Henry Ford así llamada. Al igual que su creador este sello tuvo una vida breve y complicada. Distintos, elegantes, sofisticados, los Edsel son coches muy buscados hoy por los coleccionistas debido a su rareza y personalidad.
El primer Ford verdaderamente renovado después de la segunda guerra mundial aparece es el de 1949, que se convierte en un éxito de ventas y permite a la marca desbancar a Chrysler del segundo puesto. El cielo parece abrírsele a Dearborn mediada la década de los 50 con la llegada del Fairlane Crown Victoria, con medio techo transparente, y sobre todo del Skyliner, un convertible con techo rígido desplegable eléctricamente. Los modelos más interesantes de los años 60 son el Galaxie 500 y el gran (por su tamaño) deportivo Torino -que llegan a competir en stock cars, especialmente éste último, declinado en versiones GT, Talladega e incluso Cobra.
El Mustang: El 9 de Marzo de 1964 el primer Mustang salió de la línea de ensamblaje dispuesto a sorprender al mundo, el cual ya lo estaba esperando debido a un eficiente plan de mercadeo que había creado la expectativa con "fotos no autorizadas", comerciales simultáneos en las 3 cadenas norteamericanas de televisión y el empleo de un pegajoso slogan. El 17 de Abril de 1964 el automóvil fue presentado en la Feria Mundial de Nueva York y se calcula que en ese solo día se produjeron mas de 20.000 ordenes de este automóvil que hoy conocemos como 64½.
En algún momento de ese año 1964 Lee Iacocca (Presidente de la Compañía), que ya era un triunfador con este producto, decidió darle otro giro a la historia del Mustang. Debido a que en el fondo el Mustang era un auto deportivo y debía atraer a aquellas personas amigas del alto desempeño, pues así mismo debían existir Mustangs de carreras, así que esa tarea se le encargo a Carrol Shelby quien ya tenía algún contacto de negocios con Ford Motor Company, pues este tejano y ex-corredor fabricaba prototipos de carreras y competición conocidos como Cobras con el uso de chasises ingleses y motores Ford. Así surge el fastback como un tercer tipo de carrocería para el Ford Mustang en 1965 y así mismo este fastback es la carrocería base sobre la cual se crea el Shelby GT 350. De allí en adelante, el resto es historia.
En los tiempos actuales, Ford posee Land Rover, ha renovado la gama baja con los nuevos Fiesta y Fusión y reavivado con los Sport y Street ka. Los Focus son todo un éxito, el Mondeo muy equilibrado y los comerciales estupendos. Para dentro de dos años, el nuevo Capri y el Futura. Motores desarrollados con PSA (Diesel) y despidos masivos en algunas factorías europeas son algunas de las noticias que hoy vinculan a Ford. En España, no se toman medidas gracias al nivel de producción y la calidad, pues los Fiesta, Fusión, Ka y Mazda2 están fabricados en una de las mejores fábricas que actualmente existen en Europa.
Crédito Francisco Mejía Azcárate / 2010