Por: Francisco Mejía-Azcárate
Como poseedor y ‘amante fanático’ de un Mustang convertible de 1967, siempre he sentido curiosidad por saber cuál ha sido el peor Mustang de todos los tiempos, y espero que el resultado de esta búsqueda no me genere muchos enemigos, pues solo se trata de una investigación rápida, la cual, para mi sorpresa, no me fue muy difícil pues había cientos de coincidencias en el buscador Google, veamos:
La historia nos cuenta, que para muchos el Mustang II, un auto pony de dos o tres puertas, con capacidad para cuatro pasajeros, con desvalidos motores delanteros y tracción trasera, fue el peor de todos. Dice también la historia, que nació de la necesidad que tenía Ford de presentar un automóvil deportivo que simultáneamente fuera compacto y económico como consecuencia de la crisis del petróleo de 1973. Para ello los diseñadores rápidamente salieron con el Mustang II, sin duda el más odiado de todos los modelos de Mustang. Lo que seguramente no saben quiénes despotrican de este modelo, es que este compacto y para muchos “poco atractivo Mustang” basado en la plataforma del Ford Pinto, se convirtió en un fenomenal éxito de ventas, gracias a que Ford comprendió lo que el mercado necesitaba en ese momento.
1974 Ford Mustang II |
COMERCIAL DE INTRODUCCIÓN DEL MMUSTANG II (by Ghia)
En contexto con la historia: *La crisis del petróleo de 1973 (también conocida como primera crisis del petróleo) comenzó el 16 de octubre de 1973, a raíz de la decisión de la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo (que agrupaba a los países árabes miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo ( OPEP) ( más Egipto, Siria y Túnez) con miembros del golfo pérsico de la OPEP (lo que incluía a Irán) de no exportar más petróleo a los países que habían apoyado a Israel durante la guerra de Yom Kipur (llamada así por la fecha conmemorativa judía Yom Kipur), que enfrentaba a Israel con Siria y Egipto. (*Wikipedia).
Ford había construido una sólida reputación con la primera generación del Mustang, y como resultado, tanto la prensa como los posibles compradores pasaron por alto todas las banderas rojas hasta tal punto que este ‘patito feo’ logró ganar el auto del año en 1974. Una mirada a las cifras de rendimiento nos muestra que la versión V-8 tendría dificultades para mantenerse al día con el antiguo 6 en línea, y la lamentable versión económica de 4 cilindros en línea, de 84 HP, en realidad producía cifras peores si la idea era viajar a velocidades de autopista.
Según ‘MotorTrend’, en 1974, los compradores parecían ver el vaso medio lleno. Si observamos la nueva dirección de piñón y cremallera del año modelo 1974, y la mejora que esta le dio en la conducción general, comparado con lo horrible que era el manejo del Mustang original, podemos ver una parte de por qué tenían una excusa para darle un premio. Sin embargo, solo mirar el automóvil puede hacerte tener dudas de su encanto, especialmente si se le observa lo suficientemente cerca y conceptualiza en qué automóvil se basa.
Muy seguramente, la decisión se tomó, en una sala de juntas, pensando solo en cifras para haber tenido las agallas de basar al mítico Mustang en la misma plataforma de un muy cuestionable auto económico. Bien podrían haber brindado con champaña si el automóvil económico del que provenía hubiera sido bueno, pero no lo era. Estaba basado posiblemente en uno de los peores autos jamás fabricados, por la compañía de óvalo azul.
1977 Mustang Cobra II |
Al estar basado en el Pinto, sería imposible criticar a cualquiera de los diseñadores por este mamarracho. Estoy casi completamente seguro que se debió casi exclusivamente a obvias limitaciones de presupuesto y al deseo de los directivos de Ford de exprimir la mayor cantidad de dinero posible de su extremadamente leal base de fanáticos del mítico Mustang. El resultado final habla por sí solo, un automóvil que, al lado de cualquier otro Mustang, simplemente parece fuera de lugar, con casi nada del lenguaje de diseño transferido del modelo anterior, a excepción del caballo en la parrilla frontal.
Hay que reconocer, que la dirección de piñón y cremallera, y la plataforma compacta mejoraron enormemente el manejo y su desempeño en maniobrabilidad superó con creces a sus más musculosos hermanos mayores, pero ahí es más o menos donde terminan las cosas buenas del Mustang II. Inicialmente este compacto solo se ofrecía con motores V-6 y 4 en línea, ambos carentes de potencia. Eran perezosos para arrancar y les costaba mucho subir cuestas, sobre todo si estaba con el cupo completo.
Para quienes les gustan los datos curiosos, 1974 sigue siendo el único año modelo en que un Mustang no ofreció la opción V-8. Cuando el motor V-8 finalmente regresó en el año modelo 1975, todavía estaba ahogado por las regulaciones de emisiones y solo producía alrededor de unos mediocres 130 HP.
Para citar a Iacocca; "Fue el auto adecuado en el momento adecuado". En realidad, era terrible en casi todos los aspectos y sentidos, pero Ford sabía exactamente lo que estaban haciendo. Sabían que la crisis del petróleo obligaría a los compradores a elegir automóviles más económicos (al menos en papel). Entonces, en lugar de ofrecer algo exclusivo, produjeron un automóvil que mantendría viva la marca durante la próxima década. La OPEP hizo que el Mustang II pareciera apetecible, incluso atractivo para los compradores que querían un automóvil de alto rendimiento pero que solo podían permitirse un auto compacto”.