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La Historia de los Automóviles Dodge en la Década de 1950

Por: Francisco Mejía-Azcárate
La década de 1950 fue un periodo en el que la marca Dodge, perteneciente al conglomerado Chrysler, se puso al día con la potencia y el desempeño con la introducción de su primer motor V-8. También en esa década hizo grandes avances en la estética, la funcionalidad y la capacidad de sus vehículos. Mientras los motores se hacían más fuertes, potentes y confiables, el estilo se volvía más dinámico y elegante. Ítems como dirección asistida, transmisión automática, frenos de potencia, inyección electrónica de combustible e incluso vidrios polarizados fueron algunas de las opciones innovadoras que aparecieron en los vehículos Dodge durante la glamurosa década de 1950.

Dodge Logo, en el capó de un Dodge Coronet, modelo 1951 (allpar.com)
En 1953, Chrysler contrató a un nuevo jefe de diseño, el muy talentoso Virgil Exner, quien venía precedido de una impresionante experiencia en el diseño y publicidad de automóviles. Virgil Exner sería el primer diseñador con experiencia real en arte del diseño automotriz en Chrysler, pues sus antecesores habían sido todos ingenieros. Los primeros vehículos diseñados por Exner se lanzarían en 1955 y se denominaron "Forward Look", lo que traduce algo así como “Una mirada hacia adelante”.

Virgil Exner
Los automóviles de la colección ‘Forward Look’ se veían más elegantes y agresivos; como características adicionales se les incorporaron aletas agrandadas, líneas de techo más bajas y capós más cortos, así como parabrisas envolventes "New Horizon", y un carnero (Ram) adornando el capó. El Ram había sido introducido en 1931 y se había dejado de lado en la línea de automóviles, pero siguió siendo un accesorio que se podía adquirir para adornar los camiones y camionetas Dodge.


En medio del esfuerzo bélico, sin precedentes, llevado a cabo por la industria estadounidense durante la 2da Guerra Mundial, en donde la inmensa cooperación de todas las empresas automotrices fue vital para ganar la guerra, Chrysler había estado experimentando con motores de cámaras de combustión hemisférica para aviones de combate, así que una vez terminada la confrontación, Chrysler siguió trabajando en su desarrollo y dio a conocer el ‘Fire Power’, (el primer motor Hemi de Chrysler) en algunos de sus vehículos del año modelo 1951, dicho esto, probablemente el cambio más emocionante en la casa Dodge durante la década de 1950 fue la introducción de su primer motor V-8, denominado ‘Red Ram Hemi’. 

El ‘Red Ram’ fue el primer motor de ocho cilindros de Dodge desde su famoso motor de ocho cilindros en línea montado en el automóvil “Dodge Brothers Eight” de 1930. En comparación, el nuevo motor ‘Red Ram Hemi’ V-8 ofrecía 140 HP, mientras que el viejo ‘Dodge Brothers Eight’ solo ofrecía 75 HP. El ‘Red Ram Hemi’ era una versión más pequeña del ‘FirePower’.

Motor V-8 Red Ram de Dodge

Para 1954, Dodge ya entraba en su cuarta década de existencia y para su aniversario número 40, el ‘Red Ram Hemi’ aumentaría su potencia a 150 HP. El cambio dramático hecho por la marca Dodge hacia vehículos de mayor potencia y mejor estilo impulsó a la marca a competir y ganar en carreras de autos en pistas y circuitos por todos los Estados Unidos, así, con el eslogan de Detroit de “gana el domingo y vende el lunes”, las ventas de Dodge se dispararon. Con el lanzamiento de su famoso paquete de potencia D-500, los autos Dodge del año modelo 1955 fueron algunos de los autos más veloces y potentes de la industria. El paquete D-500 originalmente incluía el poderoso motor ‘Super Red Ram’ (luego D-500) y en 1956, este motor ofrecía 260 HP. Para el año 1957, el motor D-500-1 ofrecería una increíble potencia de 340 HP, asegurándole superioridad a Dodge en el circuito de carreras. Para 1959, los motores Dodge entregaban una increíble potencia de 354 HP: dos veces y media más que la potencia de solo seis años antes.

Aunque Virgil Exner, tuvo tiempo de ‘jugar’ un poco y dar unos cuantos toques de refrescamiento a los vetustos diseños que venían en la línea de producción en los años 1953 y 1954, su verdadera colección se hizo vívida en 1955 y deslumbró entre 1956 y 1960, siendo allí cuando realmente aparece la genialidad de este gran diseñador. La historia nos cuenta que el Presidente de Chrysler, Lester Lum Colbert, a quien todos llamaban Tex, fue quien financió el cambio con un préstamo a largo plazo por US$ 250.000.000, (unos US$ $2.156.446.000 de hoy) que incluía dinero para mejorar procesos, diversificar, lograr actualizaciones y abrir nuevas plantas.

Todo esto ocurrió luego de que Colbert contratara un estudio de McKinsey & Company, los consultores de gestión, quienes sugerían la descentralización de la fabricación y un esfuerzo encaminado al desarrollo y apertura de mercados internacionales. También bajo la supervisión de Colbert, Chrysler adquirió Briggs, el fabricante de carrocerías, lo que le proporcionó a Exner mayor libertad de acción, para experimentar con nuevos diseños. Inicialmente se había considerado que la campaña publicitaria usaría el eslogan: “Hundred Million Dollar Look”, pero luego de muchos ‘ires y venires’ de decidieron por el más corto y sonoro "Forward Look". Ante esto, las ventas se dispararon inmediatamente, y la compañía no tardó mucho en recuperar la inversión, lo cual se dio en la mitad del tiempo que habían anticipado. Adicionalmente, en la era de Colbert, Chrysler se metió de lleno en el desarrollo, fabricación y comercialización de ‘autos compactos’ con el Dodge Lancer y el Plymouth Valiant, ambos impulsados por el inmortal motor Slant Six, posicionando a Chrysler como una de las tres grandes de Detroit, y popularizando no solo la ingeniería de sus motores, sino también su presencia en el automovilismo estadounidense.

1954 Dodge Coronet 1955 Dodge Coronet Lancer
1954 Dodge Coronet Suburban 1955 Dodge Coronet Lancer Suburban
Aquí, entre estos modelos se puede apreciar la diferencia del estilo que venía y el nuevo ‘Forward Look’ de Exner

1955 Dodge Royal Custom Lancer 1955 Dodge Royal Custom Lancer
1956 Dodge Coronet Lancer 1957 Dodge Coronet Lancer

Para el año 1957, los autos de la Chrysler Corporation tenían casi todo lo que necesitaban para triunfar estrepitosamente. Sus motores Hemi V-8 tenían un rendimiento superior (o al menos igual) con GM y Ford; tenían nuevas suspensiones que impulsaron la conducción muy por encima de GM y Ford; y la fina transmisión Torqueflite automática, vendida en algunos autos premium en 1956, ahora estaba disponible en toda la línea.

1957 Dodge Custom Royal Lancer Convertible

Toda esa ingeniería estaba envuelta en un estilo vanguardista, los autos eran largos, bajos, elegantes y cargados de cromo, justo lo que los compradores querían en la década de 1950. La última versión del “Forward Look” contaba con una amplia gama de aletas (o, como Chrysler las llamó, estabilizadores traseros).

Con solo dos familias básicas de motores, ambas probadas y excelentes (Seis en Línea de 3.772 cc ó 230CI, y el poderoso y confiable V-8 de 6.435 cc ó 392 CI, e ingeniería probada en el tiempo (tracción trasera, muelles traseros convencionales, diseño de carrocería sobre bastidor), proveniente de una compañía reconocida por su ingeniería, todo debería haber estado bien. El gran riesgo era lanzar una nueva suspensión de barra de torsión (nunca antes utilizada en una escala tan amplia) en todos los ámbitos……Entonces, ¿qué salió mal? … todo, todo salió mal.

El planificador de productos de entonces, Burton Bouwkamp, dijo en una entrevista: “Nuestro peor año fue 1957, y todo porque la administración se le robó un año al programa para el año modelo 1957. Tenían demasiada prisa en sacar los nuevos modelos de Virgil Exner”.

“Eran autos enormes y completamente nuevos, y cuando entramos en producción no estábamos listos en lo absoluto, a tal punto que nos vimos obligados a parar la línea. Esos eran los días en que nunca se paraba la línea, pero la tuvimos que detener durante una semana mientras repensamos y restauramos las cosas para comenzar de nuevo. Los autos estaban tan mal que tuvimos que relanzar el producto con los concesionarios, asegurándoles que estábamos al tanto del problema, que ya lo teníamos bajo control, y que lo habíamos solucionado”.

Línea de ensamblaje de automóviles Dodge en 1958
“Los autos de 1957 comenzaron a oxidarse a los pocos meses de ser fabricados, todos los modelos, sin importar que fueran Dodge, Plymouth o el encopetado Chrysler, filtraban agua a ambos lados de los pilares del parabrisas. Las barras de torsión se rompían con exagerada frecuencia, dejando a los autos como caídos sobre la Torre de Pisa. La tapicería se rompía fácilmente, las costuras se rasgaban a los pocos meses de uso, los resortes de los asientos se abrían, la pintura se desprendía en pedazos enormes, los tapacubos se zafaban fácilmente en la autopista, los espejos retrovisores vibraban, las manijas de las puertas se rompían con facilidad, en el invierno las cerraduras se congelaban fácilmente y era imposible abrirlas y para acabarla de ‘amolar’, como dicen en Méjico, la parte eléctrica era un desastre”.

“Los ingenieros literalmente se metieron de pies a cabeza y directamente comenzaron a ponerse en línea arreglando áreas que realmente necesitaban ayuda. Cuando salieron los modelos de 1958, muchas de las áreas estaban reparadas. Las fugas del parabrisas habían sido manipuladas con tapones, tetinas y pequeñas mangueras de goma en un kit, y lo mismo se hizo con la ventana trasera. Las fugas no se habían detenido, pero al menos el agua, en su mayor parte, ahora corría hacia los guardabarros en lugar de sobre sus pies o el equipaje en el maletero”.



Al final, Chrysler como conglomerado había vendido 1.296.063 unidades, el mejor año en la historia para Chrysler en ventas. Por su parte Dodge había comercializado casi 161.000 unidades del Coronet, una vez el auto más vendido, ahora el modelo base. Por encima del Coronet estaban el Royal y, en la parte superior, el Custom Royal, el mismo auto en diferentes niveles de equipamiento. Sumándolos a todos juntos, Dodge vendió 257.488 unidades, incluido el nuevo D-500, técnicamente una opción separada de modelo / motor.

La gama de automóviles Dodge se actualizó un poco para el año modelo 1958, año en que se desató la primera gran recesión después de la 2da Guerra Mundial. Dicho esto, Dodge mantuvo el esquema de tres modelos que venía desde 1955, con las líneas Coronet, Royal y Custom Royal, cada cual ornamentado con su equipamiento básico de acuerdo al precio de venta, aunque era posible comprar opciones de lujo y/o desempeño en cada estilo. Para la primavera de 1958, Dodge lanzó el Regal Lancer como un nuevo modelo ‘Top of the Line’.

1958 Dodge Royal Lancer Coupé // 5.3L V-8 Automático – 289 HP

En un intento aumentar las ventas, el modelo Regal Lancer se agregó en febrero y solo estaba disponible con carrocería coupé de techo rígido y en colores, molduras exteriores e interiores especiales. Se fabricaron 1.163 unidades en cuatro combinaciones de colores: bronce con ribete blanco, bronce con ribete negro, negro con ribete de bronce y blanco con ribete de bronce. Presentaba placas de identificación especiales en la parte delantera alta de cada guardabarros. En el interior, los autos Regal Lancer recibieron un interior distintivo con molduras únicas y paneles de puertas con reposabrazos moldeados. Un panel de instrumentos de bronce con inserciones de aluminio texturizado era exclusivo de Regal Lancer. El motor estándar ofrecido para los autos de la línea Regal Lancer fue el V-8 "Ram Fire" de 5.7L (350 CI) de desplazamiento. Las opciones de motor adicionales fueron las iteraciones del más poderosos motor de 5.9L (361 CI) de desplazamiento en las versiones D-500 y Super D-500.

Los autos del año modelo 1959 llegaron a fines de octubre de 1958. El día de la presentación fue similar al de 1958, excepto que esta vez algo en el ambiente predecía una buena señal. Los métodos de control de calidad fueron claramente mejores para los autos de 1959. Los asientos, los materiales del interior, la pintura, los adornos y otros elementos visibles fueron mucho mejores que los dos años anteriores. Los ingenieros se habían esforzado por hacer los cambios necesarios en la línea de ensamblaje para que la calidad volviera a estar bajo control. Los modelos de 1959 fueron en gran parte remakes de los modelos de 1957-58; el chasis era el mismo, y las carrocerías eran básicamente las mismas. Hubo mejoras en toda la línea, ¿pero llamarlos "nuevos"?

1959 Dodge Custom Royal Lancer Super D-500 Convertible

Los muchachos de Dodge habían modificado el bloque 361 "B" a 383 pulgadas cúbicas para obtener más torque y a fe que lo lograron. El 383 CI se vendió hasta 1971. La influencia de las aletas de Virgil Exner se había desbocado en otras marcas de automóviles, fuera de Chrysler, para muchos el tema más llamativo y ‘ridículo’ fue el Chevrolet de 1959. ¡Sin embargo, de alguna manera lograron convencer a 1.428.962 personas para que compraran uno! Todo el mundo que estaba al tanto de las tendencias sabía que las enormes aletas traseras estaban a punto de "acabar" con los modelos de 1959, y la nueva década traería otro estilo.