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¿Qué pasa con los vehículos que no se venden?

Investigación y edición Francisco Mejía-Azcárate
Lote de camionetas Ford esperando pedidos de los concesionarios
Puede que las ventas de los vehículos estén pasando por un muy buen momento, especialmente en los Estados Unidos, pero eso no significa que no haya millones de automotores oxidándose en enormes lotes y parqueaderos a todo lo largo de la gran nación del Norte y casi todos los países de Europa. El auge de las ventas en el mercado de los automóviles es evidente y las cifras reveladas en Julio de 2013 así lo demostraron. Los analistas dicen que con el ritmo de ventas que viene dándose en 2013, los fabricantes de vehículos podrían colocar en el mercado americano unas 15.800.000 unidades este año, mejorando así la cifra de 14.100.000 vendidas en 2012, por lo cual el 2013 sería el segundo mejor año de la historia después del record de 16.100.000 de vehículos vendidos en 2007. Lo interesante de este estudio, es que esta enorme cifra no solo cobija vehículos basados en combustibles fósiles, también están presentes los algo más de 40.000 vehículos “plug-in” o vehículos eléctricos que hasta la fecha del estudio habían sido adquiridos por los estadounidenses en los primeros 6 meses de 2013 . A pesar de tan alentadoras noticias para la industria automotriz, ya empezaron a salir al mercado los modelos del 2014, calculándose que 3.270.000 vehículos modelo 2013, seguirán parqueados en gigantescos lotes de autos no vendidos, repartidos por todo el coloso del norte. En 2012 la no despreciable cifra de 2.700.000 vehículos se quedó sin vender cuando salieron los modelos 2013, fenómeno que sugiere que los fabricantes de automóviles se emocionaron más de la cuenta y pisaron el acelerador de la producción demasiado duro, en lugar de seguir modelos de negocios más ajustados a la realidad, fabricando exclusivamente el número de vehículos que satisfacería la demanda de los consumidores.


61 hectáreas repletas de vehículos Toyota, modelo 2013, que esperan pedidos, en el centro de distribución de la Toyota en Long Beach, California
A este ritmo de producción, las tasas de los inventarios van a seguir en aumento, lo cual no es saludable para nadie, pues en la mente de todos existe aún el fantasma de la recesión de 2008 que tanto afectó a la industria y obligó a muchos estadounidenses a ser un tanto más sensatos con sus gastos, apretándose el cinturón de manera racional y aboliendo lujos innecesarios, como es el hecho cambiar el carro sin necesidad.


Vehículos Nissan, sin pedido, a la intemperie, sufriendo los cambios climáticos de la naturaleza
Según los analistas de Bloomberg, más de 100 millones de automóviles en los Estados Unidos, tienen entre siete y doce años de edad, el momento perfecto para que los consumidores tomen la decisión de si prefieren gastar su dinero en reparaciones o en la sustitución de sus vehículos. Con las tasas de interés tan bajas, para los préstamos destinados a comprar carros, este podría ser el momento perfecto para lograr un extraordinario precio en un vehículo 2013 nuevo, ya que los fabricantes deben estar muy apurados en despejar esos enormes lotes, de los vehículos no vendidos.


¿A quiénes les van a vender todos esos carros?

Miles de carros, importados de Japón, esperan y esperan en los puertos del mundo entero
Parece ser que los fabricantes y los distribuidores tienen la solución relativamente bien inventada. Por ejemplo, los exportan a otros países, especialmente del 3er mundo, como modelo del año siguiente, pero les insertan alguna variación en el nombre del modelo. Hacen grandes ventas institucionales con enormes descuentos, como por ejemplo, 600 camionetas Ford Ranger, al Resguardo de Bosques de California, 1200 vehículos Dodge Charger a la Policía Estatal de Texas, 30.000 carros Chevrolet Malibú a Avis Rent-a-Car, etc. El fabricante a menudo los envía a la subasta, en la que los vehículos “quedados” se pueden vender a un precio decente. Se unen con ciertos bancos que manejan zonas deprimidas y entonces ocurre que personas con patrimonio negativo o mal crédito, pueden acceder a créditos especiales y calificar para adquirir un carro nuevo. Adicionalmente, los fabricantes le dan a los concesionarios un descuento "secreto" en ciertos modelos detectados como de venta lenta lo cual, con buenos precios, publicidad elocuente y bien dirigida, encuentran finalmente los clientes potenciales para el modelo. También ocurre que muchos de los vehículos nuevos sufren daños, ya sea por las inclemencias del tiempo o por accidentes en el trasporte y movilización, lo cual motiva a empresas especializadas en el tema que los compran, los desguazan y los venden por piezas, obteniendo así enormes beneficios. Al final, el inventario viejo desaparece.


Los concesionarios no son operadores de museos y con contadas excepciones guardan los carros que se les hayan quedado sin vender, como fue el caso reportado por la prensa a mediados de 2013, en el que Ray Lambrecht, propietario de un concesionario de la Chevrolet en Pierce, Nebraska, guardó unos 500 vehículos de modelos que iban desde 1958 hasta 1980, algunos nuevos y otros con muy poco uso, antes de cerrar el concesionario en 1996. Él pensaba que en vez de tener que vender el inventario de los vehículos del modelo anterior a precios reducidos, era preferible guardarlos, pues pensaba que en el futuro esos vehículos iban a valer mucho más; además aseveraba que si sacaba a la venta los vehículos que dejaban a cambio, perdía opciones de vender carros nuevos que le dejaban mayor utilidad, por lo cual también los guardaba. Ray, quién ahora tiene más de 90 años, decidió que era hora de sacar a la luz estas “perlas”, las cuales decidió subastar y fue así como los días 28 y 29 de Septiembre de 2013, realizó una gigantesca subasta pública, en la que participaron compradores de todas partes del mundo, quienes se hicieron presentes con el ánimo de adquirir un "nuevo" Chevrolet Impala de 1963, una nueva camioneta Chevrolet Cameo de 1958 o un Chevrolet Impala de 1966 con 6.549 millas en el odómetro.

Yvette VanDerBrink, encargada de la subasta, parada en frente de un Chevrolet Impala de 1963, que nunca fue vendido, anuncia los pormenores del procedimiento de venta al público, en el Concesionario “Lambrecht Chevrolet” en Pierce, Nebraska.
Nota: Por favor esté pendiente de nuestra próxima historia sobre el concesionario “Lambrecht Chevrolet” de Pierce, Nebraska.