Edición e investigación Francisco Mejía-Azcárate
El III Grand Prix de Venezuela, calendado en noviembre de 1957, fue organizado por el TACV y el CADV, válida para el Campeonato Mundial de Marcas, con la ayuda de grupos de aficionados voluntarios y el auspicio del Gobierno de la República de Venezuela, en momentos en que se preparaba un plebiscito para preguntarle al pueblo si aprobaba que el general Marcos Pérez Jiménez se mantuviera como mandatario para el periodo 1958-1963. En el mundo de las carreras la clásica venezolana empezaba a ser importante y muchos querían disputarla, pues el premio era un gigantesco trofeo de oro macizo.
Se dice que los costos del certamen superaban los US$100.000, que para la época era una suma astronómica. Conseguir tal dinero no era fácil, más aún cuando no se pagaba por derechos de publicidad, ni de televisión; además el gobierno exigió que la entrada a ver las carreras tuviera un precio asequible a todos los venezolanos que quisieran verla. Se estima que la carrera la presenciaron unos 40.000 espectadores, de tal forma que la falta de ingresos ponía en peligro la continuidad del certamen. Aún en esta época es posible recorrer el trazado de 9 kilómetros y 930 metros. Como la carrera se hacía dando 101 giros a ese trazado, la válida llegó a ser conocida como los 1000 kilómetros de Venezuela.
Este es el Grand Prix de Venezuela que se encuentre mejor documentado. Es tristemente célebre porque allí terminaría la participación de la casa Maserati en los ‘Premios Sport’, por los numerosos accidentes que provocaron sus vehículos. También sería el último Grand Prix que se correría en el circuito urbano de Los Próceres. Fue el clímax del automovilismo venezolano y una de las grandes epopeyas del deporte a motor en América Latina. Sería como organizar hoy una carrera del Grand Prix de Fórmula 1, con Sebastian Vettel, Mark Webber, Lewis Hamilton, Jenson Button, Fernando Alonso, Felipe Massa y Michael Schumacher, pues en el III Grand Prix de Venezuela participaron pilotos de renombre mundial, tales como Peter Collins, Phill Hill, Mike Hawthorn, Luigi Musso, Wolfang Von Trips. Por el país anfitrión ingresaron a la parrilla de largada Ettore Chimeri, Mauricio Marcotulli, Julio Pola, Piero Drogo, Ramón López, Sergio González y finalmente por Colombia Antonio Izquierdo Dávila y Jaime Uribe.
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La largada estaba justo enfrente de la tribuna presidencial en el ‘Paseo los Próceres’, donde hoy se hacen los desfiles militares. La escudería Ferrari inscribió varios bólidos modelo 250 TR, los famosos Testa Rossa originales conducidos por los alemanes Wolfgang von Trips y Wolfgang Seidel, entre otros. Del máximo exponente de la escudería Ferrari, el 335 S con un motor V-12 de 4.1 litros, se llevaron dos unidades, conducidos uno por el dúo Phil Hill y Peter Collins. El otro 335 S fue conducido por Mike Hawthorn y Luigi Musso.
Para contrarrestar la extraordinaria ofensiva de su rival en Italia, Maserati llevó a Caracas varios modelos, pero el más importante sin duda fue el poderosísimo Maserati 450S, con motor V-8, del cual la escudería trajo dos unidades para ser pilotadas por el gran Stirling Moss en dúo con Tony Brooks y por la pareja formada por Jean Behra y Harry Schell. El magnate norteamericano Temple Buell llevó un Maserati 450S de su propiedad para ser pilotado por la pareja Masten Gregory/Dale Duncan. Entre la participación venezolana se destacó un Maserati 300S que logró el quinto puesto. El resto de la parrilla de largada lo formaban autos de las divisiones ligeras o de propietarios independientes, como los AC Bristol ingleses, los OSCA italianos, los Chevrolet Corvette norteamericanos y los Porsche alemanes, entre otros.
El Ferrari ganador del GP con el #14 de Phil Hill y Peter Collins, serial 0700 Foto de la colección de Augusto Gutiérrez |
El circuito donde se llevaría a cabo la batalla final que definiría el campeonato mundial de autos sport de 1957 era una increíble y peligrosa combinación de largas rectas y curvas cerradas, formada por partes del Paseo Los Próceres y las vías de acceso al naciente y moderno sistema vial de Caracas. El piloto norteamericano Phil Hill comentó que el trazado parecía “una pesadilla surrealista”, debido a la configuración un poco alocada de rampas de acceso elevadas y largas rectas, todo con los impresionantes monolitos del Paseo Los Próceres al fondo. El conjunto, en su grandiosidad y abundancia de concreto armado, era típico de los regímenes totalitarios como el que existía en esa época en Venezuela.
Foto de los ganadores, el americano Phill Hill (izq.) y el inglés Peter Collins (der.) Foto de Tom Burnside |
Maserati 450S de Masten Gregory que luego sufriría un aparatoso accidente. Foto Augusto Gutiérrez |
Las imágenes que aparecen a continuación e ilustran los accidentes, fueron tomadas del libro “Automobile Year de 1957” y tienen como referencia uno de los más dramáticos episodios que vivió el equipo Maserati; la segunda foto fue tomada por Tom Burnside, autor del libro “American Racing” el cual contiene una extensa crónica gráfica sobre esta prueba.
El Maserati 450 S de Harry Schell Foto libro Automobile Year |
En la foto superior, vemos el Maserati 450S de Jean Behra seguido por el Ferrari 335S de Phil Hill. |
En esta imagen, vemos al frente el Osca MT4 del argentino Alejandro de Tomaso, seguido por los mismos autos de la foto superior. |
En la secuencia de las fotos que aparecen más adelante se observa el accidente del piloto norteamericano Masten Gregory con su Maserati 450S, del cual salió ileso milagrosamente; este accidente se sumó a los sufridos por los Maserati oficiales, con lo cuales ésta escudería se vio prácticamente sumida en la bancarrota.
El Maserasti de Masten inicia su volcamiento |
Aparatoso accidente del piloto norteamericano Masten Gregory con su Maserati 450S |
Augusto Gutiérrez # 52, delante de Silvano Turco . Se observa, completamente volcado, el Maserati 450S de Masten Gregory (Foto Fulvio) |
En este Grand Prix solo pudieron culminar la carrera dos Maseratis, uno fue el Maserati 300S de los venezolanos Mauricio Marcotulli/Ettore Chimeri y el Maserati 200SI de Sergio González/Augusto Gutiérrez
Foto del AC Bristol de los colombianos Antonio Izquierdo Dávila/Jaime Uribe, seguido por el Porsche 550 RS Spyder de Ed Crawford/Ed Hugus. El primero, terminó en el puesto 17º, mientras el segundo obtuvo el 6o puesto. Como podrán observar, la parte frontal del AC fue modificada. (Foto archivo C. Steuer)
En esta imagen de Tom Burnside, se observa el AC Bristol de Hap Dressel seguido por el AC Bristol de J.L. Droulers; según algunos reportes, Dressel, por una descuidada maniobra en la recta principal, fue embestido por el Maserati 450S de Sterling Moss, quien le antecedía a gran velocidad, lanzando violentamente al AC contra un poste, de tal forma que el mismo quedó totalmente destruido; el Maserati también quedó seriamente averiado y tuvo que retirarse.
Sterling Moss y su Maserati Foto archivo C. Steuer |
Pintura de Michael Turner alusiva al accidente |
Fotografía del Maserati 300S (# 30), piloteado por Marcotulli y Chimeri logrando un honroso 6to lugar. Este fue el mismo Maserati 300S con que Fangio gano el I Grand Prix de Venezuela en 1955. Detrás viene el Ferrari Testa Rossa 250GT de Von Trips y Seidel, que en Agosto de 2011, fue subastado por la astronómica suma de US$ 16.400.000ºº. En la foto que sigue, identificado con el # 18, se muestra el Ferrari que aparece en la foto anterior y que se identificaba para el 3er Grand Prix con el # 16
Ferrari Testa Rosa 250 GT (# 16 en el III Grand Prix, hoy # 18, subastado por US $ 16.400.000) |
Información y fotos extraídas de http://www.pasionalavelocidad.com/phpBB3/viewtopic.php?f=37&t=181
Comentario: Alberto Silva Borrero