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Lea Francis Tipo J 1926

Nuestro entrañable amigo Donald McGregor residió en el barrio El Peñón de Santiago de Cali a principios de la década de los setenta, ciudad donde desempeñó labores como profesor de inglés en el Centro Colombo Americano. Hoy es vecino de Henham, en el condado de Beccles, en el Reino Unido, sitio en el que es considerado un destacado restaurador de automóviles antiguos y clásicos y aficionado como ninguno a recuperar motocicletas históricas; de estas últimas posee de las marcas BSA, Matchless, Ariel, BSA, Royal Enfield y BMW. Donald trabaja actualmente para la Public Administration International Ltd., una empresa fundada por él en 1995, desde la cual procura asesoría a entidades gubernamentales. Dentro de sus labores le corresponde desplazarse periódicamente a Kabul, Afghanistán y a otros países del oriente, con el fin de cumplir misiones riesgosas y complicadas. Antes trabajó para el Museo de la Real Fuerza Aérea en Hendon, norte de Londres, obtuvo licencia de Piloto Privado expedida por el Gobierno Británico y se certificó como buzo de mar abierto, con especialidad en la búsqueda de naufragios de barcos hundidos durante la 2ª. Guerra Mundial, especialmente en el Mar del Norte. En 1995 se enamoró de un Lea Francis Tipo J, diminutivo Leaf, un coche que se produjo en Inglaterra a partir de 1926 y del cual se hicieron 1270 unidades. Lamentablemente la empresa que los fabricaba dejó de hacerlo a pesar que el vehículo se había convertido en un modelo muy popular. Hoy en día el Lea Francis Tipo J es un automóvil considerado exótico. Difícilmente se le consiguen repuestos, accesorios y partes. Hace unos 6 años, al Leaf de Donald se le dañaron los planetarios de la transmisión (diferencial) y debido a que no los pudo conseguir en ninguna parte de la lejana Albión, le tocó contratar a un especialista para que los construyera. Se cree que en el Reino Unido sólo sobreviven unos 10 modelos del Tipo J y en Australia y Nueva Zelandia, donde fueron exportados en la época, otros 5 autos de ese modelo.
Donald confirma que el motor, la caja de cambios y la transmisión del Lea Francis Tipo J 1926 son originales. Los colores aplicados a la carrocería son iguales a los que portaba el Leaf el día en que salió de la fábrica. El auto sólo fue pintado una vez, por el segundo dueño, hace unos 35 años. En una oportunidad, hace un lustro, Donald fue convocado por un grupo de aficionados denominado el “Club de Propietarios del Lea Francis”, entre los que se encontraba un hombre de 97 años de edad, de nombre Don Ager, quien manifestó que había sido propietario del auto después de 1945 y que le interesaba conocer a su nuevo tenedor. Conmovido por la historia, Donald fue a conocerlo y condujo desde su casa hasta la residencia del señor Ager, unos 150 kilómetros. Para su sorpresa, a raíz de su visita, recibió a cambio, sin costo alguno, un motor y una caja de cambios de repuesto para el Tipo J que el señor Ager había conservado con gran celo en el garaje de su casa y que, según le informó a Donald, había conseguido en un desguasadero de autos viejos.
Donald nos cuenta que la compañía Lea Francis se estableció en Coventry, Inglaterra en 1895. En 1era instancia construyó bicicletas, pero en 1903 produjo su 1er automóvil. 20 años más tarde, en 1923, la producción fue de 179 vehículos. Entre 1926 y 1927 alcanzó su máximo:1270 coches. Después la empresa declinó y finalmente desapareció en la década de los 50. La producción total, en 50 años, fue de 9.472 vehículos. En términos generales, los modelos fueron identificados con las letras del alfabeto. Los registros de Transporte del Gobierno revelan que el auto de Donald fue inscrito en el despacho oficial el 6 de marzo de 1926. El Tipo J conserva las placas PE 8871 desde cuando fue licenciado para rodar por las calles de la Gran Bretaña. Tiene un motor de 4 cilindros en línea, de 1.500 CC. El coche levanta 85 kph en condiciones óptimas. Donald dice que, en comparación con los carros modernos, el Lea Francis es bastante exigente cuando se conduce. La dirección es muy dura y para frenar hay que imprimirle una considerable presión al pedal del freno, el cual opera las varillas que activan las bandas en las 4 ruedas. Los cambios del engranaje se obtienen por doble “clutching”, un arte que requiere muchísima práctica. El coche tiene un sofá para el conductor y un pasajero. Además, en la parte de atrás, una silla, la denominada “portasuegras”, en la que otros dos ocupantes quedan expuestos a la intemperie. Si quieres escribirle a Donald puedes hacerlo a donald.mcgregor@public-admin.co.uk